Las 9 materias que los gobiernos de la Argentina no logran aprobar

Las malas notas que mantiene el país en diversos frentes socioconómicos se reflejan en las dificultades para crecer y honrar las deudas

Compartir
Compartir articulo
En las últimas décadas los gobiernos han reprobado diversas materias, pese a que en ese período muchos países de la región lograron superar los desafíos y salir adelante (Reuters)
En las últimas décadas los gobiernos han reprobado diversas materias, pese a que en ese período muchos países de la región lograron superar los desafíos y salir adelante (Reuters)

En las últimas décadas los gobiernos han reprobado diversas materias, pese a que en ese período muchos países de la región lograron superar los desafíos y salir adelante, y al menos acumuló 8 reprobados:

1. La pobreza estructural quizás sea la más dura y difícil de resolver de todas. El aislamiento social tiene poco impacto sobre esta parte de la sociedad cuyos principales ingresos son los programas asistenciales, que incluso se vieron incrementado por la pandemia de la COVID-19. Por esta razón, casi el 50% de los residentes transcurren este período sin grandes cambios, recibiendo refuerzos en sus subsidios.

2. La política tributaria regresiva, que desincentiva la inversión y promueve la informalidad en la economía, expulsando del sistema a pymes y desalentando a nuevos emprendedores.

3. Las permanentes rupturas de los contratos públicos. El incumplimiento por parte del Estado en sus contrataciones, extendiéndose los plazos más allá de lo acordado en los pagos de sus compras y formulando ajustes que no reflejan la realidad.

4. La inseguridad jurídica en todas sus manifestaciones. Desde la sanción de algunas leyes hasta la discrecionalidad en su aplicación de acuerdo al juzgado que intervenga.

5. El gasto público descontrolado, tanto nacional como en las provincias y municipios destinado al pago de sueldos de empleados que aportan pocas soluciones a los contribuyentes. Es más, la burocracia ha crecido a niveles tan desmedidos que complica la actividad privada volviéndola casi inviable.

6. Altos índices de inflación contenidos provisoriamente por la falta de consumo y la crisis de la pandemia de la COVID-19, pero que en los productos básicos diarios, como alimentos, limpieza y perfumería llevan incrementos de casi el 40% de diciembre a abril del 2020.

7. Una moneda débil que pierde en forma permanente y sostenida su valor que obliga a los pocos que puedan ahorrar algo a recurrir a otras monedas para poder mantener el poder adquisitivo en el tiempo.

8. La falta de un mercado de capitales que permita el desarrollo de nuevas compañías que coticen en bolsa y de bancos que presten dinero para la expansión de las actividades económicas. Un estado que deje de financiarse en el mercado local compitiendo en forma desleal con los privados.

9. La falta de financiamiento externo e interno por los incumplimientos en los pagos y la pérdida de credibilidad en las intenciones del país en honrar en algún momento sus deudas.

Cada una de estas menciones son algunas de las materias que la Argentina ha vuelto a dejar a un costado poniendo énfasis principalmente en el objetivo de achatar la curva de crecimiento de los casos de COVID-19.

El Gobierno ha vuelto a dejar a un costado muchas materias poniendo énfasis principalmente en el objetivo de achatar la curva de crecimiento de los casos de la COVID-19
El Gobierno ha vuelto a dejar a un costado muchas materias poniendo énfasis principalmente en el objetivo de achatar la curva de crecimiento de los casos de la COVID-19

Frente a un nuevo escenario

Mientras que en las crisis anteriores la Argentina recurrió a brutales devaluaciones para diluir la incidencia de su gasto público en términos de moneda dura y volver de una economía en recesión a otra más competitiva por la baja de los costos que una moneda depreciada propone, en esta oportunidad sería muy distinto.

Mientras que en las crisis anteriores la Argentina recurrió a brutales devaluaciones para diluir la incidencia de su gasto público en términos de moneda dura y volver de una economía en recesión a otra más competitiva por la baja de los costos que una moneda depreciada propone, en esta oportunidad sería muy distinto

La COVID-19 afecta a países subdesarrollados y desarrollados por igual. El comercio internacional puede cerrarse de aquí en adelante producto del cambio en la circulación de los flujos monetarios internacionales. Llevará mucho tiempo para que actividades como el turismo o el entretenimiento presencial masivo, recitales, o eventos deportivos generen divisas a los países organizadores. El mundo es más pobre y la pobreza genera menor consumo siempre.

La crisis del petróleo podría generar políticas proteccionistas que fomenten la actividad petrolera en cada país. Por ejemplo, los Estados Unidos podría decidir refinar petróleo americano exclusivamente y poner un precio que permita a su industria seguir operando. Rusia podría acordar algo parecido con Europa y Arabia Saudita con China. De esta manera habría distintos precios del petróleo en virtud de una estrategia de protección de la industria local.

El petróleo podría ser el primero de una serie de materias primas en dejar de tener un valor internacional relativamente transparente, quizás en el futuro se le agreguen otros bienes primarios como los productos derivados de la actividad agropecuaria.

El petróleo podría ser el primero de una serie de materias primas en dejar de tener un valor internacional relativamente transparente, quizás en el futuro se le agreguen otros bienes primarios como los productos derivados de la actividad agropecuaria (Reuters)
El petróleo podría ser el primero de una serie de materias primas en dejar de tener un valor internacional relativamente transparente, quizás en el futuro se le agreguen otros bienes primarios como los productos derivados de la actividad agropecuaria (Reuters)

Se deberá repensar el rol de Argentina en el mundo contemplando estas nuevas realidades y relanzar el mercado local de manera inteligente y sostenida. Tener una moneda que sirva para el atesoramiento será fundamental para los días que se vienen y esto solo será posible con seguridad jurídica.

Cambiar el modelo de gasto público por el de inversión pública para el desarrollo del sector privado demanda más que nuevos recursos herramientas inteligentes que permitan a través de los subsidios el crecimiento de la economía

Cambiar el modelo de gasto público por el de inversión pública para el desarrollo del sector privado demanda más que nuevos recursos herramientas inteligentes que permitan a través de los subsidios el crecimiento de la economía.

Al igual que con el calendario de la escuela secundaria, es muy común a esta altura del año registrar muchas notas bajas, pero aún quedan dos trimestres para mejorar los promedios y aprobar el año. A trabajar.

El autor es director en Fundación Iberoamericana de Telemedicina. Esta columna fue publicada en el blog Fin.Gurú

Seguí leyendo: