El inusual trabajo de un chico de 18 años en zona de guerra: “Soy payaso para mejorar la vida de los niños”

Mohammed Nayef Salem trabaja como payaso en Gaza y su objetivo es hacer reír a los niños

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Tío Tito, payaso en Gaza
Tío Tito, payaso en Gaza (Instagram/ Uncle_Tito_6)

Mohammed Nayef Salem concede una entrevista a Maira Butt para The Independent de Reino Unido y le cuenta como su vocación artística ha acabado siendo el salvavidas de cientos de niños. Mohammed actualmente, vive en el norte de Gaza; su ciudad se encuentra prácticamente destruida por los bombardeos israelíes, y es por eso que su oficio es aún más raro.

El joven, de tan solo 18 años, debe mantener la felicidad mientras la guerra destroza todo a su alrededor. Su objetivo es buscar la sonrisa de los más pequeños. Mohammed empezó a entrenar a los 12 años de edad, su tío lo introdujo en el amplio mundo de las artes circenses y se convirtió en un referente para él. Actualmente vive en el extranjero, pero fue él quién escogió el nombre artístico de su sobrino: ‘Tío Tito‘.

Su entrenamiento como payaso tuvo lugar en la Escuela de Circo de Gaza. Esta organización se centra en el apoyo psicosocial a través del circo, trabajando directamente en escuelas y refugios para aliviar el sufrimiento infantil, incluso llevando sus actividades a zonas de desplazamiento. “Durante los seis años que he estado entrenando, nunca podría haber imaginado que el trabajo sería tan importante, y que se convertiría en un salvavidas para cientos de niños a través de horrores inimaginables”, apunta el joven.

La rutina de Mohammed

Mohammed se despierta cada mañana y, aunque es muy difícil conseguir comida y agua, se prepara religiosamente para viajar con su grupo a centros del norte, donde se encuentran todos los niños refugiados de la zona. Desgraciadamente, su casa ha sido destruida, y el poco tiempo que tiene lo emplea en buscar comida a sus hermanas pequeñas.

Tío Tito, payaso en Gaza
Tío Tito, payaso en Gaza (Instagram/ Uncle_Tito_6)

El joven suele llevar trajes rojos con manchas de colores, un sombrero de copa negro con flores y, por supuesto, la mítica pintura blanca de payaso por toda la cara. Su principal objetivo es proporcionar apoyo psicológico a todos los menores de la región de Gaza, que, además tiene una de las poblaciones más jóvenes del mundo. Casi la mitad de la población tiene menos de 18 años.

Según un informe reciente, de una ONG con sede en Gaza patrocinada por la organización benéfica War Child Alliance, el 96% de los niños sienten que la muerte es inminente y más del 79% tienen pesadillas diarias que les dificulta aún más el descanso. Por otro lado, el 72% presentan signos de agresión.

El estado de los menores

Se calcula que más de 17.000 infantes han perdido a sus padres en estos últimos años, algunos porque han sido asesinados y otros debido a los desplazamientos forzosos que causan los bombardeos. La construcción de espacios de apoyo y seguridad es uno de los factores imprescindibles en el trabajo de Mohammed y de sus compañeros.

“El apoyo a la salud mental lo es todo en este momento para los niños. Podría ser la única vez que sonríen en el día, y podría ser lo único bueno en su vida”, apunta el joven. Debido al cierre de casi todos los colegios, de vez en cuando, aporta un punto educativo en sus shows, como enseñar los números, los colores o el abecedario.

Un avión militar lanza ayuda humanitaria sobre Gaza. (Europa Press)

Mohammed confiesa que es difícil estar en Gaza, sobre todo en el norte de la región, pero siente que ha encontrado su propósito en la vida a través de este trabajo como payaso. “Los niños en Gaza merecen alegría y vida. La risa domina el sonido de los drones”.