Problemas coyunturales y estructurales siguen pesando sobre economía alemana, según sondeo

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Berlín, 23 may (EFECOM).- Los problemas coyunturales y estructurales continúan lastrando la economía alemana, cuya recuperación sigue aplazándose, según una encuesta presentada este jueves por la Cámara Alemana de la Industria y el Comercio (DIHK) en la que participaron más de 24.000 empresas.

"La esperanza de los últimos meses de que un buen comercio exterior o una creciente demanda interior pudiera ejercer como motor para las empresas alemanas no se ha confirmado", declaró el presidente de la DIHK, Martin Wansleben, según un comunicado.

"Por el contrario, una coyuntura doméstica y unos sólidos retos estructurales siguen lastrando la economía", agregó.

En vista de las circunstancias, la DIHK pronostica que en el mejor de los casos la economía alemana permanecerá estancada este año.

Sólo el 28 % de las empresas encuestadas (un punto menos que a principios de año) considera que su situación comercial es positiva, mientras que el 23 % la clasifican como negativa.

En particular, en el ramo de la industria, más empresas (un 28 %) califican su situación como negativa que las que la consideran positiva (un 23 %), algo que según Wansleben es "llamativo".

"Normalmente la industria es nuestro principal motor coyuntural debido a sus clientes muy repartidos internacionalmente y su importancia para la actividad inversora en Alemania", señaló.

No obstante, las expectativas de futuro han experimentado algunas mejoras y el porcentaje de empresas con expectativas negativas ha bajado de un tercio a un cuarto del total, aunque los pronósticos pesimistas siguen predominando.

Solo el 16 % de los encuestados tiene expectativas optimistas de cara al futuro.

Junto con los desafíos coyunturales, más de la mitad de las empresas están preocupadas por problemas estructurales como los altos precios de la energía y las materias primas, la falta de mano de obra cualificada y el coste del trabajo.

En cuanto a las inversiones, sólo un cuarto de las empresas tiene previsto incrementarlas, mientras que tres de cada diez se ven obligadas a reducirlas, una tasa que solo se superó durante la crisis financiera de 2008.

"Esto son señales alarmantes de una desindustrialización gradual", advirtió Wansleben, que pidió medidas de alivio fiscal para las empresas. EFECOM

cph/cae/jlm

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