El pueblo medieval cerca de Madrid que es uno de los más bonitos de España: historia, cultura y tradición en plena naturaleza

Incrustada en uno de los parajes naturales más impresionantes de Segovia, esta villa sorprende al viajero con su rico patrimonio histórico y cultural

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Incrustada en uno de los parajes naturales más impresionantes de Segovia, esta villa sorprende al viajero con su rico patrimonio histórico y cultural

A lo largo de toda la península se pueden encontrar pueblos que son toda una delicia. Estos no dejan nunca de sorprender al viajero, pues cada uno de ellos tienen algo único que les hacen diferentes. Así, gracias sus hermosas calles, hermosos monumentos y secretos escondidos, las localidades de nuestro país se convierten en destinos perfectos para una escapada. En su mayoría, presentan un conjunto patrimonial que combina historia, cultura y naturaleza, un cóctel que invita a perderse por ellas y disfrutar de todos sus encantos.

De esta forma, Segovia acoge multitud de villas que son el vivo reflejo de la historia que allí aconteció gracias a su mágico entramado medieval. Una de ellas es Sepúlveda, una localidad que asombra al viajero con su impresionante patrimonio arquitectónico y cultural, el cual le ha valido para que su casco histórico sea declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1951. Además, es considerada también uno de los pueblos más bonitos no solo de Segovia, sino de España.

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Por si fuera poco, la villa se enclava dentro de un entorno natural maravilloso marcado por el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Esto la convierte en un destino rural idóneo para los amantes de la naturaleza y el senderismo, pues permite realizar multitud de rutas en un paraje de ensueño. Todos estos encantos están muy cerca de Madrid, a tan solo una hora y media, lo que permite disfrutar de una gran escapada de fin de semana y alejarse del ajetreo de la gran ciudad.

Una dilatada historia

Sepúlveda, en Segovia (Shutterstock).
Sepúlveda, en Segovia (Shutterstock).

El origen de Sepúlveda es incierto, pero se piensa que pudo haber habido un asentamiento prehistórico en los alrededores de la villa. Así, lo demuestran los bifaces encontrados en la ermita de San Julián, del Paleolítico Inferior, y otros hallazgos en la cueva del Tisuco, en la Ocecilla, del Paleolítico Superior. No obstante, lo más probable es que sus primeros pobladores fueran los vacceos y arévacos en la Edad del Hierro, una comunidad que se dedicaba a la caza y la pesca.

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A estos les siguieron los romanos, visigodos y árabes, de los cuales a día de hoy se pueden apreciar algunos vestigios. No fue hasta el año 1010 cuando Sancho García, nieto de Fernán González, conquistó la villa y asentó a la comunidad cristiana. De esta forma, durante la Edad Media, la localidad vivió un periodo de esplendor en el que convivían tres culturas: la cristiana, la musulmana y la judía. Así, cuenta con un cóctel multicultural que se refleja hoy día en su impresionante trazado medieval, el cual descubre infinidad de rincones que muestran la importancia histórica que tuvo la villa.

Un paseo por Sepúlveda

Sepúlveda, en Segovia (Shutterstock).
Sepúlveda, en Segovia (Shutterstock).

La mejor forma de disfrutar de todos los rincones de Sepúlveda es caminar por su pintoresco entramado. Sus estrechas calles y sinuosas calles conducen a todos sus monumentos y lugares de interés, de los que predomina el castillo y sus murallas. A diferencia de lo que acostumbran los pueblos medievales, este se incrusta en pleno casco histórico, pues marca el límite del recinto amurallado y es uno de los lados menores de la Plaza Mayor. Además, se trata de una construcción que pertenece a tres épocas distintas:

  • El siglo X, periodo al que pertenecen tres torreones de la muralla árabe que formaba parte, al mismo tiempo, del castillo-palacio.
  • El siglo XVI, cuando se construyó la casa de González de Sepúlveda.
  • El siglo XVIII, época en la que se adosó al castillo una fachada barroca acompañada de una espadaña situada en el torreón central y formada por dos campanas.

Por su parte, de las murallas se pueden contemplar varios restos distribuidos por la localidad, como es el caso del tramo llamado Trascastillo, recientemente restaurado, y en la zona del Postiguillo. Igualmente, se conservan algunas de las siete puertas que había. A esto le acompaña un patrimonio eclesiástico sin igual, pues llegó albergar hasta 15 iglesias. De todas ellas destaca la iglesia románica de los Santos Justo y Pastor, que construida entre los siglos XII y XIII, alberga actualmente el museo de los Fueros.

A su vez, la iglesia de San Bartolomé, de los siglos XI y XII, es la única de las tres que se construyeron en zona de extramuros que aún se conserva. Igualmente, la de El Salvador está considerada el edificio románico más antiguo de la provincia de Segovia y al sur del Duero y constituye uno de los paradigmas del románico castellano. Otros monumentos imprescindibles son la antigua cárcel o la Casa del Conde de Sepúlveda.

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Por si fuera poco, la villa guarda una gran importancia prehistórica, pues permite disfrutar del Castrillo de Sepúlveda (un pueblo pintoresco), la Necrópolis visigótica, con 666 sepulturas con ajuares casi totalmente germánicos, y yacimientos Los Mercados (Duratón), y la Cueva de los Siete Altares (Villaseca).

Un entorno impresionante

Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, en Segovia (Shutterstock).
Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, en Segovia (Shutterstock).

Por si fuera poco, Sepúlveda se incrusta en uno de los entornos naturales más impresionantes de Segovia: el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. El paisaje presenta un impresionante cañón en el que algunos acantilados llegan a los 100 metros de altura, lo que crea una imagen que deja con la boca abierta al viajero. Recorrer sus alrededores es toda una aventura y algo imprescindible si se visita Sepúlveda.

En este sentido, existen un gran número de senderos que permiten conocer todos sus rincones, aunque hay dos recorridos que son básicos: desde arriba, bordeando el abismo, y desde abajo, siguiendo la margen del curso del río. Además, mientras se disfrutan de estas rutas, se puede contemplar la gran biodiversidad que albergar el entorno, con importantes especies de fauna y flora autóctona que elevan más si cabe el valor medioambiental del parque natural.

Dónde dormir

La localidad cuenta con numerosos alojamientos, siendo mayoritarios los de carácter rural. Así, destacan: Casa Rural Los Lebreles Namaste, Hospedería de los Templarios y Hostal El Panadero.

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Dónde comer

La gastronomía de Sepúlveda se caracteriza por la carne asada y la tradición. Así, el Asador El Panadero, el Figón La imprenta y el Restaurante Puente del Duratón se convierten en muy buenas opciones.

Cómo llegar

Desde Madrid, el viaje hasta Sepúlveda es de alrededor 1 hora y 30 minutos por la A-1. Por su parte, desde Segovia el trayecto tiene una duración estimada de 55 minutos por la carretera Soria - Plasencia/N-110 y SG-P-2322.

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