Cepal analiza efectos de la guerra de Ucrania en LatAm

Compartir
Compartir articulo

SANTIAGO (AP) — La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señaló el lunes que la guerra en Ucrania ha provocado un aumento en la inflación, desaceleración económica y un aumento en la pobreza de la región.

En su informe “Repercusiones en América Latina y el Caribe” —difundido por su Secretario Ejecutivo interino, Mario Cimoli— CEPAL señala que después del crecimiento económico de 6,3% en 2021, este año la región alcanzará una expansión anual promedio de 1,8%. Respecto a la inflación, el estudio precisa que después del 6,6% del año pasado, la tasa inflacionaria se elevó a un 8,1% en abril último, y que seguirá creciendo en lo que resta del año.

El organismo añade que a la compleja situación que vivía la región en 2022 —la creciente inflación y la lenta recuperación de los mercados laborales— se sumar(a un incremento en la pobreza y la pobreza extrema. “Así, 7,8 millones de personas se sumarían a los 86,4 millones cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo”. Precisa que el lento crecimiento y una mayor inflación elevarán la pobreza regional a 33,7%, 1,6 puntos más que los estimados en 2021, al tiempo que la extrema pobreza alcanzaría un 14,9%, 1,1 puntos más que el año pasado.

“Este resultado refleja el fuerte aumento de los precios de los alimentos. Estos niveles son notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia e implican otro retroceso en la lucha contra la pobreza”, destaca el documento.

El análisis resalta que la coyuntura actual no debe ser vista como un fenómeno aislado porque “sus efectos se combinan con los causados por más de un decenio de crisis acumuladas: la crisis financiera internacional, las tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia”.

Frente a los mayores precios de las materias primas, el aumento de los costos del transporte y las perturbaciones en las cadenas internacionales de suministros, CEPAL asevera que “impactarán las exportaciones de bienes de la región”. Precisa que de la proyección de crecimiento de 10% en el valor de las exportaciones y de 9% en las importaciones, las alzas de precios de los productos que comercializa la región se proyecta un crecimiento de 23% tanto de las exportaciones como de las importaciones.

Ante la compleja situación, CEPAL dice que en lo inmediato hay que sostener el bienestar de los más pobres. “La seguridad alimentaria debe ser una prioridad. Para ello no se debe restringir el comercio internacional de alimentos y fertilizantes pues hacerlo aceleraría la inflación y dañaría a los más pobres”, indica.

“También se deben considerar acciones como mantener o aumentar los subsidios a alimentos, implementar acuerdos de contención de precios de la canasta básica con productores y cadenas de comercialización, y reducir o eliminar aranceles a la importación de granos y otros productos básicos.”, agrega.

A mediano plazo, CEPAL advierte que hay que fortalecer el apoyo a la producción agropecuaria y aumentar la eficiencia en el uso de los fertilizantes, priorizando los biofertilizantes. “La política industrial es clave para reducir la dependencia de la importación de fertilizantes en el mediano plazo”, resalta.

Sobre la seguridad energética, CEPAL afirma que es imprescindible avanzar en las fuentes renovables y en la integración energética regional.

Cimoli concluyó su exposición señalando que “ante la regionalización de la economía mundial, la región no puede continuar actuando de manera fragmentada. Es necesario aumentar el papel de la articulación regional en las respuestas a la crisis: formular e implementar respuestas de América Latina y el Caribe en su conjunto o de sus bloques de integración”.