La maquinaria de Rusia contra las voces disidentes atacó nuevamente. En esta oportunidad, los afectados fueron tres periodistas, un abogado y un youtuber, quienes fueron declarados “agente extranjero” por su oposición al Kremlin.
Entre los comunicadores a los que el Ministerio de Justicia ruso busca silenciar figuran desde este viernes Vladimir Romenski, Ekaterina Kotrikadze y la directora de la cadena de televisión independiente Dozhd, Natalya Sindeyeva. Según comunicó el organismo fueron añadidos por sus “actividades políticas”.
Este hecho es un reflejo de la presión contra los medios independientes que hace años se da en Rusia y que se ha visto intensificada en el último tiempo tras la invasión a Ucrania. En un esfuerzo por silenciar a todas las voces que den cuenta del real escenario de la guerra y que se oponen a las decisiones del Ejecutivo, Putin ha implementado un sinfín de mecanismos como cierres y hasta bloqueos de sitios web.
Tal es el caso de Dozhd TV, creado en 2008. La cadena cubrió las actividades de los movimientos opositores rusos y las manifestaciones que estallaron en el país, lo que la llevó en 2021 a ser considerada “agente extranjero”.
Junto con esta disposición, el medio debió suspender sus emisiones desde Rusia el pasado 3 de marzo -a exactamente siete días de lanzada la ofensiva en el país vecino-. “Se ha tomado la decisión de detener temporalmente la actividad del canal de televisión. La palabra temporalmente es muy importante. Necesitamos energía y espacio para entender cómo proceder de aquí en adelante”, comunicó Sindeyeva. Luego, el canal pudo reanudar sus transmisiones el 18 de julio pero desde Letonia.
Decenas de organizaciones e individuos en Rusia llevan esta etiqueta, que debe ser mencionada sistemáticamente en cada publicación, so pena de sanciones.
Además, las organizaciones de prensa basadas en el extrenjero BBC, la Voz de las Américas, Radio Europa Libre, Deutsche Welle y Meduza también se vieron forzadas al cese de sus operaciones en Rusia. El Rozkomandzor justificó la medida por haber publicado “información falsa” sobre varios asuntos, incluyendo “los métodos de ejecutar operaciones de combate (ataques a la población civil, ataques contra infraestructura civil), los números de bajas de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y de víctimas entre la población civil”.
Pero el Ministerio no se limita a los medios de comunicación solamente. Con la actualización de este viernes, Rusia fue también tras el youtuber Ivan Yakovina y el abogado Mijaíl Benyash.
A principios de marzo, el parlamento local aprobó de manera unánime una ley que criminaliza la diseminación intencional de lo que Rusia considera reportes “falsos” en torno al desarrollo de la guerra.
Así, quien difunda información que contradiga la posición oficial del gobierno podría enfrentar una sentencia en prisión de hasta 15 años. Un ejemplo de esto es utilizar los términos “guerra” o “invasión” en lugar de “operación militar especial”, como dispuso el Kremlin.
“Es posible que, para mañana, sus reglas someterán a aquellos que mintieron e hicieron declaraciones que desacreditan a nuestras fuerzas armadas a un severo castigo”, anunció entonces el presidente de la cámara baja, Viacheslav Volodin.
(Con información de AFP)
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