Diplomacia y promoción

La Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional quedó bajo la órbita de la Secretaría General de la Presidencia

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Javier Milei y Elon Musk
Javier Milei y Elon Musk

En una decisión poco comprensible, el Gobierno suprimió mediante el decreto 512/24 la competencia del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto respecto a la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional para trasladarla a la Secretaría General de la Presidencia de la Nación. Por la misma norma, se modifica el alcance del Ministerio en materia de promoción del comercio de bienes y servicios argentinos en el exterior y la promoción de inversiones en la Argentina.

No es la primera vez que la Fundación Exportar como se la conociera en sus orígenes en 1993 cambia su ubicación en el organigrama del Poder Ejecutivo. En 2012 el Secretario de Comercio Guillermo Moreno reclamó la potestad en un enfrentamiento con el entonces Ministro Héctor Timerman a través de Beatriz Paglieri, que asumió como Prosecretaria en el Consejo de Administración. El Secretario Moreno entendía que era la persona con más conocimientos para manejar la promoción y las misiones comerciales. La puja se intensificó en 2016 cuando Francisco Cabrera entonces Ministro de Producción logró el traslado a su órbita y para estampar su entusiasmo modificó el nombre a Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional dotándola de “personal altamente calificado” para alcanzar un aumento substancial de las exportaciones e inversiones en el país.

El decreto citado establece que la titular de la Secretaría General de la Presidencia, Karina Milei, participará por si o por quien designe en el Consejo de Administración y demás órganos de la Administración de la Fundación. La Secretaria General suma a sus múltiples tareas de coordinación la responsabilidad, hasta hoy ajena a su órbita específica, de propiciar la producción nacional en el exterior.

No deja de llamar la atención el apetito por apropiarse de una nueva ocupación como si al igual que Moreno o Cabrera en sus momentos poseyera un saber particular que sirviera para diferenciarla cualitativamente de las gestiones anteriores. La creación de la Fundación Exportar formó parte de un plan integral de dinamizar el servicio exterior mediante la incorporación de los funcionarios del Servicio Exterior Económico que hasta ese entonces operaba en la Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Economía. Esta acción fue parte de un esfuerzo coordinado entre los Ministros Guido Di Tella y Domingo Cavallo que compartían la visión de ampliar la participación en la economía global. Los diplomáticos recibieron a partir de entonces una instrucción acorde en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación con conocimientos en la materia capacitándose para asesorar y colaborar con las empresas nacionales en especial pequeñas y medianas en sus iniciativas en el exterior.

En la reciente campaña electoral los representantes conspicuos de las tres principales fuerzas políticas destacaron con énfasis el involucramiento de los funcionarios diplomáticos en la promoción de exportaciones y divulgación de las oportunidades de inversión en el país. La reciente decisión de modificar la competencia pareciera un giro orientado a una mayor concentración de poder sin percibir la pérdida de eficiencia en el aprovechamiento de los recursos humanos disponibles para las funciones asignadas.

El Presidente Milei encaró una encomiable campaña de relacionamiento con los CEO de las principales empresas tecnológicas para potenciar la creación de un centro de inteligencia artificial en el país en el marco de su política de apertura económica. Esta iniciativa debería complementarse con una profundización del trabajo diplomático para abrir las puertas de nuevas oportunidades para las empresas nacionales.

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