El Kremlin presenta una "oferta" a Francia por un francés condenado en Rusia

Moscú comunicó a París una propuesta relacionada con Laurent Vinatier, investigador sentenciado bajo acusaciones de espionaje, mientras que Francia demanda su liberación y denuncia irregularidades en el proceso judicial, elevando la tensión diplomática entre ambos países

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El Kremlin envió a la diplomacia francesa una propuesta concreta sobre Laurent Vinatier, el ciudadano e investigador francés que permanece encarcelado en Rusia desde 2024 bajo cargos relacionados con la llamada "ley de agentes extranjeros". De acuerdo con lo publicado por la agencia Interfax y según informó la prensa internacional, las autoridades rusas declararon públicamente que toca ahora a Francia responder a esa comunicación diplomática, mientras París mantiene la exigencia de liberar a Vinatier y ha oficializado su rechazo a la legalidad del proceso contra el académico.

La información fue confirmada por el portavoz presidencial Dimitri Peskov, quien, siguiendo instrucciones directas del presidente ruso Vladímir Putin, contactó telefónicamente al periodista francés Jerome Garaud para transmitirle personalmente la disposición del mandatario a revisar el caso de Vinatier. Según detalló Interfax, Peskov manifestó que las partes mantienen contactos sobre la situación, y reiteró que “la pelota está ahora en el tejado de Francia” respecto al futuro del investigador. Tal como reportó la agencia, funcionarios rusos habrían remitido una oferta formal al gobierno francés concerniente a la detención y posible resolución del expediente penal.

Laurent Vinatier, investigador con trayectoria en temas de seguridad internacional y especializado en asuntos euroasiáticos, recibió una sentencia de tres años de reclusión por su actividad informativa sobre las operaciones del ejército ruso durante la invasión a Ucrania. Además de dicha condena por difusión de información considerada por Moscú como sensible y atribuida a un “agente extranjero” según su legislación interna, el procesado enfrenta ahora nuevos cargos, esta vez por presunto espionaje, lo que endurece su situación judicial y amplía las implicaciones diplomáticas entre ambos países.

Francia elevó protestas formales ante Rusia desde la detención de Vinatier, a quien consideran víctima de una medida arbitraria y sin sustento jurídico suficiente. El presidente Emmanuel Macron, en declaraciones transmitidas por diversos medios franceses e internacionales, negó oficialmente cualquier vínculo laboral entre Vinatier y organismos estatales de París, atribuyendo las imputaciones a una operación rusa de desinformación. El mandatario pidió la inmediata liberación del académico y cuestionó la transparencia y regularidad del proceso judicial seguido en Moscú, postura que ha mantenido constante desde la detención en 2024.

Según informó Interfax, la controversia generada por el caso impacta en las relaciones bilaterales en momentos de alta tensión entre Rusia y Francia derivados no sólo del conflicto en Ucrania, sino también por la aplicación de normativas internas como la ley de “agentes extranjeros” en territorio ruso. Dicha norma permite al Kremlin perseguir judicialmente a individuos o entidades que mantengan, según su interpretación oficial, vínculos con intereses extranjeros o difundan materiales sobre cuestiones militares consideradas confidenciales.

El proceso contra Laurent Vinatier comenzó en el contexto de la intensificación de medidas legales rusas contra extranjeros y nacionales acusados de colaborar o simpatizar con posiciones occidentales respecto a la guerra en Ucrania. Organizaciones defensoras de los derechos humanos y gobiernos europeos, incluida Francia, sostienen que estos procedimientos buscan restringir la libertad de expresión e intercambio académico, además de utilizar detenciones con fines de presión política.

En relación al contacto entre Moscú y París, la prensa francesa y medios internacionales recogieron la versión de Jerome Garaud, quien corroboró haber recibido la llamada de Dimitri Peskov y relató que el portavoz del Kremlin actuó “siguiendo instrucciones directas del presidente Putin”. El gobierno francés, hasta el momento, no ha dado detalles sobre el contenido de la oferta rusa, pero reiteró mediante portavoces diplomáticos su solicitud de excarcelación inmediata y la consideración del caso como un ejemplo de violaciones a garantías procesales.

De acuerdo con Interfax, Vinatier presentó una apelación a la sentencia inicial por la vía judicial, alegando que sus investigaciones y publicaciones no vulneraron disposiciones legales ni implicaron ningún tipo de trabajo de inteligencia para París o para terceros países. Sin embargo, la presentación de nuevos cargos por espionaje puede agravar el panorama e incrementar las dificultades para una resolución a corto plazo dentro de los mecanismos legales tradicionales.

La respuesta de Francia ante la “oferta” transmitida desde el Kremlin aún no se ha hecho pública, lo que añade incertidumbre sobre los próximos pasos diplomáticos. París valora los movimientos de Moscú con cautela y calcula el posible desenlace en función de la evolución del caso, en tanto el expediente Vinatier constituye una de las principales causas de fricción bilateral en la actualidad, junto a los desacuerdos por la política sobre Ucrania y el trato a ciudadanos y académicos europeos en Rusia.

La agencia Interfax y otros medios han seguido el desarrollo de las negociaciones, mientras la comunidad internacional observa la evolución del caso Vinatier como un indicador del estado de las relaciones entre Rusia y las potencias occidentales, y del uso de la legislación nacional rusa en el marco de litigios y campañas de presión diplomática asociadas a la guerra y a las tensiones geopolíticas en curso.