
Parece ser que el empresario Elon Musk es el nuevo “rey Midas” del mundo financiero, pues todo lo que toca se convierte en oro. O mejor dicho, lo que difunde masivamente a través de las redes sociales.
El magnate sudafricano es el fundador de Tesla, la compañía de vanguardia en la fabricación de automóviles eléctricos. Las acciones de la firma fueron las que más subieron en 2020, un 653%, en un año convulsionado por el golpe sobre la economía que produjo la pandemia de coronavirus.
Este lunes, Musk volvió a sacudir a los mercados: Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos más valioso del mundo, informó que invirtió este año USD 1.500 millones en Bitcoin y planifica la aceptación de esta moneda digital como forma de pago de sus vehículos.
Esta movida impulsó hasta 15% en el día a la cotización de la criptomoneda, a un nuevo récord de 44.000 dólares.
De la mano de este furor bursátil, una criptomoneda marginal, el Dogecoin, escaló este lunes hasta un 40%, para alcanzar los 0,085 dólar por unidad. Ocho centavos y medio de dólar. En el tramo final de los negocios en Wall Street recortó el alza a un 10% (7,6 centavos de dólar).
Sucede que Musk también contribuyó hace dos semanas a que se disparara la valoración de esta moneda virtual, tras empezar a bromear en Twitter sobre la misma.
La historia de Dogecoin comenzó en 2013, como una broma o parodia de la “fiebre” cripto, a partir de uno de los memes más populares de internet, el del perro japonés Doge. La idea fue de Billy Markus, un programador estadounidense que trabajó como ingeniero en IBM, y Jackson Palmer, un australiano que estaba al frente del departamento de marketing de Adobe Systems.
Inspirada en el Litecoin -en base a un protocolo criptográfico no administrado por ninguna autoridad central, sino por consenso entre pares-, el desarrollo de Dogecoin es parte de una red descentralizada en la que se pueden realizar transacciones entre particulares y empresas de una forma poco regulada. Por lo tanto, no hay diferencia entre esta criptomoneda y otras tantas similares que se pueden encontrar con facilidad.
El Dogecoin todavía está muy lejos de alcanzar al Bitcoin. Mientras que la criptomoneda del perro japonés tiene una capitalización bursátil de USD 10.700 millones, el Bitcoin tiene un valor total de USD 808.000 millones.
Este lunes, antes de la apertura de los mercados en Nueva York, en una presentación ante la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en en inglés), Tesla indicó que la adquisición de Bitcoin está enmarcada en una nueva política de inversiones que apunta a “proveernos con más flexibilidad para diversificar y maximizar aún más el rédito de nuestro efectivo”.
Su presidente, Elon Musk, siempre ha sido un entusiasta promotor de las monedas digitales y, después que en una serie de mensajes Twitter este mes calificó a Dogecoin como “la criptomoneda del pueblo”.
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