El botón rojo de la defensa colectiva

Biden dijo que era “poco probable” que el misil que cayó en Polonia haya salido de Rusia, y con esa declaración, los temores de la activación del artículo 5 se disiparon rápidamente

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Przewodu es una ciudad rural de pocos miles de habitantes pero clave para la zona (Créditos: Twitter @JOStrumillo)
Przewodu es una ciudad rural de pocos miles de habitantes pero clave para la zona (Créditos: Twitter @JOStrumillo)

Un misil cruza el cielo y cae en tierra ocasionando una explosión como cualquier otro misil que surca el cielo en busca de un objetivo por destruir. Excepto que este misil es distinto. Este misil cae en Polonia, y ocasiona la muerte de dos personas, en territorio de la Alianza. El misil provenía de Rusia. O al menos eso se divulgó.

Este evento probablemente haya sido el momento más tenso que hayan vivido hasta ahora el triángulo Rusia, Ucrania y la OTAN, desde que iniciara la invasión.

Como es normal que suceda en esta situación, en apenas horas, el temor de una escalada de conflicto se volvió muy real y viral. Por un lado, Ucrania acusando a Rusia de haber atacado a Polonia, Rusia negando las acusaciones, alegando que no habían lanzado aquel misil; y por el otro, Polonia, también señalando con el dedo y pidiendo que se esclarezca el asunto. En los medios comenzó a sonar la alarma de la invocación del art.5 y sus repercusiones a escala global. Todo muy preocupante.

Mientras tanto en mi mente, visualizo al art.5 como una especie de botón rojo con la palabra “danger” escrita arriba, y a alguien, parado justo en frente, deslizando su dedo anular muy lentamente hacia abajo con la clara intención de apretarlo, pero tomándose todo su tiempo para hacerlo, en un gesto por demás dramático, a la espera de una orden que contradiga la acción. Por suerte, nadie tocó el botón, no sólo porque la situación no escaló, sino porque dicho botón es producto de mi imaginación.

Por suerte, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, brindó un comunicado alegando que era “poco probable” que el misil haya salido de Rusia, y con esa declaración, los temores de la activación del artículo 5 se disiparon rápidamente.

Pero el peligro permanecerá en segundo plano de forma latente mientras el conflicto en Europa siga vigente. Existe una legítima preocupación de que ambas potencias puedan llegar a chocarse hasta por error. El misil en Polonia fue un claro ejemplo de esto.

Es evidente que cuanto más se prolongue la guerra y las sanciones, mayores serán los espacios de tensión y confusión que se irán gestando, y mayor será el ruido comunicacional y la desinformación que surja.

Para las autoridades ucranianas, el misil había sido sin duda lanzado intencionalmente por Rusia a Polonia. Polonia sospechaba lo mismo. Y aunque considero que, en términos económicos y políticos, la guerra en Ucrania es una de carácter global por su repercusión y grado de involucramiento de los países, la implementación del artículo 5 hubiese supuesto increíbles malas noticias para la comunidad internacional.

Polonia es un miembro de la OTAN, organismo creado con el propósito de defender a las naciones aliadas de la Unión Soviética. En ese entonces, la URSS, representaba una enorme amenaza para occidente y sus valores, y por consecuencia, se creó un pacto de asistencia mutua para contrarrestar dicha amenaza a la que se conoce como defensa colectiva y que representa el corazón mismo de la OTAN. Es un principio que se basa en el compromiso de protegerse unos a otros en caso de un ataque. La defensa colectiva significa que un ataque contra un aliado es un ataque contra todos.

El artículo 5 se refiere a ese principio de defensa colectiva y su invocación por parte de un Estado miembro obliga a las partes a involucrarse. Con lo cual, el hecho de que el martes pasado se haya mencionado la posibilidad de activar dicho mecanismo de defensa implica que estuvimos muy cerca de un suceso de gran significancia para la historia de la humanidad y un punto muy bajo para las relaciones internacionales.

Créditos: Twitter @JOStrumillo
Créditos: Twitter @JOStrumillo

Considero que la repercusión de la prolongación del conflicto traerá aún más malestar. Estamos ante un escenario de quiebre con bloques enfrentados donde no hay diálogo ni intención de cooperar. Washington dice que ha invitado numerosas veces a Vladimir Putin a iniciar una mesa de negociaciones para darle un cierre al conflicto, pero el presidente ruso asegura que no es verdad, que Estados Unidos no le ha ofrecido tal acercamiento. Entonces, en un contexto dónde no hay diálogo entre las partes, la amenaza de escalada es muy posible, dónde la incertidumbre nubla la visión y las emociones están a flor de piel, ¿Cómo sigue el conflicto?

Hilando fino, creo que lo que pudimos observar estos últimos días en base a las declaraciones hechas por parte de todos los involucrados, - sacando a Ucrania de la ecuación -, es que ni la Alianza ni Rusia desean verse involucrados en una confrontación directa. La rápida respuesta y determinación a aclarar los rumores me anima a pensar que están haciendo todo lo posible para que algo semejante jamás suceda. Que el botón del art.5 jamás se apriete. Sin embargo, esto no quiere decir que no estén preparados para hacerlo si las circunstancias están dadas.

Históricamente hubo pocos sucesos dónde se invocó el artículo 5 y ningún caso se asemeja, en mi opinión, a este. No estarían combatiendo terroristas en Afganistán o Iraq o peleando en Siria contra grupos insurgentes. Sino que serían dos potencias nucleares con la capacidad de destruir el mundo varias veces. De hecho, alguna vez leí, que EEUU y Rusia juntos, tienen la capacidad de aniquilar el planeta unas siete veces. Digo, creo que podemos estar de acuerdo en que un enfrentamiento directo entre la Alianza y Rusia podría derivar en dos posibilidades: o una guerra nuclear devastadora, o una guerra mundial interminable y también devastadora.

Al final, el misil no provino de Rusia, sino de Ucrania. No hubo ningún tipo de intencionalidad aparente, sino tal vez, un error de cálculo. Y aunque la culpa sigue siendo de Rusia, - dice Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, - al menos por ahora, el botón rojo no se apretará.

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