La Final a Cuatro de la Euroliga convierte a Berlín en un pasaje multicolor

Berlín, 24 may (EFE).- Berlín se convierte este fin de semana en el punto de encuentro de los aficionados al baloncesto con la Final a Cuatro como bandera y con Real Madrid, Olympiakos, Panathinaikos y Fenerbace en busca del mayor cetro continental en el Uber Arena.

El blanco, el rojo, el verde y el amarillo tiñen la ciudad como un arco iris, en el que uno de ellos acabará difuminando a los otros colores.

Aun sabedores de que estarán en minoría, los hinchas blancos llegan al desenlace de la competición con la ilusión de volver a ver su equipo alzar el título que conquistó de manera épica la temporada pasada.

Aproximadamente 500 aficionados, según cifras facilitadas por la Euroliga, han llegado desde la capital de España para alentar a los de Chus Mateo.

Sin embargo, la más numerosa y que más ruido deja de las aficiones en las inmediaciones por la ciudad berlinesa es la de rojo y blanco.

Unos 4.500 aficionados del Olympiakos se han desplazado desde tierras griegas para buscar la epopeya de su equipo, finalista de la última edición y sedientos de revancha, como sus propios fieles, ante el Real Madrid, para el que no se espera que tengan en cancha ni “Paz” ni “Amistad” (el nombre del pabellón del club rojo).

También han venido en multitud sus vecinos y eternos enemigos del Panathinaikos.

Después de 12 años sin estar presentes entre los cuatro mejores equipos de la competición, los hinchas del conjunto del Trébol quieren hacerse nota para empujar a su equipo al que sería el séptimo máximo título europeo de su historia (consiguieron el sexto en 2011).

La Euroliga estima que acudirán unos 3.000 aficionados de la escuadra ateniense para dejarse la voz apoyando a los de Ergin Ataman.

Igual de ruidosos, pero algo menos numerosos, serán los turcos que han venido a apoyar al Fenerbace.

Unos 2.000 simpatizantes otomanos tratarán de llevar en volandas a los suyos, revitalizados, al igual que su equipo, por el carisma del técnico Sarunas Jasikevicius, ídolo absoluto de la parte amarilla de Estambul.

Todos los hinchas se dejan ver por distintos puntos de la ciudad, desde la emblemática Puerta de Brandeburgo hasta el Muro, testigo frente por frente de la sede de la contienda. Y todos, con un solo fin: ver coronarse a su equipo como campeón de Europa. EFE.

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