Cinco canciones para mantener vivo el legado del juglar Máximo Jiménez, pionero del vallenato protesta

El intérprete falleció en Montería a los 73 años de edad. Su vida estuvo marcada por amenazas, detenciones arbitrarias y un exilio por el discurso y los mensajes de sus canciones

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El fallecimiento de Máximo Jiménez configura una de las pérdidas más importantes que ha tenido el vallenato el último tiempo, además de otros fallecimientos como el de Jorge Oñate, ocurrido el pasado 28 de febrero de 2021.

Fue el corregimiento de Santa Isabel, en la zona rural de la capital del departamento de Córdoba, aquel que vio nacer a uno de más grandes exponentes de la música vallenata en el país en el año de 1949. Conocido mejor como el ‘Indio Sinuano’ debido a un relato del compositor David Sánchez Juliao que el monteriano dio vida a través de su acordeón, Máximo Jiménez empezó muy joven a consolidarse dentro del folclor.

En 1974, y con 25 años, participó por primera vez en el Festival de la Leyenda Vallenata. Tres años después volvió a concursar logrando protagonismo en ambas ediciones del certamen por sus letras que iban dirigidas contra figuras políticas de la región, altos mandos militares, terratenientes y grupos paramilitares; motivo por el cual la organización del evento le pidió suavizar el mensaje de sus interpretaciones, solicitud que fue rechazada por el mismo artista.

Fue testigo directo de la violencia en su región, motivos por los cuales decidió incursionar en lo que se conoció como el vallenato protesta y que muy pocos se atrevieron a seguir debido a las consecuencias que ello traía, como la persecución sistemática, hasta el exilio y la muerte.

A sus 20 años aprendió a tocar el acordeón, pero contrario a las parrandas y otros jolgorios a los que se inclinaban muchos intérpretes de su tiempo, decidió inclinarse por amenizar las diversas reuniones de asociaciones campesinas que reclamaban una reforma agraria en todo el país. De hecho, Jiménez perteneció a la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -ANUC- y a través de su música, alentó la lucha agrícola e incomodó al poder en las décadas del 60 y 70.

Precisamente, Jiménez tuvo que vivir en Suiza desde 1989 por cuenta de la persecución sufrida, y tras su regreso sufrió varios quebrantos de salud que no le impidieron seguir con su carrera musical, grabando varias producciones de manera independiente, pues fueron muy pocas las disqueras que decidieron abrirle sus puertas.

A pesar de no grabar con casas importantes y teniendo en cuenta la persecución vivida, sus letras fueron muy conocidas en todo el país. Es por ello que a continuación, les mostramos cinco de los sencillos destacados de Máximo Jiménez y donde habla de justicia social y problemáticas vividas por los campesinos durante la segunda mitad del siglo XX.

1. El indio Sinuano: “Muchas cosas que los blancos creen de ellos, Son producto de la raza de mis abuelos, como el bollo, la hicotea, huevo iguana, el sombrero”, son algunos versos de este sencillo que, cuyo nombre, lo hizo merecedor a Jiménez de ser llamado con ese seudónimo. Habla también de la colonización y el robo de riquezas por parte de los conquistadores españoles a los indios del Sinú.

2. Levántate José: grabada en 1998, esta canción incursionó en aires cumbieros. Allí habla de la ‘lucha’ jornalera que vivían diariamente cientos de campesinos de la costa caribe que, entre otras cosas, amenizaban sus tareas con música de acordeón.

3. Vuelo en libélula: Este merengue estuvo alejado de la protesta inmersa en la mayoría de su legado, y por esta misma razón destacó dentro de su extensa obra. No sobra decir que en sus letras no olvida mencionar los paisajes del Valle de Upar y el Sinú, tierra donde nació.

4. El burro leñero: canción lanzada en 1984 y lanza una crítica al trato recibido al trato dado a estos animales, que en las zonas rurales son utilizados como bestias de carga. Relata la historia de un hombre que escucha las penas de este animal.

5. Usted, señor presidente:

Usted señor presidente si está de acuerdo

que acaben los campesinos de su nación

si sabe que es un esfuerzo el que están haciendo

para no morir de hambre con su opresión

Y manda su gente armada sin corazón

pa’ que vean correr la sangre de un hombre bueno

Se dice que este sencillo fue grabado en 1975, bajo el mandato de Alfonso López Michelsen. Es uno de los temas insignia cuando de vallenato protesta de habla, enviando un contundente mensaje a las problemáticas que rodeaban por esa época a los campesinos, verseando también que “El que no muere de hambre lo mata la Policía”.

Finalmente, vale decir que la muerte de Máximo Jiménez significa una pérdida muy sentida no solo para el vallenato, sino para la música colombiana en el país. Además, se suma a otros fallecimientos recientes como los de Abelardo Carbonó -pionero de la champeta-, el acordeonero ‘Lucho’ Campillo, y el compositor Blas ‘Michi’ Sarmiento.

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