Qué es el 'masking' y cuándo se convierte en un problema

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Cuando Amara Brook se estaba formando para ser psicóloga clínica, un supervisor le dio un consejo antes de una reunión importante sobre un paciente: guarda silencio y escucha a tus superiores.

En el jerárquico campo de la medicina, la norma es someterse a las figuras de autoridad y sortear los grandes egos. Pero para Brook, que padece trastorno por déficit de atención e hiperactividad y autismo, las normas sociales tácitas eran difíciles de seguir.

Así que Brook se aferró a un dulce marca Jolly Rancher. El caramelo creó una especie de cemento entre los dientes, un "bozal", dijo Brook; sin él, el fuerte impulso de hablar habría prevalecido y "definitivamente incomodado a los demás".

Brook utilizaba una estrategia de afrontamiento que popularmente se conoce por su nombre en inglés masking, o enmascaramiento: ocultar pensamientos o comportamientos para encajar.

"A veces tenemos que hacer lo que funciona ¿sabes?", dijo Brook, pero hay un inconveniente: cuando estás "montando un espectáculo todo el tiempo, es agotador".

El masking puede ayudar a cualquiera a desenvolverse en entornos difíciles, como el lugar de trabajo. Pero para las personas con autismo y TDAH, ocultar un comportamiento social poco convencional puede convertirse en una estrategia de supervivencia incesante. Y cuando el masking parece constante e inevitable, puede crear o agravar problemas de salud mental.

¿Qué es el masking y de dónde viene el término?

El masking, a veces denominado camuflaje social, es una forma de gestionar cómo nos presentamos, ocultando cosas que los demás podrían considerar objetables para crear una impresión más positiva.

En el mundo académico, la idea cobró fuerza por primera vez en la década de 1960, cuando el psicólogo social Erving Goffman reveló cómo el estigma empujaba a la gente a ocultar ciertas partes de su identidad, como la orientación sexual o la afiliación religiosa, aspectos que no eran inmediatamente visibles.

Pero el término masking no se utilizó de forma destacada hasta más tarde, en la década de 1970, cuando los psicólogos Paul Ekman y Wallace V. Friesen lo emplearon para referirse al acto de ocultar las emociones.

Más recientemente, los miembros de la comunidad autista empezaron a utilizar en internet la expresión "masking autista" para describir la forma en que ocultaban comportamientos como agitar las manos, o cómo estudiaban e imitaban normas sociales como mantener el contacto visual.

Y en 2013, el manual utilizado por los proveedores de salud mental hizo un guiño al concepto, diciendo que los síntomas autistas "pueden enmascararse mediante estrategias aprendidas en etapas posteriores de la vida".

El enmascaramiento autista es ahora un áreaemergente de investigación, y en 2019 los investigadores desarrollaron una herramienta para medirlo llamada Cuestionario de Camuflaje de Rasgos Autistas.

¿Cuándo es útil el masking?

Todo el mundo, neurodivergente o no, necesita enmascararse a veces. La estrategia ayuda a las personas a sentirse aceptadas por un grupo. Y creer que perteneces a un grupo es "uno de los mejores predictores del bienestar", dijo Mark Leary, profesor emérito de psicología y neurociencia de la Universidad de Duke, quien ha estudiado la motivación social.

El masking puede ser fortalecedor cuando se hace de acuerdo con los propios valores de la persona y por elección propia, dijo Iris Mauss, profesora de psicología y directora del Instituto de Personalidad e Investigación Social de la Universidad de California en Berkeley.

Por ejemplo, si valoras ser amable y paciente, podrías elegir evitar expresar aburrimiento y frustración durante una reunión de trabajo que parece interminable, explicó Mauss.

De este modo, añadió, el masking puede permitir "una comprensión más profunda y matizada de lo que significa realmente la autenticidad", ayudando a las personas a adherirse a sus principios básicos.

¿Cuándo es problemático el masking?

A veces el enmascaramiento va demasiado lejos. Ocultar partes importantes de nosotros mismos puede dañar las relaciones íntimas y causar vergüenza o culpa, dijo John Pachankis, profesor de Ciencias sociales y del comportamiento en la Escuela de Salud Pública de Yale.

El masking puede provocar depresión, ansiedad, agotamiento, omisión de diagnósticos de salud mental e incluso comportamiento suicida.

Enmascararse todo el tiempo "sugiere que la forma en que eres fundamentalmente es un problema", dijo Sara Woods, psicóloga clínica del Centro de Autismo de la Universidad de Washington que tiene una consulta privada en Discover Psychology. Y añadió: "Hay que esforzarse mucho todos los días".

Algunas personas pueden temer con razón las consecuencias sociales o profesionales de enmascarar menos, dijo Woods, y esas preocupaciones pueden aumentar si se corre riesgo de discriminación por otros motivos, como el racismo.

Si te preguntas si estás enmascarando demasiado, Mauss sugirió que te preguntaras ¿Me ayuda el enmascaramiento en general? ¿Me ayuda en mis relaciones? ¿O está causando más daño?

Si las desventajas superan a las ventajas, quizá debas explorar la posibilidad de utilizarlo con menos frecuencia, dijo Mauss.

¿Cómo empezar a recurrir menos al masking?

Devon Price, psicólogo social de la Universidad Loyola en Chicago y autor de Unmasking for Life, recomendó encontrar "focos de seguridad" y desenmascararse poco a poco con familiares o amigos que te apoyen.

Price, persona autista, aconsejó tantear primero el terreno con la ayuda de un profesional de la salud mental, como los que figuran en el directorio Terapeutas Neurodivergentes.

Encontrar un grupo que se ajuste a tu identidad es especialmente importante para desarrollar la autoaceptación, ya sea un grupo por los derechos autistas o un club de cómics. Cuando miras a tu alrededor, puedes pensar: "Bueno, no hay nada malo con ellos, quizá tampoco conmigo", dijo Price.

Y si te quitas la máscara y no obtienes el apoyo que esperabas, plantéate volver a intentarlo más adelante: las cosas pueden cambiar y para bien.

"Es importante recordar que la gente puede llegar a ser más tolerante con el tiempo, sobre todo si es capaz de llegar a comprender el problema a través de la perspectiva de una persona importante en su vida", dijo Pachankis.

Christina Caron es reportera del Times y cubre salud mental.