Un funcionario k gastó $95 mil en caramelos y $40 mil en tutucas

Pagó casi 26 mil pesos por una batidora eléctrica y un cricket, todo por contratación directa. Se llevó los muebles de la casa oficial que le habían dado para vivir, pero al final los devolvió (foto)

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La transición en la provincia de Chubut sigue cargada de acusaciones. El Ministerio Público Fiscal ya presentó varias denuncias penales por corrupción contra funcionarios de peso en el gobierno de Marín Buzzi. Pero la que más llamó la atención es la que gira en torno al ex titular de la Lotería provincial, Alberto Vargas, quien gastó 95 mil pesos en caramelos y 40 mil pesos en tutucas, y pagó casi 26 mil pesos por un cricket y una batidora eléctrica. ¿El colmo? Se llevó los muebles de la casa oficial que le dieron para vivir. Y ayer los devolvió.

Dos denuncias penales pesan sobre Vargas. Fueron presentadas hace casi un mes por su sucesor, Carlos Barbato, con el patrocinio del fiscal de Estado de Chubut, Diego Martínez Zapata. La primera, por administración infiel e incumplimiento de los deberes de funcionario público, tiene que ver con un sinfín de contrataciones directas realizadas por Lotería en sus últimos cinco meses de gestión, que generaron una deuda cercana a los 5 millones de pesos.

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La regla es la licitación pública. La contratación directa es una excepción que debe estar justificada y que, en Chubut, sólo puede realizarse en operaciones que no superen los 30 mil pesos. Sin embargo, Vargas gastó 135 mil pesos sólo en caramelos y tutucas sin concurso previo.

"Además de violar el procedimiento y pagar sobreprecios, los compradores siempre eran las mismas personas: monotributistas categoría B y C, y empresas multirrubro que hacían servicios de catering y de flete, y vendían bienes muebles, entre otras cosas", explicó a Infobae el fiscal Martínez Zapata.

Esa denuncia será ampliada la semana que viene, cuando lo acusarán también por el delito de peculado. Sucede que Vargas ocupaba una vivienda oficial que entregó sin los muebles que había en su interior. Luego de que se lo reclamaran vía carta documento y el tema tuviera cierta repercusión mediática, los devolvió. Su padre los dejó ayer en la sede que la Lotería tiene en Rawson.

Según el acta oficial, Vargas devolvió "dos caloramas (estufas), una heladera, una cama triple, dos alacenas de una pata que se adquirió a 648 pesos, una mesa de luz, una cama de una plaza y dos celulares de alta gama Samsung Galaxy S5". También regresó una tabla de planchar y un despensero de dos patas que, según las órdenes de compra de Lotería, se pagaron 1.455 y 1.521 pesos, respectivamente, un vuelto en comparación con los 12.800 pesos que costó la batidora eléctrica y los 13 mil que abonó por el cricket, cuyos destinos son un misterio.

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"La devolución podría atenuar la conducta delictual, pero demuestra que el delito se cometió", sentenció el fiscal ante la consulta de este medio.

El 15 de marzo a las 9 de la mañana será la audiencia de apertura de la investigación, a la que están citadas las partes. Habrá que esperar para conocer la defensa del funcionario.

La otra denuncia abierta es por negociaciones incompatibles con la función pública en el marco de la contratación de una empresa para administrar un bufet en el bingo de Trelew. De acuerdo a la presentación hecha en sede penal, Vargas declaró desierto un concurso que tenía tres ofertes y le adjudicó la obra a la sociedad anónima Noble Máquina Negro el 11, en cuyo directorio estaban su hija –también empleada de Lotería– y un mexicano identificado como Pinacho Santos, que fue empleado de la esposa del funcionario. La firma pagaba 3 mil pesos por mes por ese servicio, pero le cobraba a Lotería unos 90 mil pesos mensuales por la provisión de viandas.

Además de la pena que le podría caber a Vargas por su conducta, el objetivo del Ministerio Público es que se aplique el artículo 69 de la Constitución de Chubut. La norma obliga al Estado provincial a "ejercitar la pertinente acción de repetición" contra los funcionarios que provoquen un daño y perjuicio en el desempeño de sus funciones, o, dicho en criollo, que devuelva lo que se robó.