REVIEW | The Last Of Us - Temporada 2 - Episodio 7: Una temporada agridulce

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Episodio 7: Una temporada agridulce

The Last Of Us llegó al final de su segunda temporada. Un conglomerado de 7 episodios que dejó más dudas que certezas y que con un ritmo complicado, plasmó poco menos de la mitad de lo que significa el segundo videojuego de la franquicia. No considero que haya sido una mala temporada, pero tal y como dije en las reseñas anteriores, creo que se tomaron muchas decisiones para cambiar la forma de contar la historia y adaptarla a un formato de serie. Algunas de esas decisiones llegaron a buen puerto, y otras no.

En este último episodio de la temporada no sólo terminamos de ver las consecuencias de las acciones y decisiones de Ellie sino que también ganamos un poco más de contexto en lo que refiere a las relaciones interpersonales de los personajes que aún están en pie y que llevarán, posiblemente, la acción de esta serie hacia su final. Específicamente hablando del reparto conformado por los personajes de Jesse (Stephen A. Chang), Dina (Isabela Merced) y Tommy (Gabriel Luna).

Estos personajes ofician de protagonistas de esta historia que intenta resolver un poco todo lo que se ha plasmado en la temporada: no sólo la relación de Ellie con todos los personajes, sino también los detalles entre Jesse y Dina o entre Tommy y Jesse. Estas sutiles resoluciones, plasmadas en un puñado de escenas, solo han sido posible gracias al desarrollo de cada uno de ellos en tiempos pasados. En ese sentido, la serie no sólo recompensa aquellos episodios lentos y de desarrollo sino que les termina dando un sentido mucho más grande. Ahí es donde la serie de The Last of Us gana.

Lo mismo sucede con la expansión del universo de esta franquicia. Todas las escenas nuevas de la serie, que buscan rellenar un poco los huecos narrativos que por un motivo u otro no pudieron hacerse en el videojuego, están bien aplicados y se sienten nutritivos incluso para quienes ya sabemos todos los giros que tendrá este cuento.

No todas son malas noticias para esta temporada, ni para este episodio en particular. Los golpes de efecto están bien colocados y hay una intención de proveer la información justa para que los espectadores quieran saber más de lo que pasará. Si nos guiamos por el videojuego, no sólo tendremos esta información sino que completaremos huecos que nos servirán para entender mucho mejor lo que vimos.

Por un lado, se entiende el cambio significativo respecto al videojuego en la forma de contar esta historia. Mientras el videojuego va dando información de a fragmentos, la serie se centra sólo en la versión de Ellie para dejar un lugar a una tercera temporada que será protagonizada por Abby. Si bien no podemos dilucidar si es una buena o una mala idea sin haber visto la temporada siguiente, a priori parece un movimiento extraño.

No sólo porque esta temporada termina estando bastante vacía y los personajes terminan siendo poco relevantes. Algunos momentos dejan de tener sentido. El momento más fuerte de este episodio pierde muchísima fuerza al no tener la información que nos darán en una tercera temporada que tardará dos años en llegar y que no tendrá mucha relación ni con Joel, que era el protagonista de la serie hasta hace cinco capítulos, ni con Ellie, que es la protagonista actual.

Creo que, a futuro, si uno mira todo el trabajo que realizaron y realizarán con la serie, todo tendrá muchísimo más sentido y habrá una coherencia narrativa que viene a suplantar la falta de elementos lúdicos en la historia de The Last of Us. Esa falta de interacción tiene que suplirse con desarrollos lentos, empatía con los personajes y fuertes cambios de ritmo y tiempos. Sin embargo, es una decisión que creo no le gustará a muchos espectadores e irá haciendo perder el interés de una narrativa que claramente no estaba pensada para ser una serie.

Otro de los grandes puntos a revisar de esta temporada es el guión y la intención que le dieron a Ellie. Siendo un personaje espectacular, con una gran actuación de Bella Ramsey, muchos de sus diálogos y momentos terminaron empañados por la banalización de algunos momentos y las decisiones que toma el personaje, que estando en una narrativa tan lineal, terminan más en el foco del espectador y terminan siendo un poco raras. A su vez, la serie se toma todo el tiempo del mundo para expandir ciertas situaciones, como la relación de Ellie y Dina, pero intentan introducirse a los serafitas en escenas que dicen poco y nada, que son repetitivas, y que en particular en este último episodio, son completamente evitables.

No me parece una mala temporada de The Last of Us ni me parece una mala serie en general, pero sí creo que tiene muchos más puntos de debate que la primera temporada no tenía ya que en general había sido más redonda. Creo que muchas de las cuestiones mencionadas en esta nota tienen un sentido de cheque a futuro, en la relación que esta temporada tendrá con la tercera o incluso cuarta entrega de la serie. Hoy creo que la segunda temporada de The Last of Us fue de más a menos y que algunas decisiones sobre todo de tiempos dentro y fuera de la serie, no fueron las mejores.

7

De más a menosSin ser una mala temporada, no logra mantener el nivel de la primera temporada y lleva problemas de timing, más allá de lo que pueda mejorar la siguiente entrega.

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Max