Salvador Illa, el candidato que calma sus nervios con un clip y que aspira a unir Cataluña

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Marc Corominas Planas

Barcelona, 6 may (EFE).- La templanza y la serenidad son dos de los rasgos característicos de Salvador Illa, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, a quien un simple clip le sirve para calmar sus nervios y que, en esta campaña, enarbola el lema "unir y servir" a los catalanes para pasar página del 'procés'.

Salvador Illa Roca (La Roca del Vallès, Barcelona, 1966), desembarcó en 2021 en la primera línea de la política catalana bajo el denominado "efecto Illa" -por su impacto mediático como ministro de Sanidad durante la pandemia- y, tres años después, ya como líder del PSC y jefe de la oposición en Cataluña, ha imprimido un "estilo Illa", basado en el diálogo y el pacto, que lo está situando más cerca que nunca de llegar a la presidencia de la Generalitat.

Con su apuesta por superar el 'procés' y volcarse en la gestión del autogobierno, Illa pretende ser el "clip" que una a los catalanes, recuperando la "excelencia" de los servicios públicos.

Su templanza tiene un secreto: en momentos de estrés, sus manos suelen jugar con un clip que le ayuda a tranquilizarse y a mantener a raya sus nervios, según explican a EFE colabores cercanos.

De hecho, tiene clips de diversos tamaños, desde los típicos de papelería plateados hasta uno de tamaño 'extra', cuya función real es la de marcapáginas, y casi siempre lleva alguno encima.

Se le puede ver usándolos en situaciones de todo tipo, tanto en momentos más relajados, como una visita por el territorio, como en escenarios de más tensión, antes de salir a hacer un discurso importante o de ponerse ante las cámaras.

Extremadamente madrugador, su despertador suena mucho antes que el cacareo de los gallos: a las 5:20 horas, siempre que puede, sale a correr para despejar la mente; a las 6:45h lo recogen en casa y antes de las 8h ya está en el despacho con un té verde en la mano. Un ritmo que él aguanta aparentemente sin problemas y al que sus colaboradores se han tenido que acostumbrar.

Aunque durante años fue un fumador empedernido, antes de asumir la cartera de ministro de Sanidad dejó el tabaco y poco después empezó a hacer "running", una afición que le ha llevado a competir en maratones.

Su condición de corredor de fondo también la ha aplicado en su acción como jefe de la oposición en Cataluña, que ha centrado en construir una alternativa al Govern de Pere Aragonès, tendiendo la mano para aprobar leyes de calado como la del catalán en la escuela o los últimos presupuestos, y logrando así romper la política de bloques instaurada con el 'procés'.

De creencias religiosas, afronta la carrera hacia la presidencia de la Generalitat "bendecido" por el Papa Francisco, al que visitó justo una semana antes de que se convocaran las elecciones catalanas, en una cita en el Vaticano que alteró sus característicos nervios de acero.

Conocedores de su fe, militantes católicos del PSC le mandaron una imagen de San Pancracio, puesto que la fecha de las elecciones, el 12 de mayo, coincide con ese santoral.

"Es el santo que se invoca cuando se quiere reclamar prosperidad, es un buen augurio. Será un buen día para Cataluña y para España", señaló al día siguiente del adelanto electoral Illa, que ha colocado la imagen del santo en su despacho. También los periodistas que siguen su campaña han recibido una en el 'kit' de prensa que repartió el partido.

Después de muchos años siendo el "señor Lobo" del PSC, El solucionador de problemas del partido -igual que Harvey Keitel en "Pulp Fiction"- por sus responsabilidades como secretario de Organización, ahora Illa es la gran esperanza blanca del socialismo catalán para volver a la Generalitat.

El PSC ha encontrado en Illa el líder que hacía tiempo que buscaba, admiten fuentes del partido, que, con todas las encuestas a su favor, confían en repetir y ampliar la victoria en las elecciones catalanas de 2021 para, ahora sí, poder gobernar.

Nacido en el seno de una familia trabajadora de La Roca del Vallès (Barcelona), Illa destaca por ser una persona tranquila, organizada y de trato cortés.

Sus colaboradores subrayan su energía incombustible. Como si temiera aburrirse, busca siempre tener su agenda ocupada y llenar los huecos con visitas, reuniones o llamadas, que a menudo tienen lugar mientras viaja en coche.

Licenciado en Filosofía por la UB y MBA por el IESE, tiene una larga experiencia de gestión como concejal y alcalde de La Roca del Vallès, ciudad que gobernó durante diez años y donde dio sus primeros pasos en política de la mano de Romà Planas, delegado especial del expresident Josep Tarradellas y exalcalde del municipio. EFE

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