Un acuerdo Mercosur-UE infringiría las normas climáticas comunitarias, advierte Greenpeace

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Berlín, 26 feb (EFE).- Un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) infringiría las leyes climáticas comunitarias e internacionales al llevar aparejado un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero, advirtió este lunes la sección alemana de la organización ecologista Greenpeace.

Esto implicaría que un Gobierno europeo o el propio Parlamento Europeo (PE) podrían llevar el acuerdo, que aún no está cerrado, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), indicó la ONG en un comunicado.

"En 2024 no solamente sería moralmente irresponsable para la UE firmar un acuerdo responsable de cantidades masivas de CO2 y de la destrucción de ecosistemas enteros, también sería ilegal", previno la experta de comercio de Greenpeace Lis Cunha.

Según un análisis legal encargado por la organización ecologista, el acuerdo -al que se oponen vehementemente países como Francia e Irlanda- no cumpliría con los requisitos legales ambientales formulados por una serie de tratados, entre ellos el Tratado de la Unión Europea (TUE), el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) o los Acuerdos de París.

"Nuestro análisis demuestra que la versión actual del acuerdo Mercosur-UE simplemente no puede ser firmado o ratificado por las instituciones europeas", declaró Roda Verheyen, una de las autoras del análisis, y advirtió que realizar cambios a modo de "parches" no sería "suficiente".

Aunque el borrador del acuerdo menciona los compromisos internacionales en materia de biodiversidad, deforestación o cambio climático, no tiene en cuenta, según la ONG, el "devastador" impacto de un incremento masivo del comercio entre ambos bloques.

El estudio de sostenibilidad del acuerdo contempla que el incremento de las emisiones, que se concentraría en Argentina, Brasil y la UE, quede compensado por reducciones de emisiones en el resto del mundo.

Pero estas proyecciones no tienen en cuenta el aumento de las emisiones que causarán los cambios en el uso de tierras y la deforestación en los países del Mercosur, y subestiman el incremento provocado por el transporte de las mercancías, argumenta el análisis de Greenpeace.

Tan solo el crecimiento de las exportaciones de carne acelerará las tasas de deforestación en la región del Mercosur en un 5 % anual durante seis años, con una superficie afectada que podría ascender a entre 620.000 y 1,35 millones de hectáreas, según diversas proyecciones.

Por todo ello, concluye la evaluación legal, el borrador actual contraviene las obligaciones de la UE en base a los Acuerdos de París de 2015 y a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), ya que pone el riesgo el cumplimiento de sus objetivos.

También violaría la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, ya que el impacto de las emisiones afecta entre otros el derecho a la vida y a la salud.

Finalmente, la Ley Europea del Clima exige que los Veintisiete adopten medidas para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones y que la Comisión Europea (CE) evalúe la compatibilidad de las medidas comunitarias con los objetivos del clima, remachó la organización.

Tras dos décadas de arduas conversaciones, en junio de 2019 la UE y el bloque fundado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay alcanzaron un acuerdo político general para sellar un pacto de libre comercio, dejando pendiente la resolución de algunos aspectos técnicos.

Pero esa discusión se complicó por la aparición de nuevas demandas a ambos lados de la mesa, entre ellas exigencias adicionales en materia ambiental.

En 2023, ambas partes renovaron esfuerzos para tratar de llegar a un acuerdo a finales de ese año, lo que finalmente no se logró.

Francia e Irlanda se han negado a concluir el pacto tras las manifestaciones que los agricultores están protagonizando en varios países de Europa, protestando, en parte, contra los acuerdos comerciales de la UE, al considerar que dañan sus intereses.