Son muchas las personas que consideran que la paz mental no es algo que vaya con ellos: ya sea porque su mente está acostumbrada a entrar en bucles de pensamiento, por su tendencia ansiosa o su necesidad de tener todo bajo control, creen que jamás podrán alcanzarla. Sin embargo, esta no se trata de un don misterioso reservado solo a algunas personas o que aparece cuando la vida se porta bien con nosotros. Es posible trabajar la calma desde el entendimiento de los procesos de nuestra mente.
En la actualidad, la paz mental se confunde con la ausencia de problemas. No obstante, esto no es del todo así: la vida está llena de tropiezos, errores y situaciones incómodas inevitables; la tranquilidad se halla en saber sobrellevar esto, no en evitar que ocurra.
De esta manera, la neuropsicóloga Marta Jiménez, a través de un vídeo publicado en sus redes sociales (@martajimenezpsicologia) ha compartido “las diez leyes para una vida con paz mental”. A través de estos consejos, que se erigen con una especie de mandamientos, la experta señala que es posible alcanzar la paz mental comprendiendo que lo que ocurre dentro es válido y que lo que pasa de forma externa no depende de nosotros.
De tener un diálogo interno más amable a dejar de intentar ser perfectos
Marta Jiménez comienza su lista de diez leyes con una idea clara: “No controlarás lo que está fuera de tu control, como las opiniones, decisiones y actos de los demás”. En ocasiones, la frustración se convierte en protagonista cuando se observa que lo que ocurre de forma externa no puede controlarse. El entendimiento de esto es el primer paso para alcanzar la paz mental.
En lo que sí hay que poner el foco es en el interior: “Escucharás tus emociones”, señala la neuropsicóloga. Taparlas o ignorarlas solo provoca que estas “griten más fuerte”. De igual manera, es importante el autocuidado a través de un diálogo interno más amable: “No te hablarás como si te odiaras, porque tus palabras se convierten en tu realidad”.
Otras idea clave que comparte la experta es la necesidad de dejar de responder desde el impulso. Desde esta perspectiva, es fácil caer en equívocos, malas palabras y peleas sin fin. “Respira, piensa y luego habla”, recomienda.
Jiménez incide en gran medida en la afirmación de que no se puede anteponer las necesidades de los demás a las propias. Así, explica que no debemos cargar con culpas que no son nuestras —"Devuelve lo que no te pertenece"— ni vivir para agradar al resto. Esto último consigue una traición hacia nosotros mismos, ya que no nos permite crecer de forma independiente.
La neuropsicóloga también se centra mucho en el pensamiento, que es clave para alcanzar la paz mental. En primer lugar, señala que hay que soltar el pasado que no puede cambiarse. Gran parte de las rumiaciones mentales versan sobre lo que se hizo, lo que no se hizo y el recuerdo del pasado: cuando esto tiene una solución, nos sirve para pedir perdón e intentar enmendar la situación (es decir, hay una consecución en el presente); cuando no es así, quedarse en el bucle del pasado solo consigue que no se pueda avanzar.
En segundo lugar, Jiménez incide en una cuestión que ya ha tratado en otros de sus vídeos: “No creerás todo lo que piensas, porque tu mente no siempre dice la verdad”. Los pensamientos intrusivos nos invitan a detectar continuamente errores. La gran mayoría de veces están sesgados y pueden derivar en un bucle de pensamiento. Por ello, la neuropsicóloga señala que es importante identificarlos y no darles espacio para que se enquisten.
En tercer lugar, la experta explica que eliminar la exigencia de la perfección también es fundamental para tener paz mental: “Eres humano, no una máquina”. En una época en la que el valor personal se mide por lo que se produce y alcanza, los errores son considerados casi como pecados. Cambiar esta mentalidad y entender los fallos como una forma de mejorar y crecer es un buen paso para una mente más tranquila.
El último mandamiento de Marta Jiménez es claro: “Recordarás que la paz mental está a tu alcance, porque no se encuentra, se entrena día a día, decisión a decisión”. De esta manera, la experta señala que es posible con intención real de cambiar y con constancia.