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A falta de cuatro fechas para el final de la temporada, el piloto inglés de la escudería alemana se acercó aún más a su segundo título consecutivo, el tercero de su carrera, y consiguió su octava victoria en 15 jornadas disputadas.
Lewis Hamilton se impuso en el Gran Premio de Rusia, que se corrió en el circuito de Sochi, seguido por el alemán de Ferrari Sebastian Vettel y el mexicano Sergio Pérez (Force India), que completaron el podio.
Además, tras la penalización de 30 segundos a Kimi Raikkonen (había llegado quinto con su Ferrari) por un choque con Bottas, Mercedes se aseguró el campeonato de constructores por segundo vez en su historia, tras alcanzar el de 2014 también.
El autor de la pole positión, Nico Rosberg, comenzó liderando la competencia estirando la ventaja sobre sus perseguidores pero en la vuelta ocho tuvo que abandonar cuando quedó trabado el acelerador de su monoplaza, dejándole servido el triunfo y el título a su compañero de equipo.
"Sí, claro que está difícil el campeonato, pero pelearé hasta que sea imposible", dijo el alemán ante la posibilidad de que el británico se corone si se impone en el Gran Premio de Estados Unidos dentro de 15 días.
La lucha estaba detrás, Sebastian Vettel se consolidaba en la segunda ubicación, mientras Sergio Pérez (Force India) luchaba con Valtteri Bottas (Wiliams) y Kimi Raikkonen (Ferrari) por el último escalón del podio.
En el último giro, el mexicano no pudo resistir los embates de sus perseguidores, su vehículo perdió rendimiento y terminó cediendo el lugar ante sus perseguidores. Sin embargo cuando quedaban metros para la bandera a cuadros, Raikkonen intentó un sobrepaso y embistió a Bottas, provocando el abandono del finlandés.