
En los últimos años, los efectos del cambio climático se han hecho más que evidentes. Y el deporte no ha estado exento de sus efectos. Cada vez son más habituales las pausas de hidratación, las toallas congeladas o los chalecos para bajar la temperatura, pero también los golpes de calor. El tenis ha sido una de las disciplinas más afectadas: Shanghái obligó a Sinner a retirarse del torneo por los calambres y el malestar y también dejó la imagen de Djokovic vomitando en las papeleras de la pista. Lo mismo ocurrió en Cincinnati, donde Rinderknech se desplomó en medio de la pista. Y también en el US Open. Pero el deporte de raqueta no es el único con problemas por las altas temperaturas. El Mundial de atletismo Doha 2019 obligó a muchos deportistas a abandonar la competición y salir del estadio en camilla. Sin embargo, no solo se trata de calor y humedad.
El cambio climático podría hacer peligrar todos los deportes de invierno, según el Comité Olímpico Internacional (COI). Ya en 2022, la cita olímpica invernal celebrada en Pekín dejó imágenes que evidenciaban el impacto de la crisis climática: pistas repletas de una nieve artificial. “Para mediados de siglo solo habrá 10-12 Comités Nacionales con capacidad para organizar unos JJ. OO. de invierno”, detalló hace más de un año Thomas Bach, presidente del COI.
Mientras la crisis climática continúa avanzando, el deporte tampoco se detiene, aunque ello puede tener sus efectos sobre los deportes. Infobae España ha hablado con la doctora Ana de la Torre Combarros, especialista en Traumatología, con una sólida trayectoria en medicina deportiva. Desde 2007 forma parte de los servicios médicos del Getafe Club de Fútbol, donde ha sido pionera como la primera mujer médica en un equipo de fútbol de Primera División en España, y actualmente es la presidenta de la Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol (AEMEF).
-Pregunta: Con el cambio climático ha aumentado la temperatura y la humedad, ¿cómo afecta esto a los atletas tanto en los entrenamientos como en las competiciones?
-Respuesta: Afecta negativamente al rendimiento, aunque se puede reducir. Estas condiciones dificultan la termorregulación corporal, lo que hace que al cuerpo le cueste eliminar el calor, llegando a aumentar la fatiga por aumento de la frecuencia cardiaca (con 10 o 20 latidos más por minuto) y disminuyendo la sangre hacia los músculos. Por lo tanto, el oxígeno y los nutrientes que llegan son menores y la fatiga llega antes. Además, la humedad alta hace que la percepción de la fatiga sea mayor. El sudor es el principal mecanismo de enfriamiento del cuerpo: si hay humedad alta el sudor no se evapora y el calor no se libera. Se producen también alteraciones cognitivas porque la fatiga y el estrés térmico disminuyen la concentración y aumentan los errores. Los más afectados son los deportes de resistencia.

-P: Cada vez es más común ver a tenistas vomitando y mareados en algunos torneos, ¿qué cree que se puede hacer para evitarlo?
-R: Evitando las horas centrales del día para competir. Seguir un plan de hidratación antes, durante y postcompetición que seguro que ya siguen. Usar bebidas frías para la hidratación. Cuidar el aporte de sales minerales. Aumentar las pausas de hidratación. Y también usar ropa holgada, con colores claros y materiales que favorezcan la evaporación del sudor.
-P: ¿Podría el cuerpo de los atletas de élite adaptarse a la nueva realidad climática?
-R: Se adaptan parcialmente. El cuerpo se adapta mejor al frío, mientras que le cuesta más adaptarse al calor. Se tarda entre 10 y 14 días en aclimatarse al calor y la humedad. Al cuerpo le cuesta adaptarse sobre todo al calor, aunque una exposición gradual hace que el cuerpo mejore la capacidad de sudoración y la regulación de la temperatura es mejor.
-P: ¿Cuáles son las condiciones perfectas para los deportistas?
-R: No hay una condición perfecta. Se basan en un equilibrio entre la preparación física y mental. Las temperaturas ideales son las moderadas, entre 6 y 12º C para el fútbol y 3 y 10 °C para correr, con baja humedad y poco viento. Lo ideal es que sean inferiores a 28 °C, si nos referimos al calor. Pero hay gran variabilidad dependiendo del país de procedencia del deportista, y los atletas africanos están más adaptados a las altas temperaturas.
-P: De cara al futuro, y viendo cómo avanza el cambio climático, ¿se tendrán que crear infraestructuras para que los atletas puedan seguir competiendo o concentrar las competiciones solo en determinadas épocas del año?
-R: Sería conveniente buscar las primeras o últimas horas del día para hacer las competiciones en deportes al aire libre. Sería mejor evitar los meses más calurosos del año. También se pueden buscar países donde las temperaturas sean más bajas en las épocas en que se quieran realizar las competiciones.
-P: ¿Es un riesgo que los grandes eventos internacionales, como el Mundial, Eurocopa o los Juegos Olímpicos se realicen en verano?
-R: Sí, si no se hace un proceso de aclimatación previo, como por ejemplo usando más capas de ropa para entrenar, inmersión en agua caliente pre entrenamiento y post entrenamiento. En estos acontecimientos, en los deportes de equipo se hacen también más pausas de hidratación. Otra herramienta es usar toallas refrigerantes o chalecos para bajar la temperatura corporal. Y también se suele aumentar la hidratación.
-P: ¿Será cada vez más complicado mejorar marcas y realizar récords debido a las condiciones climáticas?
-R: Cada vez se cuida más la hidratación y suplementación que ayudan a evitar deshidratación y, por lo tanto, la disminución del rendimiento. Se hacen entrenamientos en condiciones similares a la competición.



