9 cosas que te ayudarán a hacer ejercicio y que no tienen que ver con la fuerza de voluntad, según la ciencia

Esta actividad es parte vital de una vida saludable; sin embargo, para muchos suele ser difícil implementarla en su vida diaria

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El ejercicio es parte fundamental de una vida saludable (Imagen ilustrativa Infobae)
El ejercicio es parte fundamental de una vida saludable (Imagen ilustrativa Infobae)

Sin duda el ejercicio es una de las piezas clave de un estilo de vida saludable, junto con una alimentación balanceada; sin embargo, suele ser un hábito que a muchas personas les cuesta trabajo incorporar a su vida diaria.

Y si bien en el pasado la ciencia y la medicina solían hablar de la “fuerza de voluntad” como una herramienta vital, las teorías actuales que cuestionan la idea de que el self-control es el elemento clave y apuntan más a señalar que crear una hábito desempeña un papel más crucial que tan solo la llamada fuerza de voluntad.

Y es que la voluntad se basa en la toma de decisiones conscientes, como decidir asistir al gimnasio o evitar la tentación de comer dulces, lo cual requiere reflexión y el uso recursos mentales para evaluar esas decisiones.

Los hábitos, en cambio, operan de forma automática, liberándonos de la necesidad de deliberar o decidir, como ocurre con acciones rutinarias tipo cepillarse los dientes o bañarse, que simplemente llevamos a cabo.

Durante un estudio diseñado para profundizar en la teoría de que lo que se necesita para implementar esta hábito en tu vida es fuerza de voluntad, científicos realizaron cinco experimentos para evaluar si los hábitos pueden favorecer o entorpecer el logro de metas, especialmente cuando la voluntad flaquea, como sucede en momentos de estrés.

Los hallazgos indicaron que individuos con hábitos previamente establecidos, fueran estos positivos o negativos, tendían a seguirlos de manera automática frente a la falta de capacidad mental para tomar decisiones.

En cuanto a la motivación, este factor resulta ser menos fiable para el cambio de comportamiento debido a su naturaleza fugaz. Aunque la motivación y la voluntad están intrínsecamente conectadas, existen distinciones significativas entre ellas.

Mientras que la voluntad se refiere a la habilidad de resistir tentaciones o vencer obstáculos para lograr una meta, la motivación actúa como un motor, ya sea interno o externo, que nos dirige hacia nuestros objetivos.

Este motor podría ser la compañía de un amigo durante el ejercicio, el seguimiento de progresos físicos, o las recompensas y penalizaciones establecidas por nosotros o por otros.

Aunque para iniciar se necesita la motivación de la fuerza de voluntad para mantenerse es preciso la creación de un hábito (Imagen ilustrativa Infobae)
Aunque para iniciar se necesita la motivación de la fuerza de voluntad para mantenerse es preciso la creación de un hábito (Imagen ilustrativa Infobae)

Factores que no tienen que ver con la voluntad que te ayudarán a hacer del ejercicio un hábito

Para convertir el ejercicio en un hábito y mantener una rutina regular de actividad física, se recomienda seguir estos consejos:

1. Establecer metas realistas: Comienza con objetivos alcanzables que puedas incrementar gradualmente a medida que tu condición física mejore. Esto te ayudará a mantenerte motivado y evitar la frustración.

2. Encuentra una actividad que disfrutes: La clave para hacer del ejercicio un hábito es disfrutar de la actividad que eliges. Experimenta con diferentes tipos de ejercicio hasta encontrar uno o varios que realmente te gusten.

3. Crea una rutina: Designa un tiempo específico del día para tu actividad física y procura mantenerlo. Hacer ejercicio a la misma hora todos los días ayuda a desarrollar una rutina sostenible.

4. Hazlo social: Busca un compañero de ejercicio o únete a un grupo o clase. Esto no solo hace la actividad más divertida sino que también agrega un elemento de compromiso.

5. Establece un espacio dedicado: Si es posible, crea un área en tu hogar dedicada al ejercicio. Tener un espacio dedicado puede ayudar a que tu mente se adapte más rápidamente al modo de ejercicio.

5. Registra tu progreso: Llevar un registro de tus actividades, ya sea en una aplicación, un diario de ejercicios o en redes sociales, puede proporcionarte un sentido de logro y motivarte a continuar.

6. Integra la actividad física en tu vida diaria: Además de tus sesiones de ejercicio programadas, busca oportunidades para moverte más durante el día, como subir escaleras en lugar de tomar el ascensor o caminar para hacer recados.

7. Recompénsate: Establece recompensas por alcanzar tus metas, pero intenta que no sean contraproducentes (como alimentos poco saludables). Pueden ser cosas como una nueva pieza de ropa de ejercicio o una película que quieras ver.

8. Sé flexible: Si te pierdes un día de ejercicio, no te desanimes. La clave es ser constante en general, no perfecto todos los días.

9. Consulta a un profesional: Si es posible, trabajar con un entrenador personal o un fisioterapeuta puede proporcionarte un plan de ejercicios adaptado a tus necesidades y objetivos específicos.

Realizar ejercicio en compañía puede ayudar a verlo de una manera más positiva (Imagen ilustrativa Infobae)
Realizar ejercicio en compañía puede ayudar a verlo de una manera más positiva (Imagen ilustrativa Infobae)

Hacer del ejercicio un hábito lleva tiempo y paciencia. Sé amable contigo mismo en el proceso y recuerda que cada pequeño paso cuenta. La consistencia es más importante que la intensidad al principio.

Con el tiempo, los estudios señalan que el ejercicio se convertirá en una parte natural y gratificante de tu rutina diaria.