El dardo del hermano de Marcos Rojo a Enzo Pérez tras su particular gesto en el primer gol de River ante Boca

El fin de semana pasado quedó demostrado que las pasiones se desbordan en cada Superclásico. La intensidad con la que se vivió el duelo entre Boca y River en La Bombonera se reflejó en las tribunas, los hogares que siguieron las acciones a través de la TV, el banco de suplentes y hasta el propio campo de juego. Sin dudas, la amistad y el respeto personal pueden trascender la emoción del duelo más importante del país. Y así lo demostraron Enzo Pérez y Marcos Rojo, dos referentes de cada bandera.

Después del gol de carambolas con el que Salomón Rondón abrió el marcador a favor del Millonario, el experimentado volante no pudo evitar una chicana hacia su amigo de toda la vida, Marcos Rojo, quien se encontraba del otro lado de la línea de cal debido a una lesión y no participaba del compromiso. Las cámaras de televisión capturaron el momento en el que el ídolo de La Banda se llevó la mano a la boca y le hizo un gesto acompañado de una sonrisa pícara.

La respuesta de Rojo llegó más tarde, a través de su hermano Franco, quien compartió una foto en su historia de Instagram de Marcos celebrando un gol en un enfrentamiento anterior entre ambos equipos. Y en la imagen, acompañó con la frase: “Ahora son todos piolas”.

La relación entre Enzo Pérez y Marcos Rojo se forjó hace más de 15 años, cuando compartieron el vestuario del histórico plantel de Estudiantes de La Plata en 2008. Juntos, ganaron la Copa Libertadores en 2009 bajo la dirección de Alejandro Sabella. A pesar de que hoy se encuentran en clubes rivales, su amistad perdura. La relación se ha consolidado a lo largo de los años, ya que han compartido experiencias en la selección argentina en los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018, además de muchas convocatorias para amistosos y Eliminatorias. En los entrenamientos, siempre se mostraron juntos, destacando su respeto mutuo.

El defensor central incluso reveló en una entrevista que, antes de unirse a Boca Juniors, había recibido un llamado de Marcelo Gallardo, y que el mediocampista había hecho un esfuerzo para que se uniera al Millonario, aunque finalmente no se concretó. En esa conversación, Rojo admitió que durante los superclásicos, a pesar de su amistad, no escatimaban en intensidad: “Yo le pegaba a propósito y me cagaba de risa, pero él estaba enojado en serio”, dijo en alguna ocasión.

Sin embargo, el vínculo persiste, como se demostró en el último enfrentamiento. Después de que Rojo fuera expulsado del campo debido a su lesión, Enzo Pérez se acercó a advertirle a su amigo que el capitán de Boca aún estaba en la misma área, mostrando el respeto y cariño que mantienen en medio de la pasión de uno de los clásicos más emocionantes del fútbol argentino.

La relación estuvo rota durante un largo tiempo hasta que unas vacaciones en las que coincidieron cerró la grieta. “Con mi familia teníamos cinco días y nos fuimos a Bariloche. Estábamos en el hotel, me registro y me dicen: Está Enzo Pérez. Fuimos a cenar al hotel y estaban él con su familia. Charlamos toda la noche, dijimos las cosas que teníamos que decirnos y la amistad volvió”, comentó el central. Aunque a Marcos no le tocó jugar en esta oportunidad, una vez más la última risa la tuvo Enzo.