Se aleja la recuperación en “V” y Milei tiene el desafío de romper la maldición del segundo semestre

Los mercados se mantienen optimistas a pesar de la fuerte resistencia política que enfrenta el Gobierno. La reactivación económica pasó a ser clave para la estrategia de Milei, pero podría demorarse, al igual que el desarme del cepo cambiario

ARCHIVO - El presidente argentino Javier Milei a su salida de un evento el 26 de enero de 2024, en Buenos Aires. El gobierno argentino anunció el martes 12 de marzo de 2024 la apertura de las importaciones de productos de la canasta básica y de medicamentos por la suba desmedida de precios en los primeros días de marzo. (AP Foto/Natacha Pisarenko, Archivo)

Con la inflación en baja, el dólar tranquilo y la fuerte acumulación de reservas del Banco Central, la preocupación ahora pasó a ser la evolución de la actividad económica. Javier Milei volvió ayer a pedir “paciencia” ante una situación crítica, que incluye un durísimo golpe a los ingresos de las familias, junto a un derrumbe de las ventas y de la producción industrial.

Quienes hablaban hace un mes de una recuperación con forma de “V” ahora reconocen que lo más probable es que esto no ocurra. El motivo principal es que aún no se ha tocado fondo. Pero además todo indica que el despegue tardará bastante en suceder. En el mejor de los casos, el Gobierno podría aspirar a una mejora parecida a una “U”, es decir que no será tan fácil para la economía salir del piso de la crisis para comenzar la recuperación.

La mejor opción para el Gobierno en este caso es que la economía toque fondo entre mayo y junio para apostar una mejora más visible para el público en el segundo semestre. Algo parecido le había sucedido a Mauricio Macri. Cuando empezó a gobernar se encontró con una economía en franco declive, también en el medio de un fuerte salto de la inflación ante la necesidad de recomponer las tarifas y un salto inicial del dólar tras la salida del cepo.

Read more!

La mayoría de los analistas coincide que el bajón económico fue mucho más duro del que vaticinaban cuando asumió Milei. Los salarios perdieron más de 20% en un trimestre y volvieron a niveles del año 2004. La caída de ventas en muchos rubros remite a los peores momentos de la pandemia y el crédito cayó a mínimos históricos.

A pesar de este contexto negativo, los sondeos de opinión muestran que la gente está más optimista respecto al futuro de la economía. Cerca de la mitad opina que la actividad mejorará en los próximos seis meses, aún cuando la mayoría reconoce estar peor.

Inflación en descenso

La baja de la inflación a 13,2% marcó una tendencia favorable en la estrategia del Gobierno, pero al mismo tiempo marcó también un desafío. Es probable que en marzo se detenga la baja, porque las estimaciones indican que podría ubicarse en un rango de 13% a 15 por ciento. Pero aún así lo más probable es que se retome el descenso a partir de abril. Incluso no sería una locura que ya a partir del mes próximo la inflación vuelva a niveles de un dígito mensual.

Los ingresos quedaron muy lejos del avance de los precios REUTERS/Agustin Marcarian

Los mercados siguen en modo confianza y no se vieron afectados por un nuevo revés político que sufrió el Gobierno, esta vez por la decisión del Senado de frenar el DNU de fin de año. Los bonos continuaron en alza, al igual que las acciones que cotizan en Wall Street, mientras que los dólares financieros apenas se movieron.

Los inversores siguen privilegiando casi exclusivamente los números fiscales. No fue casualidad que Luis “Toto” Caputo haya adelantado que febrero también terminó con superávit financiero el día después del traspié legislativo. La del ministro de Economía fue una movida casi idéntica a la de enero, cuando se trabó en el Congreso el tratamiento de la ley Bases.

En breve arrancarán las discusiones con el FMI para llegar a un nuevo acuerdo. El Presidente reconoció que podrían pedirle al organismo ayuda para juntar los USD 15.000 millones que -según su apreciación- precisaría la Argentina para salir del cepo cambiario.

Estos comentarios generaron ciertas dudas sobre los tiempos que se manejan para levantar las restricciones cambiarias. Tanto Milei como Caputo consideran que es riesgoso hacerlo en las actuales condiciones, porque subsiste el riesgo de una disparada de los dólares financieros.

Mientras tanto, se mantienen prácticamente todas las regulaciones que dejó el anterior Gobierno. Esto incluye que nadie que haya comprado dólares oficiales (en particular los importadores) puede acceder al MEP ni al contado con liquidación.

“Lo lógico sería que lentamente se vayan flexibilizando estas trabas, para que el mercado vuelva a funcionar con cierta normalidad”, indicó uno de los principales ejecutivos de una Alyc. Se trata de una opinión generalizada hoy en el mercado bursátil.

Blend cambiario

El Gobierno tampoco modifica el “blend” para exportadores, por el cual las empresas están autorizadas a liquidar el 20% a través del “contado con liqui”. Esto asegura una mayor oferta de dólares en el mercado financiero y le pone un tope a una eventual disparada del tipo de cambio.

Eso explica, además, por qué la fuerte baja de tasas que definió el Banco Central tuvo un mínimo impacto en los dólares financieros y mantuvo la brecha en torno al 20 por ciento.

La idea de un rebote rápido se disipa y la expectativa se desplaza hacia el segundo semestre EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

La principal incógnita a develar es cómo se dará el proceso de reactivación que precisan las empresas, la gente y también el Gobierno para terminar de convalidar el nuevo rumbo. Es casi obligado que este repunte se dé a partir de una recuperación del mercado interno. Ni las exportaciones ni la inversión traccionan lo suficiente como para sacar vigorosamente a la economía de la crisis.

Por supuesto que ayuda y mucho la próxima cosecha gruesa, que ya empezó a generar mayor movimiento en el campo. Esos dólares deberían derramar en los próximos meses tanto en el consumo como en otros sectores como el inmobiliario, histórico refugio de valor.

Pero es la caída de la inflación y la recuperación de los salarios reales lo que daría lugar al inicio de un círculo virtuoso. La baja de la tasas de interés y una recuperación del crédito debería ayudar a complementar esa mejora de la demanda interna.

Romper la “maldición” del segundo semestre es el enorme desafío que enfrenta Milei y es lo que le permitirá fortalecerse políticamente, en medio de un Congreso que resiste con uñas y dientes el cambio.

Read more!

Más Noticias

Tasas municipales: la adicción fiscal de intendentes que encarece los alimentos, el crédito y el precio de los bienes industriales

Gravámenes sin proporción ni contraprestación, precios más caros, “exportación” de impuestos entre provincias y municipios, son algunas de las consecuencias de la voracidad de Intendencias y Consejos Deliberantes

Daniel Artana advirtió que el desafío del Gobierno es mantener la estabilidad y avanzar en reformas estructurales sin afectar el empleo

En diálogo con Infobae, el economista director de FIEL analizó los avances y desafíos de la gestión de Javier Milei. Evaluó la baja de la inflación y eliminación del déficit fiscal, señaló los riesgos en reservas y tipo de cambio, y los problemas para generar puestos formales

Consumo navideño: qué proyecta el comercio para diciembre tras un año duro y cómo intentará traccionar ventas

Los distintos rubros describen un escenario marcado por fuertes caídas de demanda y activan campañas especiales para incentivar compras. Qué se espera para las semanas previas a las Fiestas

Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI): cómo es la iniciativa para pymes que aparece en el borrador de la reforma laboral

El proyecto al que accedió Infobae contempla la creación de un esquema para incentivar las inversiones de pequeñas y medianas empresas, en respuesta al pedido de los sectores industriales de un programa similar al RIGI

El 72% de los trabajadores percibe un sueldo menor a un millón de pesos y enfrenta dificultades para llegar a fin de mes

Según un informe del Instituto Gino Germani, la mayoría de los empleados recibe ingresos insuficientes para cubrir la canasta básica, lo que consolida la figura del “trabajador pobre” y obliga al pluriempleo