De "La Perichona" a Cristina Fernández de Kirchner: radiografía de las mujeres argentinas con poder

Amadas, odiadas y míticas, un repaso por las figuras femeninas de la política nacional

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De Evita a Cristina Fernández de Kirchner, un repaso por la vida de las mujeres con poder de la historia argentina
De Evita a Cristina Fernández de Kirchner, un repaso por la vida de las mujeres con poder de la historia argentina

Si hablamos de poder político y mujeres argentinas, es imposible no comenzar por Eva Perón. Alguien que, curiosamente, jamás tuvo otro cargo que el simbólico de Primera dama. No fue diputada o senadora, como Chiche Duhalde o Graciela Camaño de Barrionuevo, casadas con hombres fuertes. Llegó a ser mito sin un solo título, como el Mono Gatica, el trágico boxeador que Leonardo Favio llevó al cine en 1993.

Su influencia histórica es reconocida por simpatizantes y críticos. Silvio Frondizi, el hermano del presidente, un brillante intelectual asesinado por la Triple A en 1974, era tajante: "Sin Eva, el peronismo no habría nacido".

Eva Perón no ocupó un cargo oficial y sin embargo tuvo un rol clave para la historia política del país (Keystone/Getty Images)
Eva Perón no ocupó un cargo oficial y sin embargo tuvo un rol clave para la historia política del país (Keystone/Getty Images)

El 22 de agosto de 1951, mientras la multitud que la CGT de Espejo había movilizado frente al escenario del ministerio de Obras Públicas exigía la fórmula Perón-Perón, sucedieron algunas cosas muy curiosas. Una, la nerviosa insistencia de Perón para que Eva desconcentrara a la gente sin decirles sí, o no. Sabía que esa fórmula era imposible; por la terminante oposición de los militares y su delicada salud.

La otra, el cerrado abrazo entre Perón y su mujer. Debe ser el único registro de una aproximación física semejante. No se percibía, entre ellos, lo que podríamos llamar 'tensión erótica' La libido pasaba por otro lado, al menos en la imagen pública. No pasaría lo mismo con otro matrimonio peronista con poder, Néstor y Cristina Kirchner. Ellos sí se mostraban abrazados o tomados de la mano. Dos estilos diferentes, un mismo proyecto de poder compartido.

Eva Perón en febrero de 1946 (Thomas D. McAvoy/The LIFE Picture Collection/Getty Images)
Eva Perón en febrero de 1946 (Thomas D. McAvoy/The LIFE Picture Collection/Getty Images)

El amor y el odio que instaló Eva en la sociedad argentina alcanzó niveles asombrosos. La devoción de los más pobres es comprensible por las políticas distributivas y por su omnipresencia en la tarea de la asistencia social. Un estilo que en nada se parecía a la piadosa tarea de las Damas de la Sociedad de Beneficencia, sus enemigas. Esto fogoneó el desprecio y el odio de las clases altas, y el rechazo de la progresía, que veía a Perón como un Mussolini a la criolla.

La cumbre de ese odio se vio escrita, con pintura negra y pincel, sobre la calle Austria, muy cerca de la entonces residencia presidencial: ¡Viva el cáncer!

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Lo que no le perdonaban a Eva era su fanatismo y la intolerable exhibición del "aluvión zoológico". La propaganda oficial, timoneada por Raúl Apold, un hombre del cine, arrojaba cada vez más leña al fuego y la mujer de Perón redoblaba la apuesta ante cada ataque "oligarca". ¿Lo hacía porque era muy joven e idealista? ¿Por resentimiento? ¿O por ser mujer? Tal vez por las tres cosas juntas.

El 14 de octubre de 1945, desde su prisión en la isla Martín García, el Perón pre 17, en una carta (sincera o para mandar falsa información a sus captores), le proponía a su "Chinita querida" dejar todo, casarse y mudarse lejos, a Chubut. Pero Eva quería cualquier cosa menos esa paz.

Quería mucho y logró bastante. Por ejemplo, la sanción de la ley 13.010, que le permitía a las mujeres votar y ser candidatas. Así, en 1952, fueron elegidas seis senadoras y 23 diputadas. Eva, agonizante, colocó su voto en una urna sostenida por otra mujer. Una foto icónica.

Eva Perón votando en su lecho de muerte
Eva Perón votando en su lecho de muerte

Sin embargo, la misma que luchaba con fiereza por los derechos de la mujer, puso su firma en La razón de mi vida, un libro encargado al ex falangista español, Manuel Enrique Penella, en 1951. Allí le hacen decir cosas como éstas: "El primer objetivo de un movimiento femenino que quiera hacer bien a la mujer, que no aspire a cambiarlas en hombres, debe ser el hogar. Nacimos para constituir hogares. No para la calle", dice en el capítulo El hogar o la fábrica.

Paradójico es el musical que la instaló como celebridad mundial: la ópera Evita (1978). Buena partitura de Andrew Lloyd Webber, espantoso guión de Tim Tice. Tan simplista, que podría ser resumido así: "Prostituta ambiciosa manipula a militar pusilánime y seduce a pueblo de ingenuos con retraso mental". Uf… Es un poquito más complejo, Tim, my dear.

La figura de Evita, clave para la historia del peronismo
La figura de Evita, clave para la historia del peronismo

La idea original de esta columna era citar mujeres de todas las épocas, pero la fuerza simbólica de Eva, con todo lo que dispara, es arrasadora.

Cuando la mujer servía solo para parir y criar niños, Ana Perichon, La Perichona, una francesita de costumbres libérrimas, fue la todopoderosa amante del Virrey Liniers. Trabajó como espía de ingleses, portugueses y franceses, y protegió a bandas de contrabandistas, con quienes compartía negocios. Su contemporánea Mariquita Sánchez de Thompson, en cuya casa se tocó por primera vez la canción patria, era una intensa activista política. Dos mujeres de clase con inquietudes disímiles y nada comunes, a principios del siglo XIX.

Ana Perichon, más conocida como “La Perichona”
Ana Perichon, más conocida como “La Perichona”

Juana Azurduy no se resignó a coser banderas y uniformes. Peleó, y cómo, en las guerras de la Independencia. Fue coronel en el ejército argentino y boliviano, y murió a los 81 años, en su cama. Encarnación Ezcurra tuvo un poder político ilimitado, pero en tanto esposa de Juan Manuel de Rosas. No es lo mismo.

Ya en el siglo XX, Alicia Moreau de Justo fue la primera mujer destacada en la vida política; y lo hizo desde el socialismo, una fuerza incipiente y minoritaria. Era una militante conocida cuando se casó con Juan B. Justo, fundador del partido. En 1932, con 47 años, redactó un proyecto de ley de sufragio femenino que presentó el socialista Mario Bravo. Fue aprobado en Diputados (con el apoyo de muchas mujeres movilizadas), pero lo rechazó el Senado. Lo mismo pasó en 2018 con la Ley de interrupción legal del embarazo.

Cuando la mujer servía solo para parir y criar niños, Ana Perichon, La Perichona, una francesita de costumbres libérrimas, fue la todopoderosa amante del Virrey Liniers, trabajó como espía de ingleses, portugueses y franceses, y protegió a bandas de contrabandistas, con quienes compartía negocios. Su contemporánea Mariquita Sánchez de Thompson, en cuya casa se tocó por primera vez la canción patria, era una intensa activista política

Veinte años después, Eva tomó esa idea y la hizo votar, desde su posición de poder. Esa "utilización" del ideario socialista, tal vez explique el furioso e irrenunciable anti peronismo de muchos socialistas. Justificarlo, ya sería otro tema.

Alicia Moreau de Justo
Alicia Moreau de Justo

Luego de Eva, golpes militares y silencio. No hubo mujeres destacadas, hasta que en 1965 Perón decidió que su mujer de 34 años, María Estela Martínez, también conocida como Isabel, se instalara en Argentina para enfrentar al peronismo sin Perón, liderado por el sindicalista Augusto Vandor, el Lobo.

Isabel Perón viajó a Mendoza para apoyar al candidato leal, Corvalán Nanclares, contra el neoperonista Serú García. Lo hizo bastante bien, aunque la división consagró al Partido Demócrata. El del Lobo terminó cuarto, detrás del radical. Igual, no asumió nadie. Tocaba Onganía.

Isabel integró la fórmula junto a su marido, Juan Domingo Perón (AFP)
Isabel integró la fórmula junto a su marido, Juan Domingo Perón (AFP)

Lo que le negó a Eva, lo hizo con Isabel. La fórmula, en 1973, al final fue Perón-Perón. La viudez la convirtió en la primera mujer presidente en la historia. Un honor que no suele reconocerle nadie. Al contrario. Isabel Perón, de negro y con rodete, con López Rega, la Triple A, y el decreto de "aniquilación" de la subversión abriéndole la puerta a una represión nunca antes vista, es negada por unos y otros. Su busto brilla por su ausencia en el salón de presidentes de la Casa de Gobierno.

María Julia, la hija del ingeniero Alsogaray, tenía 30 cuando se cruzó en El pueblo quiere saber, programa top de debates, con la peronista ultra verticalista Norma Kennedy. En 1972 los fans del liberalismo no llenaban ni un microcine, así que recién con Menem alcanzó la popularidad. Criada en cuna de oro, se deslumbró con el peronismo. El cenit de esa fascinación fue aquella foto, cubierta solo por un tapado de piel. Su historia terminó mal, con prisión, olvido y muerte.

María Julia Alzogaray, uno de los emblemas del menemismo
María Julia Alzogaray, uno de los emblemas del menemismo

Sin embargo, los liberales menemistas aportaron a un personaje novedoso: Adelina Dalesio de Viola, una rubia de clase media que se definía como "La negra de la Ucedé". Llegó a diputada, y vivió un inolvidable gag en plena campaña, cuando gritó: "Ehh, ¿te gusta mi culo? ¡Votálo!". A fin de siglo, quizá agobiada por tanta denuncia en su contra, decidió alejarse de la política, junto a su marido concejal. Se la recuerda poco.

Graciela Fernández Meijide fue diputada, senadora, precandidata a presidente (perdió con Fernando de la Rúa) y ministra de la Alianza. Es la única madre de desaparecido que participó en elecciones y ejerció cargos públicos. Las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo tienen, como organizaciones, un gran poder. Pero hablamos de un poder simbólico, moral: histórico. Están, claramente, en otro plano.

Amalia Lacroze de Fortabat, otra de las mujeres de gran poder en el país
Amalia Lacroze de Fortabat, otra de las mujeres de gran poder en el país

En otro plano, pero material, también estaba Amalia Lacroze de Fortabat, una mujer poderosísima. Tampoco califica. Ella lo explica en Vanity Fair, nota en los años '90: "Nunca haré política; mire, yo soy partidaria del poder real". Clarísimo.

Elisa María Avelina Carrió se presentó para ir a la Convencional Constituyente de 1994 por pedido de su papá, Rolando, un buen amigo de Alfonsín. Y no paró más. Fue, en 25 años, cinco veces diputada nacional y tres veces candidata a presidente de la Nación. Además, armó y desarmó el ARI (Afirmación para una República Igualitaria), la Coalición Cívica, la CC-ARI, una frente con radicales y socialistas llamado Acuerdo Cívico y Social, el Frente Progresista y el Frente UNEN, con Pino Solanas, del que huyó para fundar Cambiemos, con la UCR y el PRO de Macri.

Elisa Carrió participó de distintos espacios políticos (Maximiliano Luna)
Elisa Carrió participó de distintos espacios políticos (Maximiliano Luna)

Solo la votó el 1,82% en las elecciones para presidente de 2011, pero superó el 50% en las elecciones de 2017, en Capital. Carrió es un personaje difícil de definir. Como líder, por su manía de construir y destruir partidos y alianzas. En lo ideológico, por su estilo zigzagueante, impredecible.

Elisa María Avelina Carrió se presentó para ir a la Convencional Constituyente de 1994 por pedido de su papá, Rolando, un buen amigo de Alfonsín. Y no paró más. Fue, en 25 años, cinco veces diputada nacional y tres veces candidata a presidente de la Nación. Además, armó y desarmó el ARI (Afirmación para una República Igualitaria), la Coalición Cívica, la CC-ARI, una frente con radicales y socialistas llamado Acuerdo Cívico y Social, el Frente Progresista y el Frente UNEN, con Pino Solanas, del que huyó para fundar Cambiemos, con la UCR y el PRO de Macri

Su péndulo viajó desde una difusa centroizquierda (en 2002 una revista ya desaparecida la imaginó en una fórmula con Luis Zamora), hasta la derecha encarnada por Mauricio Macri, su ex "limite". No despierta amores u odios profundos como los de Evita o CFK, pero sí adhesiones y rechazos muy fuertes. No deja espacio para herederos: el molde, se rompió con ella.

María Eugenia Vidal, la dirigente con “buena imagen” del Pro (Dino Calvo)
María Eugenia Vidal, la dirigente con “buena imagen” del Pro (Dino Calvo)

El PRO puede mostrar con orgullo a María Eugenia Vidal, primera gobernadora de la provincia de Buenos Aires. El problema con Mariu es que, salvo por su buena imagen, (Heidi en público, Cruella De Vil en el día a día, dicen), y su eficiente paso como ministra y vicejefa de Macri en la ciudad, no tiene más suela gastada. Tiene futuro, eso sí, si tal cosa fuese posible en este país caníbal.

Gabriela Michetti es la segunda vice de la historia desde Isabel. Antes, fue diputada, vicejefa de Macri y senadora. No es poco. Por propia decisión, o por su peculiar estilo de comunicación, decidió refugiarse en un perfil muy bajo. Allí está cómoda.

Gabriela Michetti, la segunda mujer vicepresidenta del país, después de Isabel Perón (Patricio Murphy)
Gabriela Michetti, la segunda mujer vicepresidenta del país, después de Isabel Perón (Patricio Murphy)

Ya es hora de hablar de la mujer que más odios y amores ha despertado en este país desde Eva Perón: Cristina Fernández de Kirchner. Currículum tiene. Fue, convencional constituyente, dos veces diputada, dos veces senadora y dos veces presidenta. Dividió aguas en la sociedad. De ella se han dicho las mejores y las peores cosas.

Su caso es interesante porque, entre quienes no la quieren, las más pasionales, son las mismas mujeres. El odio a Perón y Eva era sólido y repartido. En este caso sobran los ejemplos de quienes hasta elogian a Néstor Kirchner, antes de hablar pestes de su viuda. Ellas, mucho más.

Cristina Kirchner, dos veces presidenta, desata pasiones entre los argentinos (Matias Baglietto)
Cristina Kirchner, dos veces presidenta, desata pasiones entre los argentinos (Matias Baglietto)

Si alguien imaginó que, por una cuestión honestidad intelectual (no es difícil advertir que CFK es más apta que Isabel Perón), ciertas mujeres la criticarían con respeto, sin caer en la descalificación grosera, se equivocó feo. Quién esto escribe, es uno.

¿Por qué la odian tanto? No es fácil contestar eso. Sí lo hizo Rozitchner, filósofo, escritor y docente de enorme prestigio. Dijo esto:
-"Cristina no es más buena ni más mala que Evita: es una mujer histórica distinta, aunque algo las una y otro algo las separe".

-"Cristina es un animal político femenino en pie de igualdad con el animal político masculino de su marido, Néstor, cosa que no pasaba con Perón y Evita. Ocupa un rango superior a Evita en la escala de Richter de la evolución femenina".

-"De allí surge ese odio nuevo, tan feroz y mucho más intenso, que se apoderó de gran parte de la clase media y alta".

-"Por eso, tantas mujeres sumisas y ahítas de alta y media clase, tan finas y delicadas, no nos ahorran sus miserias cuando se muestran al desnudo al dirigirle sus obscenas diatribas. Cristina las saca de quicio.

Un Rotzitchner puro, siempre tan audaz, polémico y provocador.

(NA)
(NA)

Por cierto, hablamos de León Rotzitchner (1924-2011), y un texto que escribió el 10 de noviembre de 2010 en un diario de circulación nacional.

No se trata, que quede claro, de su hijo Alejandro Rotzitchner, el curioso filósofo oficial del optimismo a lo bestia, autor de la frase "Veo a Macri como a Batman, por lo dinámico", más discípulo del profesor Pangloss (el conformista fan de Leibniz que Molière imaginó para su Cándido), que de su papá.

No hay ninguna necesidad de provocar un nuevo despido en momentos tan difíciles, compatriotas.

Las cosas justas.

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