
El contenido de los nuevos trenes destinados al plan ferroviario mexicano será producido en un 76,6% en territorio nacional, aseguró Maite Ramos, gerente general de Alstom para la región norte de Latinoamérica. Según informó la compañía mediante un comunicado, esta decisión se enmarca en el objetivo de fortalecer la industria ferroviaria mexicana y consolidar la cadena de proveedores locales, alineándose con el Plan México que impulsa la administración federal encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum. El anuncio coincide con el inicio de uno de los proyectos de infraestructura ferroviaria considerados prioritarios dentro del Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2025-2030.
De acuerdo con lo publicado por Alstom, la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) de México formalizó la adquisición de 47 trenes de pasajeros a la firma europea por un monto aproximado de 20.200 millones de pesos, equivalentes a 920 millones de euros. El contrato establece la entrega de 33 unidades destinadas a trayectos de larga distancia y 14 más para recorridos de corta distancia. Estas formaciones operarán en dos nuevos corredores ferroviarios: el primero conectará Ciudad de México con Querétaro e Irapuato; el segundo enlazará Saltillo, Monterrey y Nuevo Laredo.
Tal como detalla la empresa, la colaboración con México incluye no solo el suministro de los trenes sino también la provisión del mantenimiento integral de las unidades durante los próximos cinco años. El acuerdo abarca el equipamiento de los depósitos de mantenimiento, estaciones de inspección, instalaciones de repostaje, capacitación técnica para el personal involucrado y la puesta en servicio de los trenes. Según explicó Alstom, los trenes corresponden al modelo Adessia Stream, capaces de operar a una velocidad máxima cercana a los 165 kilómetros por hora.
La longitud de cada tren alcanzará los 100 metros aproximadamente y su capacidad se adaptará a las necesidades de cada ruta: las unidades para trayectos de larga distancia podrán transportar hasta 300 pasajeros, mientras que las destinadas a servicios de corta distancia aumentarán su capacidad hasta los 600 usuarios por viaje. Esta característica responde a la intención de los planificadores del proyecto de facilitar traslados masivos y eficientes en las rutas identificadas como prioritarias para el desarrollo regional.
La compañía indicó que la fabricación de los trenes se realizará principalmente en su planta ubicada en Ciudad Sahagún, consolidando una alianza entre la tecnología europea de la firma y la manufactura mexicana. De acuerdo con el comunicado difundido por Alstom, esta estrategia busca impulsar empleos especializados y estimular el crecimiento de proveedores nacionales vinculados al sector ferroviario. Además, la iniciativa refuerza la propuesta de “reactivar el servicio ferroviario de pasajeros en el país”, meta contemplada dentro del Plan Nacional de Desarrollo recientemente presentado.
La selección del modelo Adessia Stream responde, según detalló Alstom, a su eficiencia tecnológica y la adaptabilidad a los requerimientos operativos de largas y cortas distancias. El plan de modernización ferroviaria al que responde este acuerdo se inscribe dentro de la estrategia integral del gobierno mexicano para conectar el centro y el norte del país, orientando la inversión pública hacia la movilidad sostenible y el fortalecimiento logístico de los principales polos económicos del territorio nacional.
Tanto la ARTF como la firma europea subrayaron que el componente de capacitación técnica incluido en el contrato permitirá que operadores y equipos de mantenimiento mexicanos accedan a formación de última generación, optimizando la transferencia tecnológica y la autonomía operativa local. De acuerdo con los portavoces de la compañía, la localización de la fabricación en México y la integración de la cadena de valor nacional contribuirán significativamente al desarrollo industrial y a la consolidación de capacidades productivas en el país.
El medio oficial de Alstom resaltó que la puesta en marcha de estos corredores, junto con la reactivación del transporte ferroviario de pasajeros, sienta las bases para una evolución del sector en las próximas décadas. Al integrarse una parte considerable de la producción en la planta de Ciudad Sahagún y vincularse proveedores mexicanos, el proyecto busca un impacto local tanto en términos de empleo como de transferencia de conocimientos. Esta iniciativa pretende responder a la demanda de conectividad regional y atender la reestructuración de la movilidad interna propuesta en los documentos estratégicos del gobierno.
Con la firma de este contrato, México inicia una nueva etapa en la modernización de la infraestructura ferroviaria, dando prioridad a la producción nacional y al desarrollo tecnológico, en línea con los objetivos manifestados públicamente en el Plan Nacional de Desarrollo y el Plan México, según reportó Alstom.