Estrellas de Hollywood, escritores, deportistas y periodistas: las celebridades que desembarcaron en Normandía en el Día D

Entre los 156.000 soldados aliados que participaron de la Operación Overlord había también un gran número de personalidades destacadas, muchas de las cuales eran ya famosas al momento de asaltar las playas

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Tropas canadienses desembarcando en la playa Juno (National Archives of Canada)
Tropas canadienses desembarcando en la playa Juno (National Archives of Canada)

Conocer las historias de cada uno de los 156 mil soldados que participaron en el desembarco en Normandía el 6 de junio de 1944 es por razones obvias una tarea imposible. En los casos más felices, algunas de ellas apenas pudieron ser rescatadas del olvido por la investigación histórica o periodística. Pero en muchos otros, saber quiénes fueron y qué hicieron esos hombres y mujeres será un secreto guardado en el circulo íntimo de esos héroes desconocidos.

Hay algunos personajes, sin embargo, a los que pudimos conocer en algunas de esas historias y con lujo de detalles. Porque se trata de hombres y mujeres que se volvieron célebres por destacar en las artes, en el cine o en el deporte. En el aniversario 75 del día que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial, seleccionamos a algunas de ellas.

J.D. Salinger

Salinger escribiendo el Guardián en el Centeno durante la Segunda Guerra Mundial
Salinger escribiendo el Guardián en el Centeno durante la Segunda Guerra Mundial

El 6 de junio de 1944 J. D. Salinger era un prometedor escritor de 25 años con un puñado de cuentos publicados. El desembarco en Normandía fue su debut en el conflicto, en el que se desempeñó como sargento en el cuarto destacamento del Cuerpo de Contrainteligencia. Su tarea gracias a su conocimiento de los idiomas era interrogar a los prisioneros de guerra y a los locales que colaboraban con los nazis.

Salinger desembarcó en la playa Utah a las 6:40 de la mañana, junto a la segunda oleada. Debido a las corrientes, el desembarco ocurrió más al sur del lugar previsto: esto le permitió evitar la zona en la que se concentraban las defensas alemanas. Una hora después, ya se encontraba tierra adentro, donde su división se unió al  12º Regimiento de Infantería. Tras el desembarco, comenzaron 26 días de duros combates que redujeron su regimiento a un tercio.

Salinger habló sobre el Día D en "The Magic Foxhole", el primer cuento que escribió mientras luchaba en el frente. En él se relatan los eventos de una batalla librada por su grupo justo después de la invasión y las experiencias que hacen perder la razón al protagonista. Ese cuento contiene una vívida descripción del desembarco: entre los cadáveres en la playa aparece una figura solitaria, un capellán que se arrastra en la arena, buscando frenéticamente sus gafas. El narrador observa con asombro la escena, hasta que la muerte sorprende al religioso.

J.D. Salinger, primero desde la izquierda, junto a unos compañeros en el frente
J.D. Salinger, primero desde la izquierda, junto a unos compañeros en el frente

La experiencia bélica marcó profundamente la escritura de Salinger, a partir de El guardián en el centeno, su obra maestra. Cuando puso pie en la playa Utah, el escritor llevaba consigo seis historias protagonizadas por un joven llamado Holden Caulfield. Esos cuentos, en los que trabajó durante toda la guerra, serían la base del libro que se publicaría en 1951 convirtiéndose en un éxito literario mundial.

El Día D, no obstante, no fue la experiencia más traumática que Salinger vivió durante los 11 meses que pasó en el frente. Para él, peores fueron la terrible Batalla de las Ardenas y la liberación del campo de concentración de Dachau. Sin embargo, el escritor supo transformar el horror  en arte. Y  del estrés post traumatico que sufrió tras esas experiencias salió uno sus mejores cuentos: "Para Esmé, con amor y sordidez".

"La guerra le convirtió en artista y le rompió como hombre. La guerra fue realmente el trauma transformador de su vida", escribieron Shane Salerno y David Shields en Salinger, una monumental biografía del escritor.

Robert Capa 

La primera oleada de tropas estadounidenses desembarcando en Omaha Beach el 6 de junio de 1944. (Robert Capa © International Center of Photography American troops landing on Omaha Beach, D-Day. Normandy. France. June 6th, 1944 | Magnum Photos)
La primera oleada de tropas estadounidenses desembarcando en Omaha Beach el 6 de junio de 1944. (Robert Capa © International Center of Photography American troops landing on Omaha Beach, D-Day. Normandy. France. June 6th, 1944 | Magnum Photos)

El fotoperiodista húngaro Robert Capa supo inmortalizar como nadie el conflicto. Famoso por su valentía, Capa desembarcó en la playa de Omaha junto a los hombres del 16º Regimiento de Infantería de la 1ª División de Infantería durante las primeras oleadas de la invasión. Pocas horas después ya estaba de regreso en Londres, para cumplir el plazo de publicación de la revista Life. Según el mito cuestionado por investigaciones recientes Capa tomó 106 fotos del D DaySin embargo, debido a un error en el proceso de revelado en el laboratorio de Life, sólo se salvaron 11. Esas fotos, ligeramente fuera de foco, pasaron a la historia como "Las magnificas once". Según escribió Life en su edición del 19 de junio, el desenfoque se debió a que las manos de Capa temblaban por la adrenalina del momento. Algo que el fotógrafo, fiel a su estilo algo fanfarrón, desmintió: lo hice a propósito, aseguró. Las fotos en tanto, ya habían entrado en la leyenda. Al punto que Capa decidió titular su autobiografía Ligeramente fuera de foco.

Martha Gellhorn

Gellhorn había cubierto previamente la guerra en Italia y esta fotografía la muestra con tropas en Cassino en febrero de 1944. (Imperial War Museum)
Gellhorn había cubierto previamente la guerra en Italia y esta fotografía la muestra con tropas en Cassino en febrero de 1944. (Imperial War Museum)

En el Día D tampoco faltaron las mujeres. Una de las historias más sorprendentes tiene como protagonista a Martha Gellhorn, una de las corresponsales de guerra más importantes del siglo XX. En 1944, Gellhorn  estaba casada con el escritor Ernest Hemingway, quien también estuvo en el Día D y buscó impedir a toda costa la participación de su esposa. El escritor, que en 1940 le había dedicado a Gellhorn Por quién doblan las campanas, le quitó la posibilidad de participar como corresponsal al apropiarse de la acreditación de la revista Colliers, para la que ella trabajaba habitualmente.

Gellhorn no se dio por vencida y el 5 de junio logró embarcarse a bordo de un buque hospital, en el que viajó escondida en un baño durante toda la noche. Así, durante el día siguiente pudo presenciar al rescate de las víctimas y desembarcar con los socorristas, convirtiéndose en la primera mujer en informar sobre la invasión junto a Margaret Bourke White, Ruth Cowan de The Associated Press, Katherine Coyne del Herald, Lee Carson y Mary Welsh.

La guerra marcó la ruptura definitiva con Hemingway, de quien se divorció en 1945.

John Ford

John Ford (Allan Warren/Wikimedia Commons)
John Ford (Allan Warren/Wikimedia Commons)

El legendario director, cuatro veces ganador del premio Oscar, participó en el desembarco como oficial de los servicios cinematográficos de la Armada de los Estados Unidos. Su tarea fue filmar un documental sobre el Día D. Debido a la gran cantidad de bajas aliadas, sin embargo, la película del autor  de clásicos como La diligencia y El fugitivo tuvo una difusión limitada. Años después, la cinta desapareció misteriosamente.

Henry Fonda

Henry Fonda durante la guerra (Museo Nacional de la Marina de los Estados Unidos/ Flickr)
Henry Fonda durante la guerra (Museo Nacional de la Marina de los Estados Unidos/ Flickr)

El actor Henry Fonda se desempeñó a bordo en el destructor USS Satterlee, que brindó apoyo a los Aliados durante la invasión de Normandía. Años más tarde, en 1962, la realidad se mezcló con la ficción. Fonda participó en "El día más largo", una película que se convirtió en referencia sobre el Día D, representando fielmente el enorme esfuerzo aliado, la respuesta alemana y los horrores de la guerra.

Alec Guinnes

Alec Guinnes como Obi Wan Kenobi, y como marinero en la Royal Navy
Alec Guinnes como Obi Wan Kenobi, y como marinero en la Royal Navy

El británico Alec Guinnes, conocido por su papel como Obi Wan Kenobi en Star Wars, sirvió en la Royal Navy, la marina británica. De acuerdo con el libro "Deber, Honor, Aplausos: estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial", Guinness pilotaba una lancha de desembarco en el Día D que transportaba tropas británicas a las playas de Normandía.

James Doohan 

James Doohan como Montgomery “Scotty” Scott en “Star Trek”.
James Doohan como Montgomery “Scotty” Scott en “Star Trek”.

El actor canadiense, conocido por su interpretación del ingeniero Montgomery "Scotty" Scott en "Star Trek", participó en la Segunda Guerra Mundial en el Regimiento Real de Artillería Canadiense. Desembarcó en Normandía en la playa de Juno, donde neutralizó a dos francotiradores antes de quedar herido en una pierna, el pecho y perder un dedo de la mano derecha al ser baleado por una ametralladora. Su valentía le valió el apodo de "piloto más loco en la Real Fuerza Aérea Canadiense".

David Niven

El británico David Niven como soldado y durante una pausa de la filmación de “Los cañones de Navarone”
El británico David Niven como soldado y durante una pausa de la filmación de “Los cañones de Navarone”

El actor británico David Niven, ganador de un Premio Oscar, también participó en la invasión de Normandía, aunque llegó unos días después del Día D. Niven formaba parte de la Unidad de Señales Fantasma, responsable de mantener informados a los comandantes de retaguardia sobre las posiciones enemigas. Al igual que Fonda, luchó en la guerra también en la gran pantalla: en 1961 protagonizó la película nominada al Oscar "Los cañones de Navarone".

Yogi Berra

Yogi Berra falleció en 2015 a los 90 años (CBS)
Yogi Berra falleció en 2015 a los 90 años (CBS)

La estrella del béisbol Yogi Berra receptor de los New York Yankees y miembro de la Hall of Fame participó en el desembarque en Normandía conduciendo un bote lanzacohetes contra las posiciones enemigas en la playa de Omaha.

Edward Ardizzone 

En el mar en una lancha en Normandía (Edward Ardizzone.© IWM)
En el mar en una lancha en Normandía (Edward Ardizzone.© IWM)

El pintor Edward Ardizzone trabajó como artista de guerra oficial asignado a la Oficina de Guerra por el Comité Asesor de Artistas de Guerra británico. Ardizzone acompañó a las tropas que cruzaban a Francia en una lancha una semana después del Día D, una experiencia que registró en este dibujo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Ardizzone fue uno de los artistas de guerra más prolíficos, produciendo más de 400 obras. Según se lee en la página del Imperial War Museum, acompaño las fuerzas británicas en Francia y cubrió el London Blitz, las campañas en el norte de África, Sicilia e Italia y en el noroeste de Europa.

Ernie Pyle

(Bert Brandt/Acme Newspictures, via Associated Press Foto)
(Bert Brandt/Acme Newspictures, via Associated Press Foto)

El 6 de junio de 1944 Ernie Pyle había recién ganado el premio Pulitzer por una serie de crónicas en las que, con un estilo franco y coloquial, retrató la vida de los soldados y la población durante la guerra.

Con su habitual honestidad, Pyle contó en su primer informe sobre el Día D, publicado el 12 de junio de 1944, lo desalentadora que había sido la invasión, y el milagro que había significado conquistar las playas. "Las ventajas fueron todas para ellos", dijo Pyle sobre los alemanes. Y describió el "fuego cruzado en cada centímetro de la playa", las "inmensas zanjas en forma de V, minas enterradas, alambres de púas" y "cuatro hombres en la orilla por cada tres hombres que teníamos acercándonos a ésta". "Y aún así", concluyó Pyle,"seguimos adelante ".

Pyle mostró a sus lectores el verdadero costo de la lucha. Y lo hizo a su manera: sin descripciones cruentas, a través de una conmovedora enumeración de las pertenencias de los soldados que habían quedado en la orilla. "Se extiende en una pequeña línea delgada, al igual que una marca de agua alta, por millas a lo largo de la playa", escribió. "Aquí, en una fila desordenada por milla en milla, están los paquetes de cigarrillo de los soldados. Aquí hay calcetines y lustradores de calzado, kits de costura, agendas, biblias y granadas de mano. Aquí están las últimas cartas de casa… Aquí hay cepillos de dientes y cuchillas de afeitar, e instantáneas de familias en su hogar que lo miran desde la arena. Aquí hay bolsillos, espejos, pantalones extra y zapatos sangrientos abandonados".

Pyle se quedó en Europa hasta las dos semanas posteriores a la liberación de París. Regresó a Estados Unidos y al poco tiempo volvió al frente de guerra, esta vez en el Pacífico. Allí, el 18 de abril de 1945, 20 días antes del fin de la guerra en Europa, fue alcanzado por una bala en la sien izquierda: murió al instante en una zanja en la isla de Ie Shima, en la costa noroeste de Okinawa.

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