Inspector de Tándem: Villarejo decía ser madero del sector privado a clientes de espionaje

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Madrid, 15 dic (EFE).- El inspector de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional encargado de la investigación del caso Tándem ha declarado en el juicio que el excomisario José Manuel Villarejo se presentaba a sus clientes de sus servicios de espionaje como "madero del sector privado" con contactos con las Fuerzas de Seguridad.

El testigo ha mantenido que Villarejo cobró entre 2012 y 2014 a través de su grupo de empresas Cenyt un total de 411.400 euros que le abonó el empresario Antonio Erico Chávarri para espiar al administrador concursal de su inmobiliaria, el fallecido Luis P.G., y a su exsuegro y principal acreedor, Joaquín Molpeceres, para presionarles y llegar a un acuerdo en el procedimiento del concurso.

La Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio de la pieza del caso Tándem conocida como "proyecto Grass", en el que el fiscal pide 12 años de prisión para Villarejo, cuatro años y medio para su socio en Cenyt, el abogado Rafael Redondo, y siete para Antonio Erico Chávarri.

El inspector que ha testificado este lunes ha corroborado el relato de la Fiscalía, que indica que en 2012 se tramitó el procedimiento concursal de la sociedad inmobiliaria de Chávarri, en el que el acreedor más importante era Molpeceres, empresario del sector del deporte, exvicepresidente de la Federación Española de Tenis y expresidente de la Federación Madrileña.

El fiscal añade en su escrito de acusación que Chávarri sospechaba de posibles irregularidades en el procedimiento por las relaciones que podían mantener de Luis P.G. con Molpeceres por lo que contactó con Villarejo para que les investigara y recabara información sobre las mismas.

Explica que pretendía la obtención de todo tipo de información personal incluidas las eventuales actuaciones irregulares en las que ambos pudieran haber intervenido y en ejecución del encargo VIllarejo y Redondo se hicieron con los tráficos de llamadas de Luis P.G. entre el 15 de septiembre y el 13 de octubre de 2012.

El inspector encargado de la investigación ha dicho en el juicio que el objetivo no era tanto presentar una denuncia sino usar los datos obtenidos para presionar a los espiados y que cedieran para llegar a un acuerdo que le conviniera a Chávarri en el procedimiento del concurso de acreedores.

Ha relatado que según se desprende de las conversaciones intervenidas a los acusados Chávarri pidió buscar "marrones" en los que pudieran estar implicados los investigados y sobre Molpeceres habló de posibles sobornos en el puerto de Denia, de la entrega de maletines en el hotel Miguel Ángel de Madrid y de cuentas en Suiza.

El policía ha añadido que en las reuniones de Villarejo y Redondo con Chávarri y en el informe elaborado por Cenyt se indica que Luis P.G. podía estar recibiendo dinero en efectivo de empresarios concursados que ingresaría en cuentas opacas en Andorra y se le relaciona con pagos a jueces de lo Mercantil para que le encargaran ciertos concursos.

Este nuevo juicio se celebra poco después de conocerse que la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional ha absuelto a Villarejo por los trabajos de espionaje que le acusaban de haber realizado para Repsol y CaixaBank con el objetivo de obtener información del expresidente de Sacyr Luis del Rivero, por los que fue condenado a 8 años de cárcel.

Se trata de su tercera absolución en los juicios que se han ido celebrando en la Audiencia Nacional tras las relacionadas con el supuesto espionaje al expresidente de Martinsa Fadesa y del Real Madrid, Fernando Martín, y con un informe sobre el empresario marbellí Felipe Gómez Zotano en el marco de una disputa económica con una mujer por un asunto inmobiliario.

Además la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional rebajó de 19 a 13 años de cárcel la pena que le fue impuesta a Villarejo en las tres primeras piezas del caso Tándem por las que fue juzgado (Iron, Land y Pintor), al absolverle del delito de falsedad documental.

Villarejo aún tendrá que enfrentar decenas de juicios que quedan pendientes de la treintena de piezas en las que se dividió esta causa.EFE