Cinco templos creados para venerar a vírgenes y diosas

La riqueza cultural y espiritual de una comunidad se manifiesta en sus tradiciones, creencias, arte, literatura y valores compartidos. Estos elementos, transmitidos de generación en generación, actúan como un vínculo que une a las personas y les da un sentido de identidad y pertenencia. Es por eso, que la existencia de estos templos y santuarios donde se veneran a figuras femeninas son importantes porque representan la herencia de creencias que ha moldeado civilizaciones.

Desde los santuarios más sagrados de América y Europa, hasta los monumentos históricos de Asia, estos lugares no solo son centros de devoción, sino también guardianes de la historia y el arte. Explorar estos sitios permite entender el trasfondo que ha influenciado profundamente a sociedades diversas a lo largo del tiempo. En esta nota se reseñarán cinco de esos lugares de veneración de vírgenes y diosas.

Inaugurada en 1976, la Nueva Basílica de Guadalupe es uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo y se ubica en la Ciudad de México. Su construcción moderna resalta por un techo conformado por una planta circular, color turquesa, que representa el manto de la Virgen de Guadalupe.

En su interior se aloja la Tilma de San Juan Diego, una pieza de tela que contiene la imagen de la Virgen de Guadalupe y que es objeto de devoción para millones de creyentes. A pocos pasos se halla el Templo Expiatorio a Cristo Rey, conocido también como la Antigua Basílica, abierta en 1709. Este templo se distingue por su arquitectura barroca y ha sido testigo de múltiples eventos históricos.

El Recinto Guadalupano ofrece visitas guiadas gratuitas que permiten conocer otros templos y elementos culturales importantes. Este complejo es un símbolo de la fe y la historia religiosa de México, que atrae anualmente a millones de peregrinos y turistas.

El Santuario de Lourdes es un complejo religioso ubicado en Francia, conocido por sus 22 templos dedicados a la Virgen de Lourdes, famosa por sus manifestaciones milagrosas. La Gruta de Lourdes es la formación rocosa donde la Virgen apareció ante Santa Bernardita en el siglo XIX.

La Basílica de la Inmaculada Concepción, construida después de que las manifestaciones de la Virgen fueron reconocidas como auténticas, se distingue por su arquitectura ojival de estilo gótico. La Virgen pidió en una de sus apariciones que se construyera una capilla en el lugar, lo cual devino en la creación de esa majestuosa basílica.

El sitio es visitado por millones de fieles cada año, muchos de los cuales buscan en las aguas de Lourdes alivio para sus enfermedades. El santuario, además de su belleza arquitectónica, es un importante centro de peregrinación y devoción.

El Santuario de Fátima en Portugal es otro lugar de gran relevancia espiritual, especialmente por la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, cuya construcción se inició en 1928. Este santuario se erigió en honor a las apariciones de la Virgen María en 1917 a tres niños pastores: Francisco y Jacinta Marto, y su prima Lucía. Francisco y Jacinta fueron posteriormente beatificados.

La torre de la basílica es una estructura imponente que mide 65 metros de altura y está coronada por una corona de bronce de siete toneladas. Además, el santuario cuenta con una columnata exterior que incluye 200 columnas y 14 altares, que crea un espacio de majestuosa solemnidad.

El Templo de Meenakshi Amman, ubicado en Madurai, India, es uno de los templos más grandes y emblemáticos del país. Está dedicado al dios Shiva, una de las principales deidades del hinduismo, asociado con la destrucción y la regeneración, y a su esposa Meenakshi, una encarnación de Parvati, madre del dios Ganesha.

El estilo arquitectónico del templo es dravídico y su característica más notable son los cinco gopurams o torres ornamentales, repletas de coloridas esculturas que representan diversos elementos de la mitología hindú. La torre más alta mide 48 metros, que la vuelve en un verdadero símbolo de la arquitectura y cultura india.

El Partenón, uno de los templos más simbólicos y antiguos del mundo, está dedicado a la diosa Atenea, deidad de la sabiduría y la guerra estratégica. Pertenece al conjunto monumental de la Acrópolis de Atenas, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987.

Construido en el siglo V a.C., la estructura del Partenón es un ejemplo destacado de la arquitectura dórica. Cada esquina del templo está decorada con estatuas de mármol que representan la vida de Atenea y otros mitos griegos.

A lo largo de los siglos, el Partenón ha servido distintos propósitos, que incluyó ser una iglesia cristiana y una mezquita otomana. A pesar de los daños sufridos durante los siglos XVII y XIX, el templo fue restaurado a principios del siglo XX. El Partenón es una joya histórica y arquitectónica que continúa atrae a turistas de todo el mundo, y es un testimonio duradero de la magnificencia de la antigua Grecia.