Una nueva y revolucionaria tecnología permitiría resolver un famoso asesinato que conmovió a la opinión pública norteamericana en 1987. Se trata del crimen y violación de Darlene Krashoc, una soldado de 20 años que fue golpeada y estrangulada hasta la muerte. La joven estaba destinada en Fort Carson, Colorado.
El hecho ocurrió en Colorado Springs el 17 de marzo de aquel año y ahora los detectives podrían dar con el autor del brutal hecho gracias a una novedosa tecnología que permite reconstruir el rostro del sospechoso a partir de una simple muestra de ADN. De funcionar, podría resolver decenas de casos que aún no consiguieron justicia. Incluso, acelerar los procesos de miles de juicios.
El cuerpo de Krashoc fue hallado por la policía en la parte trasera de un restaurant coreano. Su cadáver presentaba rasgos de haber sido golpeado y estrangulado. La autopsia confirmaría después las sospechas de los investigadores: también había sido violada.
El Comando de Investigación Criminal del Ejército de los Estados Unidos ha dado a conocer en las últimas horas dos imágenes hechas a partir de los datos aportados por la prueba genética. Los investigadores utilizaron un proceso conocido como fenotipado para reanimar la apariencia y los ancestros del posible sospechoso. El novedoso método fue aportado por primera vez a pedido del Ejército norteamericano por la empresa Parabon NanoLabs, quien desarrolló la tecnología llamada Snapshot.
Esto significa que los detectives a cargo del caso pudieron recrear una composición potencial del posible autor del crimen basado en los predictores de su cabello, color de ojos y hasta la forma de su cara. En un comunicado, el Comando de Investigación Criminal aclaró: "Es importante hacer notar que las composiciones son aproximaciones científicas de la apariencia basada en ADN, y no son réplicas exactas de ella. Factores como la ingesta de tabaco, la bebida, la dieta no pueden ser predecidos por análisis de ADN".
"Queremos llevar justicia a esta joven mujer que perdió la vida", indicó Christopher Grey, vocero del Ejército. "Siempre buscamos a alguien que se arrepienta o pueda darnos información de todo aquel tiempo", añadió. Incluso, al reabrir el caso, las autoridades han ofrecido 10 mil dólares a todo aquel que pueda identificar al presunto asesino.
La noche en que desapareció, Krashoc había estado bebiendo y bailando en un reconocido club llamado Shuffles junto a otros compañeros de cuartel. Pasada la medianoche, abandonó el bar, sin compañía. Cuatro horas más tarde, su cuerpo fue encontrado en la parte trasera del Restaurant Club Coreano por la Policía de Colorado Springs.
Durante las primeras audiencias, la madre de la joven soldado contó que su hija le había confesado que sentía miedo y que quería abandonar la fuerza. Una semana después, sería asesinada. Sin embargo, nunca le dijo a qué le temía, con lo cual, los investigadores no pudieron profundizar sobre sus sospechas. Para Grey, nada indica que pudiera tratarse de un civil o de un soldado.
La técnica ya fue utilizada con éxito en otro resonante caso que conmovió a los Estados Unidos en 2012. Fue el doble homicidio de LaDonna y Douglas French, en Reidsville, Carolina del Norte. Los detectives, luego de recolectar los rastros de ADN que había en la vivienda, llegaron a la conclusión de que no figuraba en la base de datos de sospechosos ni a ningún otro familiar de la pareja muerta.
A partir de la tecnología aportada por Parabon NanoLabs en febrero de 2015, dieron con el perfil de quien podría ser el asesino. La reconstrucción de la imagen fue distribuida, lo que ayudó a dar con el sospechoso. Semanas después, detuvieron a José Álvarez.
LEA MÁS: