Tragedia en el Iditarod: la muerte de Bog, George y Henry sacuden al mundo animal

La triste muerte de los tres perros revivió la lucha incansable de PETA por acabar con el Iditarod, competencia anual de carreras de trineos jalados por perros

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Esta edición del Iditarod fue calificada como "la más mortífera de los últimos años" por PETA. (REUTERS/Kerry Tasker)
Esta edición del Iditarod fue calificada como "la más mortífera de los últimos años" por PETA. (REUTERS/Kerry Tasker)

La muerte de Bog, George y Henry, tres perros que formaban parte de diferentes equipos del Iditarod, una competición anual en la que participan agrupaciones de trineos jalados por dieciséis canes, provocó que la organización animalista preocupada por el bienestar de los seres sintientes People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), se pronunciara nuevamente en contra de la carrera.

Autoridades de la asociación afirman que más de 150 perros han muerto en la historia de Iditarod, aunque los funcionarios de la carrera nunca han proporcionado un número oficial de las defunciones desde la primera edición de la celebración, ocurrida en 1973.

Asimismo, los altos mandos de PETA buscan que empresas dejen de patrocinar la carrera de la misma forma que Alaska Airlines, ExxonMobil, Wells Fargo, Coca-Cola, Jack Daniels y Chrysler lo hicieron en el pasado.

La muerte de Bog, Henry y George

PETA nuevamente se pronunció en contra del Iditarod. (REUTERS/Kerry Tasker)
PETA nuevamente se pronunció en contra del Iditarod. (REUTERS/Kerry Tasker)

De acuerdo con el reporte de la agencia de noticias Associated Press (AP), Bog, quien tenía dos años y formaba parte del equipo del “musher” (conductor del trineo de perros) Isaac Teaford, se desplomó el domingo por la mañana a 61 metros del punto de control de la aldea de Mulato, ubicado a 937 kilómetros de los 1.609 de carrera.

Bog murió a pesar de todos los intentos de reanimarlo y después de que un veterinario le realizara RCP durante 20 minutos.

George, de cuatro años, fue el segundo perro en morir durante el Iditarod de este año, pertenecía al equipo de Hunter Keefe. Al igual que Bog, se desplomó y murió tras varios intentos de reanimarlo, de acuerdo con AP.

El cánido murió en el sendero ubicado a 56 kilómetros de la aldea de Kaltag, que a su vez se encuentra en el kilómetro 1.012 de la carrera. Según la agencia de noticias, una necropsia no determinó la causa de la muerte de Bog, autoridades del Iditarod informaron que se realizarán más pruebas y el examen correspondiente a George.

Ambos “mushers” abandonaron “voluntariamente” el Iditarod, ya que, según las reglas, corrían el riesgo de ser descalificados por las autoridades de la competencia.

AP informa que el último perro que murió durante el Iditarod, antes de Bog y George, fue Oshi, una hembra de 5 años del equipo de Richie Beattie, quien falleció en 2019.

Médicos veterinarios encontraron signos de neumonía y la llevaron en avión a Anchorage, Alaska, donde podría recibir atención, sin embargo, murió.

Los dos “mushers” contaban con poca o nula experiencia participando en la carrera. Teaford es un novato y Keefe corrió su segundo Iditarod tras finalizar en onceavo lugar en la del año pasado.

Según el medio local Alaska Public Media, Henry, de tres años, perteneciente al “musher” novato, Calvin Daugherty, se desplomó a las 10:15 horas del martes afuera de un punto de control ubicado en el kilómetro 1.200. El hombre trató de reanimar al animal, sin embargo, no tuvo éxito.

PETA en contra del Iditarod

De acuerdo con PETA, los perros son empujados más allá de su punto de ruptura. (REUTERS/Kerry Tasker)
De acuerdo con PETA, los perros son empujados más allá de su punto de ruptura. (REUTERS/Kerry Tasker)

Las trágicas muertes provocaron que Tracy Reiman, vicepresidenta ejecutiva de PETA, se pronunciara al respecto a través de un comunicado.

“Los perros, incluido uno que pertenecía a su perrera, se desplomaron y murieron en el camino este año cuando sus cuerpos exhaustos fueron empujados más allá del punto de ruptura. Su sangre está en las manos de los mushers”, señaló Reiman.

La organización animalista señala que esta edición del Iditarod “fue la más mortífera de los últimos años”, pues cinco perros murieron en incidentes con máquinas de nieve antes de que comenzara la competencia y otros ocho resultaron heridos.

“Un perro de 2 años llamado Bog, también de la perrera de Dallas Seavey (un famoso musher), fue llevado hasta su muerte por Teaford, quien fue captado en cámara obligándolo a ponerse de pie”, se lee en el comunicado.

La vicepresidenta de PETA lamentó que hasta ahora, aproximadamente 185 perros “han sido retirados” del sendero debido al agotamiento, enfermedades o lesiones.

Asimismo, Reiman le pidió a Liberty Media, empresa patrocinadora del Iditarod, que detenga su apoyo a la carrera, de igual forma que otras compañías lo hicieron tras escuchar a PETA.

Con información de Associated Press