El “tiempo efectivo” de horas trabajadas es menor que antes de la pandemia debido a las bajas, según un estudio

Con más ocupados pero menos horas trabajadas por empleado, los cambios en el mercado laboral hacia una distribución menos intensiva del trabajo limitan también el avance de la productividad

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Declaraciones de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien ha afirmado que "la productividad que tenemos desde el año 83 ha crecido un 53%, mientras que los salarios reales sólo lo han hecho al 22%".

Los datos de la recuperación del empleo en España tras la pandemia muestran un fenómeno sorprendente: aunque el número de ocupados ha aumentado, las horas de trabajo efectivo por trabajador continuan por debajo de los niveles de 2019. Esta tendencia tiene consecuencias directas sobre la productividad laboral y la capacidad de crecimiento económico. En el segundo trimestre de 2025, el tiempo total de trabajo creció solo un 0,3%, mientras la productividad se incrementó en un 0,5%. Estos aumentos debiles reflejan un patrón clave del mercado laboral: más empleo no siempre significa más trabajo efectivo por persona ni mejoras en la productividad.

En la XV edición de su informe “Human Capital Outlook”, el Instituto EY Talento e Innovación distingue dos conceptos clave para analizar la evolución de esta tendencia: el margen extensivo y el margen intensivo. El primero se refiere al número total de personas ocupadas, es decir, cuántas personas tienen empleo y cómo ha variado esta cifra desde la pandemia. Por su parte, el aspecto intensivo se centra en cuántas horas trabaja cada persona o la cantidad de trabajo que cada trabajador realiza. El análisis de estas dos dimensiones a partir de datos oficiales corregidos por variaciones estacionales apunta a que el margen intensivo es el que limita actualmente el crecimiento total de las horas trabajadas en España, así como la productividad.

Un obrero trabajando. (Europa Press)
Un obrero trabajando. (Europa Press)

Las horas de trabajo se reparten entre más trabajadores

En el segundo trimestre de 2025, el número total de horas trabajadas por el conjunto de los ocupados repuntó apenas un 0,3% respecto al trimestre anterior, recuperándose tras un descenso cercano a un 1% en el trimestre anterior. Este pequeño aumento se produjo gracias a la creación de empleo: el número de personas ocupadas se encuentra un 8,9% por encima del nivel prepandemia. Sin embargo, el tiempo efectivo por persona sigue un 3,6% por debajo de los niveles de 2019. Esto significa que, aunque hay más trabajadores, cada uno dedica menos horas al trabajo.

La explicación principal se encuentra en el aumento del porcentaje de personas registradas como ocupados que no trabajan. Este porcentaje ha pasado del 8,9% en el cuarto trimestre de 2019 al 13% en el segundo trimestre de 2025 y, según EY, más del 90% de este incremento se debe a bajas por enfermedad, permisos y vacaciones, factores que reducen de manera significativa el tiempo efectivo de trabajo por persona. En otras palabras, la recuperación del empleo ha sido notable, pero el trabajo real que se realiza por trabajador es menor, lo que limita la capacidad de la economía de aumentar su producción total.

Productividad aparente del trabajo real.
Productividad aparente del trabajo real. (Gráfico del Instituto EY con datos del INE)

La productividad, estancada desde 2019

Este comportamiento también tiene un impacto directo sobre la productividad laboral, que sufre un notable estancamiento pese a las positivas cifras de empleo. El PIB por persona ocupada no ha mostrado crecimiento entre abril y junio, sumando un nuevo trimestre a la tendencia casi estática de la productividad por trabajador desde finales de 2019. Por hora trabajada, la productividad crece solo ligeramente, un 0,5% trimestral, insuficiente para compensar la caída del tiempo de trabajo por persona. Por lo tanto, el aumento de los trabajadores tampoco se traduce en más producción por trabajador ni hora trabajada, una situación que podría limitar el crecimiento económico real.