El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne el lunes sobre la reconocimiento israelí de Somalilandia

Diversos países denuncian la postura de Israel, mientras el representante israelí ante la ONU justifica la medida y organizaciones internacionales insisten en respetar la integridad de Somalia, en medio de amenazas de grupos armados y creciente tensión en la región

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Durante una llamada telefónica sostenida entre el presidente de Somalia, Hasán Sheij Mohamud, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, ambos mandatarios examinaron las repercusiones que genera el reciente reconocimiento de Somalilandia por parte de Israel, generando un clima de preocupación regional y sumando respaldo diplomático a la postura somalí. La noticia principal, según consignó Europa Press, radica en que el Consejo de Seguridad de la ONU convocó para el próximo lunes una sesión urgente con la finalidad de debatir la decisión de Israel de convertirse en el primer país en reconocer formalmente la independencia de Somalilandia, hecho que ha provocado severas críticas de la comunidad internacional y advierte un incremento de tensiones en el Cuerno de África.

De acuerdo con Europa Press, el representante de Israel ante la ONU, Danny Danon, afirmó que durante esta sesión su misión no eludirá el debate político y sostuvo que Israel mantendrá su compromiso de actuar con responsabilidad para estrechar cooperación con aquellos socios que promueven estabilidad regional. Paralelamente, se subraya que Somalia se prepara para asumir, el 1 de enero de 2026 y por un mes, la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad, órgano encargado del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

Europa Press explicó que la declaración de independencia de Somalilandia, región situada al norte de Somalia, data de 1991 y, aunque ha establecido relaciones diplomáticas con algunos actores estatales, ningún país miembro de la ONU reconocía su soberanía hasta la medida adoptada por Israel. La reacción inmediata del presidente somalí, Hasán Sheij Mohamud, quedó reflejada en un mensaje publicado en la red social X, en el que expresó que la decisión del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, constituye una “agresión ilegal” al país africano y una clara violación del Derecho Internacional. El presidente recalcó: “Inmiscuirse en los asuntos internos de Somalia contraviene las normas jurídicas y diplomáticas establecidas. Somalia y su pueblo son uno solo: inseparables por la división que existe a distancia”.

El mismo medio reportó que tras el anuncio israelí, el presidente somalí se comunicó con diversos líderes de la región, entre ellos el presidente de Yibuti, Ismail Omar Guelleh; el de Kenia, William Ruto; el de Uganda, Yoweri Museveni; y la presidenta de Tanzania, Samia Suluhu. Estas consultas bilaterales tuvieron como objetivo unificar una respuesta y coordinar apoyos frente a la controversia suscitada por el reconocimiento. También, los gobiernos de la región han intensificado intercambios diplomáticos con actores del golfo Pérsico, como puso de manifiesto la conversación con el mandatario qatarí.

Según detalló Europa Press, la tensión escaló debido a la intervención del grupo armado Al Shabaab, asociado a Al Qaeda. Uno de sus dirigentes, Ali Dhere, envió un mensaje en audio, reproducido por medios locales, en el que la organización promete pasar a la “primera línea de la yihad” frente a la “influencia sionista” y los intereses israelíes en la región. La narrativa de Al Shabaab recalca que la intervención israelí erosiona la integridad territorial de Somalia y constituye una afrenta a su soberanía, invocando la movilización para oponerse por medio de acciones violentas.

En respuesta directa a la postura israelí, el Ministerio de Exteriores de Qatar emitió un comunicado, según el mismo medio, rechazando “categóricamente” el reconocimiento y alertando que representa “un peligroso precedente” en la comunidad internacional al contradecir los principios fundamentales del Derecho Internacional. Qatar manifestó su desacuerdo con cualquier iniciativa tendente a establecer o imponer entidades paralelas en Somalia, insistiendo en la importancia de sostener su unidad nacional. Además, Doha reiteró su apoyo pleno a las instituciones legítimas de Somalia y renovó su compromiso con la estabilidad y seguridad del país. El pronunciamiento incluyó la sugerencia de priorizar la resolución del conflicto palestino por parte de Israel: “Sería más apropiado para las autoridades ocupantes israelíes que reconozcan el Estado palestino —cuyo derecho a establecer un Estado independiente en su territorio nacional está reconocido por la comunidad internacional— y que trabajen de cara a un fin sostenible de la guerra en la Franja de Gaza, en vez de continuar socavando la legitimidad internacional y perseguir políticas imprudentes que contribuyen a aumentar las tensiones y la inestabilidad en la región”.

A escala internacional, la Unión Europea se sumó a las reacciones, destacando la necesidad de “respeto” por la integridad territorial, la independencia y la soberanía de Somalia, tal como quedó plasmado en su Constitución, según difundió Europa Press. El portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Anouar El Anouni, instó a un diálogo constructivo entre Somalilandia y el Gobierno central para abordar las diferencias surgidas a lo largo de la historia. Declaraciones similares emergieron desde la Unión Africana y Naciones Unidas, organismos que consideran primordial la protección de la unidad somalí para salvaguardar la paz y estabilidad regional en el Cuerno de África.

También la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD) manifestó su preocupación, recordando, vía comunicado oficial, que Somalia continúa siendo un Estado miembro soberano de la organización, y la integridad de su territorio recibe pleno reconocimiento en foros internacionales. El texto incide sobre el hecho de que “cualquier reconocimiento unilateral contraviene la carta de Naciones Unidas, el acta constitutiva de la Unión Africana y el acuerdo por el que se establece la IGAD”. El organismo exhortó a la comunidad internacional a ceñirse al Derecho Internacional y a favorecer los procesos que apuesten por el diálogo, la cooperación y la paz. Al mismo tiempo, expresó su solidaridad con el gobierno y el pueblo de Somalia frente a los últimos acontecimientos.

Europa Press detalló que, tras la difusión del reconocimiento israelí, al menos veinte países de Oriente Próximo y África, entre ellos Jordania, Irán, Irak, Libia, Nigeria y Turquía, manifestaron su “rechazo inequívoco” a la decisión, preocupados por los posibles efectos sobre la paz y la seguridad en la región. Estos países coincidieron en condenar el reconocimiento, al que calificaron como una evidencia de una “postura expansionista” por parte del Estado israelí, al tiempo que reiteraron su apoyo a la soberanía de Somalia y negaron cualquier intento de crear vínculos entre la decisión y posibles desplazamientos forzosos de la población palestina.

El contexto de estas declaraciones tiene raíces en la situación histórica de Somalilandia, que a pesar de haber proclamado su autogobierno hace más de tres décadas, carecía hasta el momento de reconocimiento internacional válido por parte de los miembros de la ONU. El anuncio israelí introduce, según reportó Europa Press, un nuevo factor que ha encendido el debate sobre la legalidad y las implicancias diplomáticas del reconocimiento unilateral, motivando una llamada de emergencia en el Consejo de Seguridad para abordar el impacto potencial de estas decisiones sobre la estabilidad en el Cuerno de África y la integridad territorial de Somalia.

De cara a la sesión del Consejo de Seguridad, la representación israelí sostiene que reforzar la cooperación con entidades que aporten a la estabilidad regional se mantiene como una prioridad diplomática, mientras que el gobierno somalí y sus aliados insisten en que toda intervención o reconocimiento unilateral sin consenso previo vulnera las bases del Derecho Internacional. La convocatoria reúne a actores clave de África, Oriente Próximo y representantes internacionales, preparando el escenario para una discusión sobre el equilibrio entre autodeterminación, estabilidad regional y respeto al marco legal global, según expuso Europa Press.