Cómo preparar la infusión de azafrán, la planta que potencia la memoria y es anticancerígena

Entre otros beneficios, ayuda a aliviar dolencias propias de la menstruación o problemas digestivos

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Infusión de azafrán (Shutterstock)
Infusión de azafrán (Shutterstock)

Desde hace siglos y de forma transversal, el azafrán ha sido reverenciado no solo por su exquisito sabor y aroma, sino también por sus innumerables beneficios para la salud. Esta especia, extraída de los estigmas de la flor Crocus sativus, ha sido utilizada en diversas culturas por sus propiedades curativas y terapéuticas. Sin embargo, uno de los aspectos más fascinantes del azafrán es su potencial anticancerígeno, que ha capturado la atención de investigadores en todo el mundo.

La infusión de azafrán, una forma popular de consumir esta especia, ofrece una manera deliciosa y conveniente de aprovechar sus beneficios. La infusión se prepara al remojar los estigmas de azafrán en agua caliente, liberando así sus compuestos bioactivos en el líquido. Entre estos compuestos se encuentran la crocina, la crocetina y el safranal, que se han asociado con una variedad de efectos positivos para la salud.

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Uno de los aspectos más destacados de la infusión de azafrán es su potencial para prevenir y combatir el cáncer. Numerosos estudios han demostrado que los compuestos presentes en el azafrán pueden inhibir el crecimiento de células cancerosas y provocar su muerte programada, un proceso conocido como apoptosis. Además, se ha descubierto que el azafrán posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y podrían proteger las células cerebrales del daño oxidativo y la inflamación, factores asociados con el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas.

Episodio: Memoria.

Además, algunos estudios han sugerido que el azafrán podría mejorar la neurotransmisión y la plasticidad sináptica en el cerebro, lo que potencialmente podría llevar a una mejora en la memoria, el aprendizaje y otras funciones cognitivas. Aunque se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos detrás de estos efectos y su relevancia clínica, los primeros hallazgos son prometedores y sugieren que la infusión de azafrán podría ser una adición bienvenida a una dieta equilibrada para aquellos que buscan mejorar su salud cerebral y mantener la agudeza mental a lo largo del tiempo.

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Además, el azafrán se ha utilizado tradicionalmente en la medicina popular para aliviar una variedad de dolencias, que van desde dolores menstruales hasta problemas de digestión. Su capacidad para reducir la inflamación y actuar como un antioxidante natural puede ayudar a aliviar los síntomas de diversas enfermedades y mejorar la salud en general.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la infusión de azafrán no es un sustituto del tratamiento médico convencional para el cáncer u otras enfermedades graves. Siempre es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de incorporar nuevos suplementos o tratamientos a su régimen, especialmente si está lidiando con una enfermedad grave.

Cómo preparar la infusión de azafrán

Para empezar, simplemente calentaremos una taza de agua hasta que esté a punto de hervir. Luego, agregaremos unos pocos hilos de azafrán a la taza de agua caliente y los dejaremos reposar durante unos 10 a 15 minutos para permitir que los compuestos bioactivos del azafrán se liberen en el líquido. Una vez transcurrido este tiempo, colaremos la infusión para retirar los hilos de azafrán y ya estaría lista para ser disfrutada. Además, se puede añadir un toque de miel o limón según su preferencia para mejorar el sabor si lo desea.

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