Los estadounidenses viven más años, pero pasan menos tiempo en buen estado de salud

Este declive en la salud se evidencia en el incremento de condiciones como la obesidad, diabetes y los trastornos derivados del consumo de sustancias, así como el impacto emocional y físico que sufren los pacientes y sus cuidadores

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La esperanza de vida en EE.UU. aumenta, pero la calidad de vida disminuye por enfermedades crónicas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La esperanza de vida en EE.UU. aumenta, pero la calidad de vida disminuye por enfermedades crónicas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El promedio estimado de vida saludable de los estadounidenses disminuyó, según un análisis del último conjunto de datos del Estudio sobre la carga mundial de morbilidad del Instituto de Métricas y Evaluación Sanitarias, con base en la Universidad de Washington. En 2021, la proporción de vida en buen estado de salud cayó a un 83.6%, comparado con el 85.8% registrado en 1990, reflejando una tendencia en la que, si bien la esperanza de vida en Estados Unidos es mayor, la calidad de vida es baja debido a enfermedades crónicas, obesidad, diabetes y trastornos por consumo de sustancias.

“El periodo de la vida que se pasa sin gozar de buena salud es cada vez mayor, y sus implicaciones son enormes”, dijo en entrevista con el Wall Street Journal (WSJ) el Dr. John Rowe, profesor de política sanitaria y envejecimiento de la Universidad de Columbia. “Los 70 son los nuevos 80″.

Este deterioro de la salud no solo impacta física y emocionalmente a los pacientes y sus cuidadores, sino que también conlleva a consecuencias sociales como el incremento en los costos de salud y un mayor número de individuos incapacitados para trabajar.

Por otro lado, la esperanza de vida en Estados Unidos se incrementó de 75.6 años en 1990 a 77.1 años en 2021. No obstante, la esperanza de vida saludable, que mide la cantidad de años que se pueden esperar disfrutar en buen estado de salud, descendió de 64.8 a 64.4 años durante el mismo periodo. Asimismo, la brecha media estimada entre la cantidad total de años de vida y los años de buena salud se amplió de 10.8 a 12.7 años.

Enfermedades crónicas, obesidad, diabetes y adicciones empeoran la longevidad de la población en Estados Unidos. (Europa Press)
Enfermedades crónicas, obesidad, diabetes y adicciones empeoran la longevidad de la población en Estados Unidos. (Europa Press)

Salud en la longevidad

La esperanza de vida en Estados Unidos, pese a su incremento general, enfrenta un creciente desfase con la longevidad saludable, término que se refiere a los años que una persona vive en buen estado de salud. Aunque la esperanza de vida aumentó significativamente desde principios del siglo XX, pasando de unos 49 años a casi 77, la pandemia impactó negativamente en estos indicadores, los cuales se han recuperado parcialmente, según los datos más recientes proporcionados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

El envejecimiento poblacional ha dado lugar a un aumento de condiciones crónicas asociadas a la edad, lo que, según S. Jay Olshansky, especialista en envejecimiento y profesor de salud pública en la Universidad de Illinois en Chicago, es un resultado del éxito en el aumento de la longevidad y no un fracaso. Los avances en el tratamiento de enfermedades crónicas también han llegado a facilitar una mejor gestión de estas condiciones.

“Vivimos más y mejor, aunque haya aumentado la duración de la vida con enfermedades”, dijo al WSJ Eileen Crimmins, profesora de gerontología de la Universidad del Sur de California que estudia los factores sociales, biológicos y de comportamiento que influyen en la esperanza de vida. “Es mejor de media”.

La población de Estados Unidos experimenta un alza en condiciones crónicas asociadas al envejecimiento. (Getty Images)
La población de Estados Unidos experimenta un alza en condiciones crónicas asociadas al envejecimiento. (Getty Images)

Sin embargo, hay preocupación por el crecimiento en la prevalencia de trastornos por uso de sustancias, la obesidad y diabetes. A esto se suman las mayores tasas de trastornos de salud mental, en particular entre los jóvenes estadounidenses, factores que podrían estar afectando negativamente la calidad de vida durante los años de vejez. De acuerdo con un estudio de CDC, alrededor del 27% de los adultos en Estados Unidos padecían múltiples afecciones crónicas en 2018, lo que supone un aumento con respecto al 22% en 2001.