Acuerdo Mercosur- Unión Europea: Macri acercó posiciones entre Macron y Bolsonaro y la negociación continúa en Bruselas

A Jair Bolsonaro, presidente del Brasil, no le gusta el Acuerdo de París. En cambio, Emmanuel Macron, presidente de Francia, considera que ese tratado multilateral es un bastión legal en defensa de la ecología global. Esas diferencias estratégicas estuvieron a punto de frenar las furiosas negociaciones que se están desarrollando en Bruselas para cerrar el "Acuerdo Político" entre el Mercosur y la Unión Europea.

Mauricio Macri conocía las diferencias entre ambos presidentes y sobre la marcha "armó" una cumbre trilateral para acercar posiciones. Hasta ese momento, en el recinto cerrado asignado a los protagonistas del G20 de Osaka, Bolsonaro y Macron se esquivaban o se miraban a la distancia.

El presidente del Brasil ya había castigado a Ángela Merkel por la cuestión ecológica, mientras que su colega francés había utilizado su influencia en el Parlamento Europeo para lograr que 65 eurodiputados plantearan que se debían suspender las negociaciones Mercosur-UE hasta que Bolsonaro ratificara su apoyo al Acuerdo de París.

En este contexto político y personal, Macri se acercó a Bolsonaro y Macron para preguntar si aceptaban un cónclave trilateral para acercar posiciones y evitar que las negociaciones en Bruselas fracasen por un interna que podía resolverse a puertas cerradas. Los dos jefes de Estado contestaron a Macri que sí.

El protocolo de la delegación argentina consiguió una sala y los tres presidentes enfilaron a la reunión de buenos oficios. Al principio, el clima estaba espeso, pero Macri logró aflojar la tensión y Bolsonaro dio el primer paso. "Si sos amigo de mi amigo -le dijo el presidente de Brasil a Macron-, sos mi amigo".

Y a partir de allí, el cónclave se distendió y la información voló hasta Bruselas sin escalas. La negociación podía encarrilarse y avanzar sobre todos los aspectos técnicos que aún faltan responder.

Antes del encuentro inesperado entre Bolsonaro y Macron, Macri mantuvo un puñado de reuniones informales con Merkel, Macron, Pedro Sánchez -jefe de Estado español- y Jean-Claude Juncker, que es el presidente de la Comisión Europea. Todos interesados en las negociaciones en Bruselas, todos empujando para que se cierre el "Acuerdo Político" entre el Mercosur y la UE.

Macri, Marcos Peña y Fulvio Pompeo agotan las baterías de sus celulares para dar instrucciones y compartir información con los ministros Jorge Faurie y Dante Sica, y el secretario Horacio Reyser, que lideran las negociaciones con la contraparte europea encabezada por Cecilia Malmström, que es la comisario de Comercio de la UE.

El Presidente, el jefe de Gabinete y el secretario de Asuntos Estratégicos están confiados en Osaka, pero prefieren bajar las expectativas ante un cierre de las negociaciones que será difícil y contra reloj. "Todo esto es frágil, y muy complejo por la cantidad de actores. Esperemos", dijo, cauto, un importante funcionario que monitorea las conversaciones sin dormir y con el celular en llamas.

Las dos delegaciones abrieron la jornada del viernes a las 9:30 AM, hora de Bruselas. Estuvieron conversando hasta la hora de comer, hicieron un break de 40 minutos para almorzar, y retomaron las negociaciones con el objetivo de cerrar el acuerdo antes que sean las 12 PM en Europa.

—¿Qué falta desde el punto de vista técnico para anunciar el acuerdo político— preguntó Infobae a un negociador argentino apostado en Bruselas.

—Son tres cosas menores: azúcar, carne y etanol— aseguró el funcionario con tono optimista.

Macri, Peña y Pompeo se fueron a dormir en Osaka, mientras al otro lado del mundo se intenta finiquitar una negociación que está abierta desde hace 25 años. Quedan pocas horas: si no es hoy, todo pasará hasta el 2020.

Seguí leyendo: