El alcalde electo de San Pablo, Joao Doria, aseguró que las elecciones municipales de Brasil dieron un recado al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que perdió más de la mitad de sus alcaldías, y a la clase política brasileña, de la que busca desvincularse.
"El recado de las urnas, especialmente en San Pablo, ha sido anti PT", aseguró Doria, en referencia a la debacle sufrida por el partido del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, al que la víspera arrebató la Alcaldía de la mayor ciudad de Sudamérica.
El empresario y ex presentador de televisión, de 58 años, ganó el domingo con un 53,29 % de los votos en la primera vuelta de los comicios municipales, a los que concurrió con un mensaje de "gestor" y "antipolítico".
"No haré una gestión política, sino administrativa", volvió a recalcar Doria en una rueda de prensa celebrada en la sede de su formación, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), en San Pablo.
Doria se comprometió a dialogar con todos los sectores durante los próximos cuatro años, pero precisó que no entrará en el juego "peligroso" de la "vieja política" y no cederá a los "intereses particulares y partidarios".
"Hay un rechazo a la clase política. Los votos nulos y blancos demuestran un sentimiento de repudio a la política, sobre todo a la mala política", subrayó el empresario, ahijado político del gobernador de San Pablo, Geraldo Alckim, quien fue candidato presidencial del PSDB en 2006.
Doria también se refirió a los dos procesos que piden la anulación de su candidatura por abuso de poder político y económico y aseguró, en ese sentido, que "confía" en la "Fiscalía y en el Poder Judicial".
En caso de que las autoridades electorales concluyesen que Doria "abusó" de su poder económico para llegar a la alcaldía, la Justicia podría impedir que el empresario asuma el cargo.
Doria se impuso en un inesperado primer turno con más de 3 millones de votos y una amplia ventaja respecto al actual alcalde Fernando Haddad, del PT, que apenas consiguió un 16,67 %.
Por detrás quedaron el presentador de televisión Celso Russomanno, del conservador Partido Republicano Brasileño (PRB), y la ex alcaldesa Marta Suplicy, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), liderado por el presidente del país, Michel Temer.
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