La salud cardiovascular es uno de los pilares del bienestar general, y la presión arterial juega un papel clave en este aspecto. En el Perú, los problemas cardiovasculares representan una de las principales causas de mortalidad y discapacidad. Según datos del Ministerio de Salud (Minsa), la hipertensión arterial es una condición que afecta aproximadamente al 15% de la población adulta, aunque muchas personas no saben que la padecen. Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) ha señalado que uno de cada tres adultos peruanos presenta niveles elevados de presión arterial, lo que constituye un serio riesgo para sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares.
A pesar de que la hipertensión es ampliamente conocida como un problema de salud pública, todavía existe confusión en la población acerca de cuáles son los valores considerados normales de presión arterial y qué cifras indican hipertensión o hipotensión. Entender estos rangos es fundamental, no solo para identificar la hipertensión, sino también la hipotensión, que aunque menos frecuente, puede generar síntomas y complicaciones importantes.
Medidas de la presión arterial en personas con hipertensión e hipotensión
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa en dos valores: la presión sistólica (cuando el corazón se contrae y bombea sangre) y la presión diastólica (cuando el corazón se relaja entre latidos).
- Presión arterial normal: oscila alrededor de 120/80 mmHg.
- Hipertensión arterial: se diagnostica cuando la presión se mantiene de forma persistente en 140/90 mmHg o más. Existen diferentes grados, desde la hipertensión leve hasta la grave, dependiendo de cuánto superen los valores.
- Hipotensión arterial: se considera cuando las cifras son menores a 90/60 mmHg de manera constante. Aunque no siempre es peligrosa, puede ocasionar mareos, desmayos y riesgo de caídas.
Por lo tanto, tanto cifras por encima como por debajo del rango normal requieren atención, ya que ambas pueden afectar de manera significativa la calidad de vida y la salud cardiovascular.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es una condición en la que la presión de la sangre contra las paredes de las arterias se eleva de manera sostenida. Este exceso de presión hace que el corazón trabaje más intensamente para bombear la sangre, lo que con el tiempo puede dañar el corazón, el cerebro, los riñones y los vasos sanguíneos.
Se trata de una enfermedad silenciosa, pues en la mayoría de los casos no presenta síntomas evidentes hasta que aparece una complicación grave, como un infarto o un derrame cerebral. Por ello, muchas personas desconocen que la padecen. Factores como el sedentarismo, la obesidad, la ingesta excesiva de sal, el consumo de alcohol y el tabaquismo aumentan el riesgo de hipertensión. Además, el control médico regular, junto con un estilo de vida saludable, es esencial para prevenir y manejar esta condición.
¿Qué es la hipotensión arterial?
La hipotensión arterial ocurre cuando la presión arterial se encuentra por debajo de lo normal. Aunque algunas personas pueden tener cifras bajas sin presentar problemas, en otros casos la presión demasiado baja puede impedir que la sangre llegue adecuadamente al cerebro y a otros órganos vitales.
Los síntomas más comunes incluyen mareos, debilidad, visión borrosa, palidez y desmayos. La hipotensión puede estar relacionada con deshidratación, pérdida de sangre, alteraciones hormonales, problemas cardíacos o el uso de ciertos medicamentos. Aunque suele ser menos peligrosa que la hipertensión, en casos graves puede poner en riesgo la vida, especialmente si provoca caídas o lesiones.
¿Cómo la hipertensión y la hipotensión afectan la salud cardiovascular?
Tanto la hipertensión como la hipotensión tienen repercusiones directas sobre la salud cardiovascular.
- Hipertensión: aumenta el riesgo de enfermedades coronarias, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, aneurismas e insuficiencia renal. La presión arterial elevada daña de manera progresiva las arterias, volviéndolas más rígidas y menos capaces de transportar la sangre de forma eficiente.
- Hipotensión: aunque menos común, puede ser peligrosa cuando reduce el flujo sanguíneo a órganos vitales. Una caída brusca de la presión arterial puede provocar un shock circulatorio, que constituye una emergencia médica.
En ambos casos, la detección temprana y el control adecuado son fundamentales para evitar complicaciones graves. Medirse la presión arterial con regularidad y acudir al médico ante valores fuera del rango normal es una práctica que puede salvar vidas.