El Departamento de Justicia de EEUU confirmó la incautación de cuatro buques con petróleo iraní que iban a Venezuela

Se confiscaron 1.116 millones de barriles de crudo. El caso estará a cargo de la oficina del fiscal federal del Distrito de Columbia. Los barcos afectados fueron identificados como Bella, Bering, Pandi y Luna

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El Bella (Departamento de Justicia)
El Bella (Departamento de Justicia)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó este viernes que confiscó la carga de cuatro buques iraníes enviados por la Guardia Revolucionaria Islámica hacia Venezuela, incautando 1.116 millones de barriles de petróleo.

El gobierno anunció hoy que ejecutó con éxito la orden de incautación y confiscó la carga de los cuatro buques sumando aproximadamente 1.116 millones de barriles de petróleo”, indicó en un comunicado el Departamento de Justicia.

Estados Unidos recurrió a la justicia el 2 de julio para confiscar el cargamento, como parte de la estrategia de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, al que Washington no reconoce.

El caso estará a cargo de la oficina del fiscal federal del Distrito de Columbia. Los barcos afectados fueron identificados como Bella, Bering, Pandi y Luna.

Venezuela es altamente dependiente de sus ingresos petroleros pero su producción ha caído a aproximadamente a una cuarta parte de su capacidad de 2008 y su economía ha sido devastada por seis años de recesión.

El Bering (Departamento de Justicia)
El Bering (Departamento de Justicia)

Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción de Venezuela en julio se situó por debajo de los 400.000 barriles diarios, un nivel equivalente al de 1934.

En medio del desplome de la industria y de las sanciones de Estados Unidos, Venezuela, que solía refinar suficiente petróleo para sus propias necesidades, debió recurrir a aliados como Irán para aliviar una desesperada escasez de combustible.

El Pandi (Departamento de Justicia)
El Pandi (Departamento de Justicia)

Las incautaciones se dan en el marco de la campaña de presión de la administración de Donald Trump hacia ambos regímenes, y es consecuencia de un pedido de fiscales federales a este respecto a principios de julio.

Zia Faruqui, fiscal federal para el Distrito de Columbia, alegó en su demanda que un empresario iraní afiliado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica organizó las entregas de combustible a través de una red de compañías fantasma para evitar la detección y evadir las sanciones de Estados Unidos.

La Guardia Revolucionaria islámica ha sido designada como organización terrorista por Estados Unidos. Los funcionarios indicaron que, en consecuencia, el objetivo de la medida es no solo evitar la entrega de combustible al país caribeño sino también privar a Teherán de esos ingresos, a la vez que disuadir futuros envíos.

Las ganancias de las ventas de petróleo “apoyan la gama completa de actividades nefastas de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluida la proliferación de armas de destrucción masiva y sus medios de entrega, apoyo al terrorismo y una variedad de abusos contra los derechos humanos, en el país y en el extranjero”, afirmó Faruqui.

El Luna (Departamento de Justicia)
El Luna (Departamento de Justicia)

Ante una aguda escasez de combustible en Venezuela, el régimen de Maduro recurrió a Irán, uno de sus únicos aliados a nivel global. En junio, la teocracia islámica envió cinco petroleros al país.

Tres de ellos efectivamente llegaron y descargaron la mercadería, pero otros dos desistieron para evitar exponerse a las sanciones. Los dos petroleros de propiedad griega no habrían podido conseguir un seguro y acceso a la banca internacional si hubieran seguido adelante.

Dada la imposibilidad de renovar el suministro de combustible, el régimen venezolano ha vuelto a racionar la poca cantidad que resta disponible. En los últimos días volvió a cerrar estaciones de servicio en todo el país. Además de no poder importar, dos de las más grandes refinerías del país han sufrido graves averías en las ultimas semanas.

De esta manera, Venezuela regresa a la misma situación que tenía en marzo, cuando los residentes de Caracas, generalmente los últimos en sentir la escasez de combustible, hacían fila durante días o pagaban hasta USD 4 por litro para llenar sus tanques en el mercado negro cuando el salario mínimo, que percibe buena parte de la población venezolana y está ubicado en 400.000 bolívares, equivale a USD 1,33 mensuales.

Unas 950 de las 1.570 estaciones de servicio han estado cerradas o funcionan en un horario muy limitado, según reportó la agencia Bloomberg en base a la información de una persona con conocimiento de la situación, que pidió no ser identificada porque la información no es pública.

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