Campaña electoral: guerra de asados entre Mauricio Macri y Alberto Fernández

Los candidatos a presidente de Cambiemos y el peronismo K se muestran con sus socios políticos a pocas semanas del cierre de listas

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Macri compartió un asado con los obreros que construyeron el Paseo del Bajo. Junto al Presidente también estuvieron el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro porteño de Desarrollo Urbano, Franco Moccia
Macri compartió un asado con los obreros que construyeron el Paseo del Bajo. Junto al Presidente también estuvieron el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro porteño de Desarrollo Urbano, Franco Moccia

Mauricio Macri abandonó la quinta de Olivos y cerca del mediodía se encontró con Horacio Rodríguez Larreta, que había terminado una recorrida con periodistas por la mega obra del Paseo del Bajo. Macri asienta una parte de su campaña presidencial en la obra pública y un asado con 500 obreros que participaron de la construcción del Paseo del Bajo se ajustaba a su estrategia electoral. El presidente comió dos choripanes, tomó agua mineral sin gas y saludó a todos los obreros de la obra que con fanfarria proselitista se inaugurará el lunes próximo.

A 117 kilómetros del obrador que usó Macri para almorzar, Alberto Fernández protagonizaba un asado de campaña junto a Máximo Kirchner y Jorge Ferraresi, Gabriel Katopodis, Martín Insaurralde, Fernando Gray y Juan Zabaleta, entre otros intendentes peronistas del conurbano. El asado fue en la Matera del Parque Criollo –San Antonio de Areco–, y a Fernández le sirvió para demostrar que tiene un fuerte apoyo político en la provincia de Buenos Aires.

Alberto Fernández, junto a Máximo Kirchner e intendentes peronistas
Alberto Fernández, junto a Máximo Kirchner e intendentes peronistas

Durante años, Fernández cuestionó la gestión presidencial de Cristina y eso provocó un fuerte distanciamiento con Máximo y los intendentes del conurbano. Ahora, ya asegurada su candidatura a presidente, era necesario demostrar adentro y afuera del peronismo que las internas partidarias fueron congeladas y que el aparato K se ponía a su disposición. Alberto cumplió su cometido: el asado selló viejas heridas y todos se conjuraron en derrotar a Macri y María Eugenia Vidal en la primera vuelta electoral.

Mientras tanto, Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Guillermo Dietrich, ministro de Transporte, y Franco Moccia, ministro porteño de Desarrollo Urbano, compartían unos choripanes, se sacaban fotos con los obreros de la construcción y comentaban la agenda política. Para Rodríguez Larreta es importante la inauguración del lunes –un comienzo tácito de la campaña electoral– y para Macri una obra pública sin denuncias de corrupción es un argumento político para enfrentar a la fórmula Fernández y Fernández, que por cuestiones legales deben concurrir a los tribunales de Py como abogados en causas propias.

Macri junto a Larreta
Macri junto a Larreta

Alberto regresó de San Antonio de Areco para preparar su primer acto de campaña junto a Cristina Fernández como candidata a vicepresidente. Será en Merlo, y en un fecha icónica para esa fuerza política: el 25 de mayo de 2003, hace ya 16 años, asumía Néstor Kirchner acompañado por Daniel Scioli. Si no cambia la agenda del acto, CFK será telonera de Alberto, que cerrara el acto que se hará en Merlo.

A la hora de la aparición de Fernández y Fernández, Macri estará en Olivos con un puñado de asesores para determinar su estrategia electoral. El presidente habrá llegado de participar en el Tedeum del 25 de Mayo, y aprovechará la intimidad de la quinta de Olivos para pensar acerca de sus próximos pasos políticos. Una tarea compleja frente a la convención radical, su intención de voto y los números de la economía.

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