“No soy conservadora”: Brenda Lozano señaló que la polémica la dejó en medio de una guerra política

En medio de la polémica que envolvió el nombramiento de Brenda Lozano como agregada cultural en la embajada de México en España, la escritora dio a conocer su postura, asegurando que ella no es una “conservadora” y que seguirá trabajando para erradicar la violencia contra las mujeres y la cultura incluyente.

A través de un texto publicado en El País, este 20 de agosto, la escritora autoproclamada como feminista, aseguró que en días pasados había aceptado el nombramiento como agregada cultural con humildad, con la idea de contribuir al trabajo de “artistas más jóvenes, en la paridad, y perspectiva de género, en la comunidad LGBT+, los pueblos originarios y otros grupos vulnerados o habitualmente excluidos, y buscando explorar diálogos posibles entre las nuevas expresiones culturales”.

Subrayó que aceptó el puesto público, que históricamente le había pertenecido a hombres, con el interés de marcar un cambio desde una postura no patriarcal a favor de los derechos de todas las personas.

Lozano dijo que forma parte de una generación de feministas que busca cambiar la narrativa social y cultural. Consideró que aún queda un largo camino en México para erradicar la violencia contra las mujeres así como en materia de derechos humanos para que las mujeres puedan decidir sobre sus propios cuerpos; en ese tenor, dijo que ella no es conservadora como algunos grupos.

“No soy ‘conservadora’, ni tengo que ver con los grupos presididos por hombres ya mayores, de hecho, yo no había nacido cuando estos grupos intelectuales se formaron y tuvieron vigencia.”

“Soy parte una generación joven de mujeres que lucha desde su trinchera –en mi caso desde la cultura– por la libertad de expresión, la paridad, la perspectiva de género y la importancia que tiene una idea de cultura amplia e incluyente”, continúo.

Luego de haber sido señalada por criticar al presidente Andrés Manuel López Obrador, recordó que en las tres pasadas elecciones presidenciales votó por él, convencida de que “la democracia y la libertad cultural son intrínsecas, además de que en su proyecto tendrían cabida muchas voces”.

En su misiva señaló que al igual que otras feministas dentro del Gobierno, cree que hay una oportunidad para la transformación de México, impulsada desde “dentro”, donde existe diversidad de posiciones políticas.

Asimismo, denunció que en los últimos días ha sido objeto de ataques violentos y misóginos que incluyen amenazas a su integridad, así como de reclamos por haber disentido con el mandatario en alguna ocasión.

“En los últimos días he sido objeto de una desmedida cantidad de ataques violentos y misóginos hacia mi persona, de injurias, amenazas a mi integridad y de una gran cantidad de falsedades que parten del reclamo de haber disentido. A esas voces decido no escucharlas. Decido fortalecerme con todas las muestras de apoyo y cariño que he recibido. Aparte de los insultos, muchos afirman que mis posiciones críticas, el despido y la renuncia que ha ocurrido en la Secretaría de Relaciones Exteriores debieran llevarme a presentar mi renuncia. Pienso lo contrario”, detalló.

Aseguró que la polémica la ha dejado “en medio de una guerra política y luchas de poder” que no tienen que ver con ella, no obstante, busca defender sus principios a favor de los feminismos, la libertad de expresión y el pensamiento crítico.

“Creo que la defensa de los derechos de las mujeres, la diversidad cultural y la libertad de expresión son hoy más necesarias que nunca. Y con toda convicción seguiré luchando a favor de ello”, finalizó.

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