La belleza del día: “Ponte della Paglia”, de Maurice Prendergast

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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“Ponte della Paglia” (1898-1922), de Maurice Prendergast.  Oleo sobre lienzo (58.7 x 70,8 cm), en la Colección Philips de Washington
“Ponte della Paglia” (1898-1922), de Maurice Prendergast. Oleo sobre lienzo (58.7 x 70,8 cm), en la Colección Philips de Washington

El postimpresionista Maurice Prendergast (1858 – 1924) nació en Canadá, pero desde temprana edad vivió en Boston, donde comenzó su relación con el arte como pintor de carteles publicitarios.

Esta experiencia no fue solo fundacional en su camino, sino que marcó profundamente su estilo en el uso de los colores brillantes, que luego fue aplicando a los distintos estilos en los que indagó, tanto al óleo como en acuarela, que fue la técnica en la que más trabajó.

Como muchos, marchó a París para perfeccionarse y, como todos lo que lo hicieron, la experiencia cambió para siempre su perspectiva. Allí estudió en la Académie Colarossi con Gustave Courtois y Jean-Joseph Benjamin-Constant y también la Académie Julian. Forjó relación con el canadiense James Morrice y los ingleses Walter Sickert y Aubrey Beardsley, quienes lo introdujeron en la obra de James McNeill Whistler.

Sin embargo, fue en la obra de los impresionistas y puntillistas con las que sintió mayor admiración y la que, a fin de cuentas, replicaría con un estilo muy personal, como se aprecia en Ponte della Paglia.

Prendergast compartió intereses con el grupo The Eight (Los Ocho), que a principios del siglo XX buscó realizar un cambio en la estética artística del país y que devino en la histórica muestra en la galería Macbeth en 1908. Sin embargo, esa asociación estaba relacionada con su apoyo contra el sesgo académico y las políticas restrictivas de la Academia Nacional de Diseño, pero no en sí con la estética y los temas. En ese sentido, Prendergast fue un lobo solitario.

Ponte della Paglia es uno de sus óleos grandes más antiguos del artista, quien lo tuvo en su atelier por más de dos décadas, retocándolo de tanto en tanto, por lo que se aprecia el contraste entre sus estilos tempranos y tardíos. La obra recrea el famoso puente de Venecia que cruza el Rio di Palazzo cerca del Palazzo Ducale, conectando el muelle de la Piazzetta di San Marco con la Riva degli Schiavoni. Es un puente muy concurrido ya que permite la vista por excelencia del turístico Puente de los Suspiros.

Comenzó la obra durante una visita a Venecia en 1898-1899. Al principio, las figuras y los alrededores estaban hechos y pintados al detalle y luego cambió la pincelad fina por una más amplia y gruesa, con tonos más coloridos. En esta pieza se aprecia que el puntillismo de Prendergast es una forma independiente del de Seurat, y convive con el macchiaioli italiano.

La obra fue adquirida a manos del artista en 1922 por Duncan Phillips, coleccionista y crítico que desempeñó un papel fundamental en la introducción del arte moderno en Estados Unidos, quien escribió: “Puso toques redondos de color, uno sobre otro, permitiendo que los colores inferiores se vieran. Así hizo que sus tonos parpadearan y que su tapiz no fuera una tela plana, sino un mundo de espacio resplandeciente...”

La escena de Ponte della Paglia, que se encuentra en la Colección Philips de Washington, es un clásico Prendergast. El artista realizó muchísimas obras de multitudes a lo largo de su carrera, de parques y playas a otros rincones urbanos, dando siempre rienda suelta a un festival de colores.

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