Crimea: la Argentina se abstuvo de votar contra Rusia en la ONU

Mantuvo la misma posición que el resto de los países del Mercosur. Se especula con sanciones a Rusia que provocarán cambios en los flujos comerciales del trigo. Según los analistas, una oportunidad para sacar provecho y convertirse en un gran proveedor de cereales

Compartir
Compartir articulo
 NA 162
NA 162

La crisis Ucrania-Rusia tiene varias implicaciones diplomáticas, políticas y económicas para América Latina, además de la cuestión de los tradicionales alineamientos cercanos o no a los Estados Unidos. En lo que hace al comercio, la producción de alimentos es una de ellas.

La Argentina decidió ayer abstenerse en la votación realizada en las Naciones Unidas sobre la situación en Ucrania, junto al resto de los miembros fundadores del Mercosur, Brasil, Paraguay y Uruguay, y así quedó alineada indirectamente a los intereses de Moscú.

Tras la votación, la ONU aprobó una resolución que apoya la integridad territorial de Ucrania y destaca que el referéndum de Crimea "no es válido", por 100 votos a favor, 11 en contra -entre ellos Venezuela- y 58 abstenciones.

Si bien este tipo de resoluciones no tienen carácter vinculante, a diferencia de las del Consejo Permanente, las votaciones en el seno de la Asamblea General son de valor simbólico, ya que muestran el parecer general a nivel mundial respecto de los distintos escenarios internacionales.

En el trasfondo, la estrategia argentina de mirar para otro lado y aguardar que se hagan efectivas las sanciones busca sacar un provecho económico. El último informe de la FAO (Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2013) pondera la capacidad productiva del país y aparece entre los principales productores de maíz y trigo. Esa sería la chapa que mostrará para aprovechar la situación.

Rusia es uno de los mayores productores mundiales de cereales y el principal proveedor del norte de África y Medio Oriente. Los números son claros: un posible conflicto bélico dejó su marca en los precios internacionales de los commodities. Y las sanciones comerciales que podrían aplicarle la dejarían, por un tiempo, fuera de un juego que mueve millones y millones de dólares.

Los analistas del Gobierno creen que un posible resultado de la crisis Ucrania-Rusia quizás sea un cambio en los flujos comerciales del trigo, que reflejará acuerdos internacionales nuevos y países que competirán por esferas de influencia, de donde la Argentina no quiere estar ajena para convertirse en el gran proveedor de cereales.

Los precios del trigo y el maíz prolongan ayer la racha alcista de las últimas ruedas en el Mercado de Chicago: el trigo subió 1,4%, hasta los u$s259,60 por tonelada, mientras que el maíz, por su parte, mejoró 1%, hasta los u$s192,71 por tonelada.