El FMI mantiene en el 4,6 % el crecimiento para China y alerta del lastre inmobiliario

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Washington, 16 abr (EFECOM).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mantenido en el 4,6 % su previsión de crecimiento de la economía China en 2024 y en el 4,1 % para 2025, a causa del declive del sector inmobiliario chino, según su último informe de perspectivas económicas (WEO, en inglés) difundido este martes.

El crecimiento chino esperado para este año está cuatro décimas por encima del previsto para el conjunto de mercados emergentes y economías en desarrollo.

Asimismo, el avance del producto interior bruto (PIB) del gigante asiático supera al de la media de la economía global, que tanto este año como el que viene se espera que sea del 3,2 %.

Al igual que advertía en el informe publicado en enero pasado, el FMI estima que la economía china se ve afectada por el "persistente declive" de su sector inmobiliario.

El PIB chino cerró 2023 con un avance del 5,2 % y a largo plazo se proyecta que esa cifra se reducirá hasta el 3,3 % en 2029, con lo que el gigante asiático deja definitivamente atrás los crecimientos de dos cifras y consolida unos fundamentos macroeconómicos más propios de países desarrollados y con poblaciones más envejecidas.

Para el organismo, la desaceleración es fruto de la persiste debilidad del sector inmobiliario y del agotamiento de los efectos positivos de "factores puntuales", como el "impulso pospandémico al consumo y el estímulo fiscal".

El FMI, que esta semana celebra en Washington sus reuniones de primavera con el Banco Mundial, recuerda que "los auges y caídas del crédito nunca se resuelven rápidamente", y apunta que la situación de China "no es una excepción".

Para el organismo, su demanda interna "seguirá escasa a menos que se tomen medidas y reformas enérgicas". En el pasado había recalcado que una reestructuración más rápida de las inmobiliarias insolventes o prolongar más allá de lo esperado el apoyo fiscal podría fortalecer la confianza de los consumidores.

En febrero, el gigante inmobiliario Evergrande se tuvo que resignar a la liquidación al no poder estructurar 300.000 millones de dólares en deudas y activos de bienes raíces tóxicos.

El FMI destaca ahora que "las dinámicas de la deuda pública son motivo de preocupación", especialmente "si la crisis inmobiliaria se transforma en una de las finanzas públicas locales", y advierte de que "con una demanda interna deprimida podría aumentar el superávit exterior".

También alerta del riesgo de que esto exacerbe las tensiones comerciales en un contexto geopolítico ya de por sí tenso. "Sin una respuesta completa al problemático sector inmobiliario, el crecimiento (chino) podría tambalearse, perjudicando a los socios comerciales".

El WEO de este abril insiste en que la ralentización de la demanda interna china podría intensificar las presiones desinflacionarias, provocando una inflación baja persistente o incluso una deflación.

En 2023 el índice chino de precios al consumo se colocó en un 0,2 %, en 2024 se espera que suba al 1 % y en 2025 al 2 %.

Aunque muchas otras grandes economías emergentes evolucionan con fortaleza y a veces incluso se benefician de la reconfiguración de las cadenas de suministro y de las tensiones comerciales entre Pekín y Washington, el documento recalca que en el escenario planteado los efectos sobre los socios comerciales de China serían en general negativos.

La tensión entre China y Estados Unidos se evidencia en los datos de la Oficina del Censo de EE.UU.: desde que en 2017 empezaron a aumentar los aranceles entre ambos países, la cuota de China en las importaciones estadounidenses de bienes ha caído del 22 % al 14 % de 2023.

Una flexibilización adicional de la política monetaria, así como medidas fiscales expansivas, podría respaldar la demanda y alejar los riesgos deflacionarios, concluye el organismo que dirige la búlgara Kristalina Georgieva. EFECOM

mgr/apc

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