La increíble historia de las verdaderas hermanas Hilton

Las siamesas Daisy y Violet nacieron en Brighton, Reino Unido, en 1908, casi cien años antes que las mediáticas Paris y Nicky. Kate Skinner, su madre, las vendió a Mary Hilton, que las exhibía por dinero

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La criada, de apenas 21 años, había tenido un fugaz romance con el hijo de la familia para la que trabajaba. Sabía que no debía hacerlo, pero no pudo resistir la tentación.

Cuando quedó embarazada, se dio cuenta de que su accionar tendría consecuencias irreversibles, pero se resignó a aceptarlo. Sin embargo, al ver que sus hijas eran siamesas, algo que en 1908 era considerado una especie de abominación, quedó aterrorizada. Estaba convencida de que era un castigo de Dios por lo que había hecho.

Las niñas estaban unidas en la región lumbar y no compartían órganos, lo que auguraba una vida saludable y sin demasiadas complicaciones. Pero Kate Skinner quería deshacerse de ellas, así que las ofreció a la partera Mary Hilton, que accedió a pagarle una módica suma.

¿Un gesto de amor? Nada más alejado. Fue una inversión.

Hilton las nombró Daisy y Violet. Cuando crecieron un poco, empezó a exhibirlas en un pub a cambio de dinero, como si fueran atracciones de circo.

Pero no llegó a usufructuar el negocio, porque murió en 1915. Su hija Edith Hilton, que estaba casada con el productor de espectáculos Meyer Meyers, vio el potencial artístico del dúo y decidió llevarlas a Estados Unidos.

Las hermanas Hilton recorrieron el país como parte de un show de fenómenos y se hicieron muy conocidas. En 1931 se independizaron de sus explotadores tutores. Los demandaron en un juicio muy recordado y se hicieron todavía más famosas.

Actuaron con estrellas como Bob Hope e hicieron cine. Se dice que el célebre mago Harry Houdini les enseñó a separarse mentalmente, para que una pudiera tener relaciones sexuales sin molestar a la otra.

Daisy murió en 1968 de una gripe muy fuerte. Bastaron pocos días para que Violet siguiera sus pasos.

Trece y quince años después nacieron Paris y Nicky, herederas del magnate hotelero Conrad Hilton. No hay ningún parentesco entre ellas, pero las conflictivas jóvenes, que con el tiempo se volvieron muy mediáticas por los escándalos que protagonizaron, les robaron el título de "hermanas Hilton", enterrándolas en el olvido.