La campaña europea arranca en España con gran tensión entre socialistas y populares

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Madrid, 23 may (EFE) La campaña de las elecciones europeas en España comienza oficialmente esta medianoche con una gran tensión política entre los dos principales partidos españoles, los socialistas (PSOE) y el conservador Partido Popular (PP), con polémicas internas que nada tienen que ver con el proyecto europeo.

El PP, vencedor de las elecciones generales del pasado año, pero en la oposición debido al pacto de los socialistas (segunda fuerza) con otros partidos de izquierda y nacionalistas, aspira a aumentar notablemente su representación en la Eurocámara, en estos momentos tiene 13 diputados, y dejar así en evidencia al presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.

Por su parte, el PSOE, que cuenta con 21 escaños en el Parlamento Europeo, espera movilizar a su electorado ante las duras críticas que está recibiendo desde el PP y desde el ultraderechista Vox, y demanda al Partido Popular que se pronuncie sobre si estaría dispuesto a pactar con la ultraderecha en la Eurocámara.

Hasta hoy, el debate político se ha centrado más en cuestiones alejadas de la política europea, como el reconocimiento de Palestina como Estado, los negocios de la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, o la crisis diplomática abierta con Argentina.

El 9 de junio, fecha en la que se celebran los comicios en España, será un buen termómetro para que todos los partidos puedan medir sus fuerzas, después de un trimestre en el que se han vivido otras dos citas electorales en España, las elecciones regionales en el País Vasco y en Cataluña.

Los socialistas llegan a estas elecciones en un momento favorable tras los buenos resultados en ambas regiones, pero son conscientes de que las elecciones europeas son más complicadas ante la competencia del PP y Vox, y uno de los ejes de su campaña será combatir la abstención para contener así el "auge de los discursos populistas" de la derecha y la ultraderecha en Europa.

Para estos comicios presentan como cabeza de lista a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, muy activa en Europa en los últimos años, donde lideró, entre otras cuestiones, las medidas para frenar el alza del precio de la energía, además de impulsar la agenda verde de la UE.

Por su parte, el PP busca convertir las europeas en un plebiscito sobre Sánchez y defiende que esta cita electoral es la "antesala" de un cambio político en España.

La lista del PP, que por segunda vez encabeza Dolors Montserrat, parte como ganadora en los sondeos, aunque fuentes de la dirección del partido admiten que el PSOE puede beneficiarse de la victoria en Cataluña y crecer a costa de los partidos a su izquierda, Podemos y Sumar.

Respecto a Vox, aspira a aumentar su representación y habla de que, por primera vez, puede haber una mayoría de gobierno de partidos "patrióticos, conservadores e identitarios" en el Parlamento Europeo, alternativa a la coalición que creen conforman socialistas y populares.

En cuanto a los partidos a la izquierda de los socialistas, Sumar, socio del PSOE en el gobierno de coalición, espera revertir en las elecciones europeas la tendencia de derrotas electorales en las regionales.

Por su parte, Podemos aborda estos comicios en una situación que nada tiene que ver con la que vivieron hace una década, cuando irrumpieron en la política estrenándose en las europeas de 2014 con cinco diputados. Ahora, confían en lograr al menos el escaño de su cabeza de lista, Irene Montero, exministra de Igualdad en el anterior gobierno de coalición de Sánchez.

Respecto a los partidos independentistas o nacionalistas, abordan la campaña con el objetivo de mantener sus representaciones, conscientes de que la polarización entre los dos grandes partidos nacionales (PP y PSOE) puede movilizar al voto útil. EFE

nac/ma/alf

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