Abascal aparta a Ortega Smith del Comité Ejecutivo de Vox tras meses de tensiones internas: lo sustituye por Júlia Calvet y apuesta por perfiles jóvenes en el partido

El histórico de Vox mantiene sus cargos institucionales, pero queda fuera de la dirección nacional

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El exmiembro de Vox, Javier
El exmiembro de Vox, Javier Ortega Smith (Europa Press)

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha decidido apartar a Javier Ortega Smith del Comité Ejecutivo Nacional del partido, el máximo órgano de dirección entre asambleas, en una decisión que formaliza el deterioro de la relación entre la dirección de la formación y uno de sus fundadores históricos. La salida de Ortega Smith de la Ejecutiva se produce tras meses de desencuentros públicos y privados y supone un nuevo paso en su progresiva marginación de los principales centros de poder del partido.

Vox ha informado este martes de la decisión a través de un comunicado, en el que se limita a señalar que Ortega Smith deja su puesto como vocal en el CEN y que será sustituido por la diputada del Parlament de Cataluña y portavoz nacional de Juventud, Júlia Calvet, sin ofrecer más explicaciones sobre los motivos del relevo. El movimiento llega apenas semanas después de que el dirigente madrileño fuera relevado como portavoz adjunto del grupo parlamentario en el Congreso, una decisión que él mismo calificó entonces de “injusta” y “equivocada” y que aseguró no entender.

Pese a esta pérdida de peso orgánico, Ortega Smith mantiene por el momento sus cargos institucionales. Continúa siendo diputado en el Congreso, portavoz del grupo en la Comisión de Justicia y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid. Sin embargo, en el plazo de apenas dos meses ha perdido dos posiciones clave dentro de la estructura interna del partido: la portavocía adjunta en la Cámara Baja y su asiento en la Ejecutiva nacional.

Un distanciamiento prolongado

La relación entre Ortega Smith y la cúpula de Vox se ha ido deteriorando de forma progresiva en los últimos años. Fundador del partido junto a Abascal y otros dirigentes, Ortega Smith fue durante años secretario general y vicepresidente de la formación, además de una de sus figuras más visibles. Sin embargo, tras la salida de la exdirigente Macarena Olona en 2022, Abascal decidió relevarle de la secretaría general y situar en su lugar a Ignacio Garriga, actual secretario general y uno de los hombres fuertes del aparato.

Desde entonces, el dirigente madrileño ha ido mostrando un perfil cada vez más crítico con algunas decisiones estratégicas y organizativas del partido. En agosto de 2023, advirtió públicamente de que “Vox no nació como una agencia de colocación de amigos”, una frase que fue interpretada internamente como una enmienda a la forma de gestionar los nombramientos y equilibrios internos de la dirección.

El líder de Vox, Santiago
El líder de Vox, Santiago Abascal y el exportavoz de la formación, Javier Ortega Smith, conversan durante un pleno en el Congreso (Gustavo Valiente - Europa Press)

Ese mismo año, en una entrevista concedida a Europa Press, Ortega Smith insistió en que el partido no podía perder su espíritu fundacional ni convertirse en una estructura cerrada, en un contexto en el que comenzaron a circular informaciones que apuntaban a que podría plantearse disputar el liderazgo a Abascal en la asamblea de 2024. Aunque ese desafío nunca se materializó formalmente, la desconfianza entre ambas partes se intensificó.

La asamblea celebrada en 2024 ratificó a Abascal como presidente de Vox durante otros cuatro años con más del 90% de los apoyos. En ese cónclave, Ortega Smith fue apartado de la Vicepresidencia del partido, cargo que compartía con Jorge Buxadé y Reyes Romero, y los tres pasaron a ocupar puestos de vocales en la Ejecutiva. La decisión aprobada ahora por la dirección supone el paso definitivo: su salida del órgano de dirección.

Gestos incómodos y críticas internas

En los últimos meses, Ortega Smith ha protagonizado varios episodios que en la dirección del partido han sido interpretados como gestos de desmarque. Uno de los más comentados fue su asistencia a la presentación del ‘think tank’ impulsado por el exdirigente de Vox Iván Espinosa de los Monteros, una figura incómoda para la actual dirección y alejada de la primera línea política del partido. Ortega Smith justificó su presencia alegando que “nadie podía molestarse” por acudir a abrazar a un amigo, mientras que Vox restó importancia al acto y aseguró que había asistido “a título personal”.

Otro episodio significativo fue su presencia en la tribuna de autoridades durante el desfile militar del 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Abascal decidió no acudir para no coincidir con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y optó por pasar la jornada en la calle. Ortega Smith, en cambio, sí acudió al desfile. Preguntado por ello, el líder de Vox evitó valorar la decisión de su compañero de partido, y desde la formación se intentó minimizar el gesto, asegurando que no existía ningún problema interno.

Cuando fue degradado como portavoz adjunto en el Congreso, Ortega Smith expresó públicamente su sorpresa. Abascal respondió entonces recurriendo a un símil futbolístico, señalando que en el partido hay que “aprender a ceder paso” y que existe “un gran banquillo”. El diputado recogió el guante y se definió como un “delantero” con experiencia que sabe “meter goles”, dejando claro que no pensaba retirarse de la vida política.

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Valores jóvenes al alza

La sustitución de Ortega Smith por Júlia Calvet en el Comité Ejecutivo Nacional refuerza la apuesta de Abascal por perfiles jóvenes dentro del partido. Calvet, jurista de formación y expresidenta de la plataforma estudiantil S’ha Acabat!, es diputada autonómica en el Parlamento de Cataluña y una de las caras más visibles de Vox en el ámbito universitario y juvenil.

Su incorporación a la Ejecutiva se produce, además, en un contexto marcado por la ruptura de Vox con Revuelta, la asociación que actuaba como marca juvenil del partido y que se ha visto envuelta en un enfrentamiento interno tras acusaciones de desvío de fondos destinados a las víctimas de la DANA. Con el fichaje de Calvet, la dirección pretende cubrir ese vacío y reforzar el mensaje hacia el electorado más joven.

Según el comunicado difundido por Vox, Calvet centra ahora su labor política en denunciar “las consecuencias de décadas de bipartidismo”, así como “las cesiones al separatismo, los efectos de las políticas de inmigración ilegal y masiva y la falta de oportunidades para los jóvenes”. La diputada catalana se suma así a otros perfiles jóvenes por los que Abascal está apostando en la nueva etapa del partido, como Pepa Rodríguez de Millán, José María Figaredo o Carlos Hernández Quero, que entraron en la Ejecutiva tras la asamblea de 2024 como vocales.