La promesa que Diego Maradona no llegó a cumplir y sus hermanas llevan en su piel

Se cumplen tres años del fallecimiento del ídolo, pero su legado es eterno para los fanáticos y especialmente para su familia

Compartir
Compartir articulo
Ana, Mary, Lili, Kitty y Cali rodean a Diego
Ana, Mary, Lili, Kitty y Cali rodean a Diego

Diego Maradona vive en la historia, en el corazón de los fanáticos, en cada regate o lujo que un osado futbolista intente copiarle, y en la piel de sus hermanas. Pero no se trata de un simple tatuaje para evocarlo. Detrás hay una historia de una promesa colectiva que Pelusa no llegó a cumplir antes de su muerte, aquel fatídico 25 de noviembre de 2020. Y se convirtió en un barrilete cósmico de tinta y amor perenne.

Las cinco hermanas del mítico astro (Rita, Ana, Mary, Lili y Cali) coinciden en que el último gran regalo de Diego fueron unas vacaciones masivas “en una casa grande, con pileta, en Pilar. Estábamos todos juntos, dormíamos ahí, pasamos Navidad, hasta que se fue a dirigir a México -a Dorados de Sinaloa-. No sé si él presentía... Estábamos todos ahí”, narró Cali. “Tirábamos colchones en el piso, porque no había tantas camas para todos los que somos. Estuvimos diciembre y enero. Dos meses todos juntos”, describió.

Ahí surgió el compromiso conjunto de hacerse un tatuaje compartido con los nombres de Doña Tota y Don Diego, fallecidos en 2011 y 2015, respectivamente. “Esto es algo íntimo, nunca lo contamos. Él quería tatuarse con nosotros y decidimos hacerlo. Después se fue a México, volvió, seguimos hablando del tema, prometieron llevarle el tatuador allá, pasó el tiempo... Después de lo que pasó, nos dijimos: ‘Tenemos que cumplirle la promesa’”, detalló la cronología Kitty, quien hoy oficia como presidente de , la firma que gestiona los derechos de imagen del Diez.

Claro que el adiós de Diego implicó un cambio del diseño original. El tatuaje ostenta el símbolo del infinito, el nombre o apodo de cada una, y la forma en la que llamaban al campeón del mundo con Argentina en México 86. Que difiere dependiendo de la edad. “A veces se malcría un poco al varón. Éramos cuatro mujeres y vino él. Para nosotros no era Diego o Pelusa, era el nene. De grande también lo llamábamos así”, apuntó Rita, que tuvo que vencer sus miedos para que la aguja hiciera su trabajo.

El tatuaje, en la piel de Ana. Para ella, como para varias de sus hermanas, Diego era "Nene"
El tatuaje, en la piel de Ana. Para ella, como para varias de sus hermanas, Diego era "Nene"

“Yo era la más cagona, pero dije ‘vamos a tatuarnos’. Fue un amigo de Sebastián -Sanchi, ex jefe de prensa de Maradona- el autor de la obra. Cali se tatuó primero, porque ya tenía otros”, acotó. Así, todas tienen su nombre y “Nene” como parte del infinito. Menos la menor, que se selló las leyendas “Calita” y “Pelu”, apócope de Pelusa. Su caso es al revés, ella era la “nena” de Diego.

Sólo falta Mary para cerrar el círculo. Aseguran que existe una foto navideña de las que ya culminaron, con la ofrenda ante la lente, que seguramente lagrimeó de la emoción. En realidad, el pacto era sólo de las mujeres con el ex Argentinos, Boca y Napoli; no incluía a Lalo y el Turco. “Pero mi mermano Hugo se había enterado y cuando tenía previsto venir al país se iba a tatuar, pero no llegó”, descubrió Mary. El 28 de diciembre de 2021 falleció en Italia.

“Las mujeres estábamos más pendiente de él. En aquel momento dijo “yo me voy a tatuar con ustedes”. La idea era como un homenaje a mamá y papá. Cuando él ya no estuvo, cumplimos la promesa con su nombre”, completó Cali. Y ahí, en los brazos de sus hermanas, Diego también es eterno.

"Calita" y Pelu" en el símbolo del infinito
"Calita" y Pelu" en el símbolo del infinito
Ana, Cali, Mary y Rita, rodeadas del legado de Diego (Maximiliano Luna)
Ana, Cali, Mary y Rita, rodeadas del legado de Diego (Maximiliano Luna)