Trump describe como "muy buena" la reunión entre Putin y sus enviados en Moscú

Reuniones en Moscú entre enviados estadounidenses y funcionarios rusos exploran caminos para frenar la confrontación en Ucrania, aunque persisten obstáculos que dificultan un acuerdo inmediato, según informes y declaraciones recogidas de distintos actores involucrados en el proceso negociador

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El entorno cercano al presidente ruso Vladimir Putin consideró que avanzar hacia la normalización de las relaciones con Estados Unidos y buscar un acuerdo para poner fin al conflicto en Ucrania representa una opción más favorable que mantener la actual dinámica, la cual implica incrementos constantes en pérdidas humanas y materiales. Según consignó el medio citado, este diagnóstico sirvió como fundamento para las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y autoridades rusas en Moscú, quienes analizaron alternativas para contener la confrontación militar y estabilizar la región. A pesar del interés compartido por explorar oportunidades de diálogo, la complejidad del escenario actual y las presiones internacionales han impedido avances inmediatos hacia un acuerdo definitivo.

De acuerdo con la información publicada por el medio referencia, entre los temas centrales discutidos figuró la eventual reanudación de la cooperación económica bilateral. Steve Witkoff, enviado especial estadounidense, explicó que el reconocimiento de los altos costos del conflicto llevó a ambas partes a evaluar fórmulas que permitan atenuar la escalada militar. Durante la reunión, en la que participaron los representantes de Washington junto al presidente Putin a lo largo de cinco horas, se estudió la viabilidad de un alto el fuego y se trazaron posibles rutas hacia la disminución de hostilidades en Ucrania.

Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, describió el encuentro mantenido como “muy bueno”, según recogió el medio informado. Según su relato, los participantes manifestaron la voluntad de encontrar una salida a la confrontación, aunque remarcó que la obtención de resultados inmediatos se ve obstaculizada por la influencia de numerosos factores externos sobre la negociación. Trump se refirió al impacto del conflicto ruso-ucraniano, puntualizando que afecta la seguridad internacional, la economía global y la situación humanitaria de millones de personas. Relacionó la posibilidad de progreso hacia la paz con la voluntad política de ambos gobiernos y utilizó la expresión: “Se necesitan a dos personas para bailar un tango”, aludiendo a la necesidad de flexibilidad y compromiso en ambos lados de la mesa de negociaciones.

El medio consultado reportó, además, que Trump responsabilizó a la actual administración estadounidense por la evolución de la crisis: “si fuera presidente, esa guerra nunca habría ocurrido”, expresó, reforzando su visión crítica sobre la política exterior mantenida por Washington frente a Moscú y Kiev. Mientras tanto, fuentes del gobierno estadounidense citadas por el medio recomendaron no alimentar expectativas de una solución repentina, señalando que los procesos dirigidos a resolver conflictos de esta índole suelen requerir períodos dilatados y dependen en gran medida del grado de apertura que adopten los responsables de la toma de decisiones.

En el marco de las gestiones diplomáticas, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio describió la existencia de “algunos avances” en la agenda bilateral referida al conflicto, aunque subrayó que cualquier paso hacia la desescalada en Ucrania depende de la postura que finalmente adopte el liderazgo de Rusia. Rubio, citado por el medio, argumentó que los encuentros recientes pueden contribuir a entendimientos futuros únicamente si el Kremlin asume compromisos verificables para reducir la tensión que predomina en la zona.

La agenda negociadora en Moscú, según precisaron los informes divulgados por el medio mencionado, se orientó a identificar propuestas pragmáticas que permitan reducir la intensidad de la guerra, en tanto el equipo estadounidense sopesó las repercusiones geopolíticas de la prolongación del enfrentamiento. Como parte de este análisis, los representantes de Estados Unidos reiteraron la importancia de mantener abiertos los canales de comunicación con el objetivo de allanar eventuales pasos hacia un alto el fuego.

El medio informó que la presión derivada del coste interno que supone el conflicto para Rusia, sumada al creciente escrutinio internacional, ha motivado a Moscú a considerar alternativas que permitan administrar las consecuencias de la guerra. La interpretación de los enviados estadounidenses, recogida en el informe publicado, sostiene que la dirigencia rusa reconoce la dificultad de sostener indefinidamente el mismo nivel de hostilidades sin experimentar costos políticos, económicos y sociales tanto dentro de Rusia como en el escenario internacional.

En estas reuniones encabezadas por Steve Witkoff, la delegación estadounidense propuso diversos mecanismos para frenar el aumento de la violencia y trazó esquemas potenciales que permitan interrumpir las hostilidades. Los enviados norteamericanos remarcaron a sus interlocutores rusos la disposición de Washington a continuar el diálogo, aunque advirtieron que los avances sustanciales podrían requerir plazos extensos antes de materializarse.

De acuerdo con el medio, tanto Donald Trump como Marco Rubio coincidieron en que la preservación de canales diplomáticos entre Estados Unidos y Rusia es esencial para desactivar la conflictividad. Este criterio adquiere mayor relevancia en un escenario de pérdidas acumuladas para ambos bandos, lo que ha llevado a parte de la comunidad internacional a demandar iniciativas que exploren fórmulas de diálogo capaces de limitar la expansión del conflicto y restituir condiciones mínimas de estabilidad.

El informe recogido por el medio detalló que los encuentros de Moscú trataron de modificar la dinámica predominante en la guerra, aunque prevalece la cautela respecto a la posibilidad de acordar compromisos tangibles a corto plazo. Trump enfatizó la importancia de la cooperación efectiva y la necesidad de que los actores principales demuestren voluntad real para construir una salida negociada, fijando el énfasis en el mantenimiento del diálogo dentro de la agenda de la política exterior estadounidense.

El equipo diplomático norteamericano, según confirmaron los reportes, prevé dar seguimiento a este proceso de conversaciones. El desenvolvimiento futuro de los contactos quedará determinado por las decisiones que asuma el Kremlin y por los eventuales cambios en la correlación de poder político y estratégico tanto en el entorno ruso como en el plano internacional.