El precio de la luz ahoga a los hoteles españoles tras perder 164.000 millones de euros por el covid-19

El incremento de los costes energéticos en España de los últimos meses impacta en un 20% en la facturación de la industria turística

Compartir
Compartir articulo
Imagen del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas de Madrid
Imagen del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas de Madrid

La subida desbocada de la energía en España empieza a ahogar a las empresas turísticas de este país y llena de incertidumbre el futuro de cara a la recuperación del sector, el más dañado por la crisis del coronavirus. Petróleo, luz y gas viven semanas de fuertes subidas que están provocando un incremento de los costes que están teniendo un fuerte impacto en los márgenes de las compañías. Hasta el punto de que la subida de la facturación ante la reactivación del consumo no está teniendo una repercusión paralela en las ganancias, que crecen a un ritmo bastante menor. Fuentes empresariales explican a Infobae que no pueden repercutir el aumento de los costes al precio de venta al cliente porque este al final lo fija el mercado.

Esta misma semana, el lobby turístico Exceltur avisaba de que el incremento de los costes energéticos serían uno de los factores que frenarían la reactivación del turismo en España, tanto por el impacto que tendrían en el consumo de las familias como en las cuentas de las empresas. Así, el aumento de los costes energéticos de estos últimos meses repercuten un 20% en los márgenes de las empresas, según los datos de Exceltur.

Por un lado, el encarecimiento de los combustibles viene marcado por la subida del petróleo, que ha llegado estos días a tocar máximos de 2018. El barril de Brent, el de referencia para Europa, ha llegado esta semana a superar los 82 dólares el barril. Los combustibles se han encarecido un 21%, lo que limita los desplazamientos turísticos. A esto se le añade una subida del gas, que mientras en agosto de 2020 llegó a estar a 5 euros el megavatio, ayer llegó a los 98,47 euros. Es decir, una subida de casi el 2.000%. Además, tanto en los combustibles como en el gas las previsiones no son halagüeñas, ya que se espera que continúen aumentando su precio.

La electricidad se triplica

En cuanto a la luz, el mayor efecto lo sufren los hoteleros. Según la patronal Cehat, el que se haya triplicado el precio de la electricidad ha provocado que la factura se haya duplicado. Manifiestan que “esto hace inviable la capacidad de crear puestos de trabajo, pagar proveedores o devolver sus compromisos financieros, debido a la imposibilidad de trasladar este brutal aumento de costes al precio”.

Además, desde la patronal valenciana Hosbec explican a Infobae que para un hotel medio, de cuatro estrellas y unas 200 habitaciones, la cuota de la energía en los gastos totales llega al 15%, de los cuales la electricidad copa la mayor parte. A esta se le añaden, en menor proporción, el gas natural, el gasóleo o el propano. Los hoteleros valencianos explican que con el incremento de los precios de la electricidad este hotel medio, cuyo consumo es de 1.000 megavatios al año, pasa de consumir 40.000 euros al año a unos 120.000. Por eso, piden bonificaciones especiales en los precios finales de la luz con “carácter inmediato”.

Hay que matizar, aun así, que no todos los hoteles están sufriendo por igual, ya que muchos cuentan con contratos fijos cerrados, por lo que la variación de precios en el mercado regulado no les afecta.

Sin embargo, el gremio denuncia “prácticas anticompetitivas” por parte de las empresas energéticas, las cuales están obligando a los usuarios a respetar los contratos indexados y, al mismo tiempo, a que cambien los contratos a tarifas fijas. Los hoteleros afirman que están estudiando acciones legales ante estas prácticas “ventajistas”, que llegan a calificarlas como “chantaje”.

Alerta de quiebras

Los costes de la energía es otro palo más en la rueda de la recuperación turística en España. El sector desde que estalló la crisis sanitaria ha dejado de ganar 164.000 millones de euros. Tras año y medio de pandemia, el verano marcó el principio de la reactivación, con una demanda española por encima de los niveles de 2019 pero la extranjera a la mitad de aquellos tiempos. Pese a este rayo de luz, las empresas siguen muy tocadas por la parálisis en los meses anteriores e incluso hubo unas 44.000 plazas hoteleras cerradas durante los meses estivales. El turismo continúa liderando los afectados en ERTE y la pérdida de empleo neta desde marzo de 2020.

Ahora, con la llegada de los meses de otoño e invierno, la situación es de incertidumbre. A excepción de Canarias que empieza la temporada alta, en el resto de comunidades se espera una ralentización importante que aplazan la recuperación total para al menos los meses de verano de 2022.

La falta de tesorería, los altos niveles de deuda, la futura devolución de los créditos concedidos por el ICO (Instituto de Crédito Oficial) y el incremento de los costes aumentan los riesgos de quiebras y fusiones en el sector. En concreto en las agencias de viajes, hoteles y compañías aéreas.

El Imserso avanza

Una buena noticia, aunque tardía, para el turismo español es que empiezan a desbloquearse los viajes del Imserso destinados a los pensionistas, adjudicándose de manera provisional los tres lotes sacados a concurso. Este programa es crucial para mantener el empleo turístico en temporada baja en todo el país. Aun así, la tardanza a la hora de poner en marcha la tramitación no permitirá que empiecen este mes de octubre, como pretendía el Gobierno.

Mundiplan, el turoperador formado por Iberia y Alsa, gestionará los viajes de costa peninsular e insular, mientras que Turismo Social, integrado por Ávoris y Halcón viajes, los circuitos culturales. Sin embargo, no se descarta que tanto Turismo Social como Traveltino (Logitravel), que no ha logrado ningún lote, denuncien la adjudicación ante los tribunales, lo que retrasaría aún más el comienzo de los 816.000 viajes programados.