
HD 189733b, un exoplaneta del tamaño de Júpiter, ha intrigado a la comunidad científica desde su descubrimiento en 2005. Sus temperaturas abrasadoras, vientos huracanados y lluvias laterales de vidrio han sido objeto de numerosos estudios. Ahora, una investigación reciente ha revelado un nuevo y sorprendente hallazgo: su atmósfera contiene sulfuro de hidrógeno, lo que le da un olor característico a huevos podridos.
El descubrimiento se hizo posible gracias a los datos del telescopio espacial James Webb, que ha permitido a los astrónomos detectar por primera vez este gas en un exoplaneta. Guangwei Fu, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins, indicó que HD 189733b no solo es notable por sus condiciones extremas, sino también por ser uno de los primeros exoplanetas en tránsito jamás descubiertos. La detección de sulfuro de hidrógeno ofrece una nueva ventana para estudiar la química atmosférica en exoplanetas.
Este exoplaneta orbita muy cerca de su estrella anfitriona, completando una vuelta en tan solo dos días terrestres. Sus increíbles temperaturas y condiciones atmosféricas extremas lo hacen un objeto de interés continuo para la astronomía, y los descubrimientos recientes abren nuevas preguntas sobre la composición y formación de estos gigantes gaseosos.
Cómo es HD 189733b
Ubicado a solo 64 años luz de la Tierra, HD 189733b es el Júpiter caliente más cercano y uno de los exoplanetas más estudiados, lo que permite a los astrónomos observarlo al pasar frente a su estrella anfitriona. El descubrimiento de sulfuro de hidrógeno, un gas incoloro con olor a azufre, nunca antes se había detectado fuera del sistema solar.
Guangwei Fu, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins, explicó por correo electrónico que “HD 189733b no solo es un planeta gigante gaseoso, sino también un ‘gigante’ en el campo de los exoplanetas porque es uno de los primeros exoplanetas en tránsito jamás descubierto”. El análisis de la atmósfera del planeta con el telescopio Webb permitió detectar sulfuro de hidrógeno por primera vez en exoplanetas, abriendo una nueva ventana espectral para estudiar la química atmosférica del azufre. “La alta precisión y capacidad infrarroja del telescopio Webb permiten detectar sulfuro de hidrógeno por primera vez en exoplanetas. Esto nos ayuda a comprender de qué están hechos los exoplanetas y cómo se formaron”, añadió.
El HD 189733b, aproximadamente un 10% más grande que Júpiter, orbita muy cerca de su estrella anfitriona, causándole temperaturas superficiales abrasadoras de 926 grados Celsius. Su proximidad extrema, 13 veces más cerca de la estrella en comparación con Mercurio al Sol, permite que complete una órbita en solo dos días terrestres. Fu mencionó también que los fuertes vientos en el planeta llevan partículas de silicato similares al vidrio a través de las nubes a velocidades de 8,046 kilómetros por hora.
Qué moléculas se encontraron en este planeta
Los científicos encontraron también otras moléculas como agua, dióxido de carbono y monóxido de carbono en la atmósfera del planeta. Esto sugiere que estas moléculas podrían ser comunes en otros gigantes gaseosos. Aunque no se espera encontrar vida en HD 189733b debido a sus altas temperaturas, la detección de azufre, un elemento vital para formar moléculas más complejas, aporta nueva información sobre la formación de planetas. Fu resaltó que “El azufre es un elemento vital para construir moléculas más complejas, y como el carbono, nitrógeno, oxígeno y fosfato, los científicos necesitan estudiarlo más para entender plenamente cómo se forman los planetas y de qué están hechos”.

El telescopio Webb también detectó niveles de metales pesados en HD 189733b similares a los hallados en Jupiter. Los astrónomos creen que más hielo, roca y metales estuvieron involucrados en la formación de Neptuno y Urano, a diferencia de Júpiter y Saturno, que son principalmente gases como hidrógeno y helio. Esto podría señalar una correlación entre el contenido de metales y la masa de los planetas. Fu también señaló que “Tenemos esta nueva medición que muestra que, de hecho, las concentraciones de metales proporcionan un punto de anclaje muy importante para este estudio de cómo varía la composición de un planeta con su masa y radio”.
El equipo ahora buscará firmas de azufre en otros exoplanetas y determinará si las altas concentraciones de este compuesto influyen en la cercanía de la formación planetaria respecto a sus estrellas anfitrionas. “HD 189733b es un planeta de referencia, pero representa solo un punto de datos. Al igual que los humanos individuales exhiben características únicas, nuestros comportamientos colectivos siguen claras tendencias y patrones”, dijo Fu. “Con más conjuntos de datos del telescopio Webb, esperamos entender mejor cómo se forman los planetas y si nuestro sistema solar es único en la galaxia”.
Últimas Noticias
Cannabis terapéutico: en qué tres enfermedades hay evidencia y por qué alarma la automedicación
Científicos de la Universidad de Harvard y otras instituciones de los Estados Unidos advierten sobre el uso creciente de productos derivados del cannabis sin supervisión profesional. Alertaron que faltan estudios contundentes que avalen muchos de los beneficios atribuidos a estos compuestos

Por qué el cambio climático podría producir grandes sequías en los próximos 15 años
Nuevas simulaciones climáticas revelan que las condiciones de escasez de lluvias en todo el mundo pondría en riesgo el agua y la agricultura necesaria para 750 millones de personas

La proteína clave que podría ayudar a conservar la fuerza en los músculos a edades avanzadas
Investigadores de Estados Unidos demostraron en ratones que restaurar la tenascina-C reactiva la reparación muscular. Cuáles son los desafíos para transformar el avance en una terapia efectiva y segura

Nuevas evidencias científicas cuestionan el mito de una dieta paleolítica de consumo casi exclusivo de carne
El análisis de yacimientos prehistóricos revela la importancia de estrategias alimentarias variadas y el uso experto de recursos naturales

El reloj biológico remodela las conexiones del cerebro según la hora
Un equipo de la Argentina, Estados Unidos y Reino Unido reconstruyó en 3D los cambios en las terminales neuronales de la mosca de la fruta. El hallazgo podría abrir nuevas rutas para entender y tratar el Alzheimer y otros trastornos del ritmo circadiano



